Capítulo 3: EL CONCILIO

-Hola Simón, acaso ¿no te acuerdas de mi? - dijo la chica que llegó a saludarle. 
-Amm.. ¿Talia? ¿Eres Talia? - Preguntó Tim mientras intentaba enfocar su vista hacia ella de una manera asombrada. 
-¡Sii! Creí que no me reconocerías. - exclamó Talia al cruzar sus brazos. 
-Es.. Que te ves tan... tan diferente. - dijo Tim pausadamente. - casi no te reconocí. 
- Oye, había una chica con Raquel. - interrumpió Mared. 
- Hey, Mared, te presento a Talia. - Contestó Tim. - Hola. Mucho gusto. 
-El gusto es mío. - Respondió la chica. .
- Perdón, me habías dicho algo ¿cierto? - Preguntó Tim. 
-Si, una chica, me pareció que ella te estaba viendo y tu ni cuenta te distes. Iba junto con Raquel. - dijo Mared mientras señalaba en dirección del carro en donde se encontraban Helena y Raquel. 
-Lo siento, fue culpa mía. - dijo Talia luego de apretar sus dientes y con una mirada de culpa. 
-Tranquila - Contestó Tim. - no fue nada. Pero.. Mírate como has cambiado. - continuó. 
-Sí, nos volvimos a mudar hace un mes, me acabo de inscribir. Mire tu nombre en la lista, seremos compañeros, ¡no lo puedo creer! - exclamó- . Cuando le hablé a tu mamá preguntando por ti, me dijo que ya venías en camino, así que me apresure. - nuestra amiga Talia estaba tan emocionada. 
-¡Genial! - Respondió Tim. 
-Ustedes ya se conocían ¿Cierto? - dijo Mared. 
-Fuimos compañeros en la escuela hasta hace 2 años. - Éramos casi inseparables - continuó Talia. - Pero tuve que mudarme con mi familia de la ciudad por un proyecto de mis padres. 
-Oh ya, se nota que había una buena relación entre ustedes. - mencionó Mared. 
-Si, lo teníamos. - Contestó Tim mientras desviaba su mirada buscando una excusa para cambiar el tema. 
-Bien, ya se hace tarde. Nos vemos luego. - se despidió Talia. 
- ¿Porque siento que entre ustedes dos hubo algo más que una amistad? - Preguntó Mared suponiendo algo que había pasado. 
Suspiro Tim y contestó. - prefiero no hablar de ello. 
-Está bien, no diré nada más. - Contestó Mared. Luego de ello, ambos se apresuraron a entrar, pues Carlos ya se había adelantado.

Resulta que ese día había mucha más asistencia que la semana pasada en la academia, nuevos alumnos se integraba, La Academia Central de Xatruch, así era su nombre, creo que antes no se había mencionado, es la principal de la ciudad.

Yendo a la florería, se encontraba Juan y Santiago quienes esperaban ansiosamente para ser atendidos por la señora Fati, eran ya las 7:00 am cuando se abrió la puerta principal. - Pasen adelante - se escucho una voz que provenía de su interior. 
-Veo que su madre les ha hecho saber algo muy importante en cuanto ustedes. - dijo la Señora Fati. - Siéntense, no se queden ahí parados. - Replicó. 
- Buenos días Señora Fati. - Contestaron ambos hermanos. 
-Nuestra madre, nos ha hecho saber algo de lo que ya teníamos sospecha . - Contestó Santiago. - hemos sabido por recuerdos heredados, simplemente no lo comentamos.
-Entiendo, también tienen que saber que su madre seguía las reglas que aún siguen vigentes con respecto a la divulgación de sus orígenes. - dijo la señora Fati. 
-Lo sabemos. - dijo Juan. - sabemos que no tenía otra opción. Y que esto aplica con nuestro hermano Tim de igual manera. 
La señora Fati asintió, en su cara se podía reflejar la enorme satisfacción que sentía al tener a los 2 hijos mayores de Martha, su gran amiga. 
-No saben lo feliz que esto me hace sentir. - dijo la señora Fati. - se acercan tiempos difíciles, debemos estar preparados. - continuó, luego hizo pasar a alguien de entre las cortinas de su sala. Inmediatamente hizo un gesto de respeto. 
-El es Cantor'in, hijo de Al'bhaza, protectores del sector ecuatorial, ellos son la familia más leal a los principios de Alham, y este que ves aquí es el único de ellos que saben el secreto de Martha. - dijo Fati. 
-Madre nos contó de la existencia de familias poderosas aparte de los cazadores. - dijo Juan. 
-Así es, y más adelante sabrás mucho más. - Contestó la señora Fati.

Mientras tanto en la academia Tim estaba a punto de recibir una pequeña sorpresa.

-Mared, ¿puedo hacerte una pregunta? - dijo Tim. 
-Si, claro, dime. - Respondió. 
-En lo de hace un momento, cuando estaba por cruzar la calle, también pude ver algo de lo que tu vistes, ¿sabes que fue?. 
-Eh, mira. Todo pasó tan rápido. - dijo Mared. - Pero estoy seguro de que vi a alguien. 
-¡Ustedes dos! ¿Qué hacen ahí parados? - exclamó la profesora de física, Ramona, mientras cruzaba sus brazos y con una mirada tosca. - llegan diez minutos tarde. - golpeó la pared con una vara de aluminio. 
Inmediatamente nuestros dos personajes se apresuraron a llegar a su salón de clase. 
-Señor Rabiot, Señor Lagos, espero que no se les dé costumbre el llegar tarde. - dijo la profesora en turno, Garza, ese es su apellido. 
-Lo sentimos profesora, con su permiso. - ambos asintieron. 
-Pasen adelante, en la siguiente ocasión será mejor que no entren. - Contestó. 
Helena quién se encontraba sentada a la par de Raquel alzó su mirada, Tim quedó perplejo al verle, ambos cruzaron sus miradas, ella le sonrió y él, de la misma manera le correspondió. Todos en el salón notaron que el rostro de Tim se había tornado pálida. 
-Vamos a sentarnos. - jaloneo Mared su camisa, pues Tim se había quedado perplejo por un momento. 
- Si.. Ahorita. - Contestó y tomó su silla. 
-Fuistes tan obvio. - dijo Carlos. - La chica se llama Helena, es la mejor amiga de mi hermana. 
Ambos no dejaban de cruzar miradas durante un largo momento y mientras él intentaba disimular, ella sonrojaba al verle, ante el asombro de Raquel que le daba pellizco a su amiga para que pusiera atención a la clase. Mared se percató de lo que estaba sucediendo moviendo sus ojos de un lado a otro. 
-Nena, no me digas que ¿ese es el chico de la vez pasada? El que tanto mencionastes. - dijo Raquel. 
-Lo es. - Respondió Helena. - ¿sabes cuál es su nombre? - Preguntó. 
-Se llama Simón, sus amigos le dicen Tim. Pero mira, es que tampoco puede disimular que te está viendo. - dijo Raquel al tomar un borrador y arrojarlo sin que la maestra se diera cuenta. Para suerte de Tim, ella no pudo atinarle y en su lugar fue Robert uno de los chicos del salón quien recibió el golpe. 
-Auch, maldita.- Exclamó Robert con dolor. 
-¿Qué está pasando ahí atrás? - reclamo la profesora. 
- Mis.. - shh callate Robert. - le susurran desde atrás. 
-¿Qué es ese alboroto? - gritó la docente. 
Inmediatamente el suelo comenzó a moverse, era un temblor, comenzaron los gritos y el pánico. 
-Quietos todos. - Grito Tim. -No debemos entrar en pánico, ya pasó. 
La profesora Garza quien fue la primera en intentar correr, salió inmediatamente de su escondite debajo del escritorio, acomodándose el cabello y tomando sus lentes como si nada hubiese pasado exclamó: - Tiene razón Señor Lagos. No hay de qué alarmarse, es algo natural. 
Inmediatamente todos comenzaron a callar y a tomar su lugar. Luego se escuchó el azote de la puerta principal del salón, era el maestro guía quien entraba un tanto preocupado para ver la situación. 
-¿Están bien? - Preguntó 
-Si, lo estamos, licenciado. Solo fue un momento de incertidumbre el que acabamos de pasar. - Respondió la maestra. 
-Bien, esta vez no pareció ser algo grave, por lo tanto no seguiremos el protocolo que se dicta en las normas de la academia. - dijo el guía. 
-Sin embargo.. - continúo el guía. - Estaremos pendientes a nuevo aviso. 
-Solo fue un simple temblor. - susurro uno de los alumnos. 
-Bien, ya escucharon. Todos a sus puestos. - ordenó la maestra. 
Todos en el salón se quedaron viendo entre sí y Mared no desaprovecho la oportunidad para guiñar su ojo ante la mirada de Raquel, inmediatamente ella hizo como que le estuviese ignorando. 
Tim tuvo la oportunidad de acercarse a Helena para saludarle, sin embargo no fue así, fue interrumpido por Talia quien inoportunamente entraba al salón de clases, Helena al verle entrar y reconociendola se apartó inmediatamente para no causar molestias. 
-Ya es tarde, por si no se ha dado cuenta, señorita. - exclamó la maestra. 
-Lo siento muchísimo, profesora. - Respondió Talia. - he estado en registro para completar mis datos de inscripción. - Respondió mientras le mostraba el comprobante. 
-Muy bien, ya siéntese. Orden en el salón. hoy formaremos los grupos de trabajo, así que quiero que todos pongan atención. - dijo la profesora Garza. 
- Sabes, creí que vi a la profesora esconderse bajo su escritorio. - susurro Carlos a Mared. 
-Sí, me pareció muy asustada. - Contestó Mared entre risas. 
-shh Carlos, ey tu. Me podrías pasar el número de tu hermana le dijo un compañero desde atrás. 
-Si, claro. - Respondió. Tomó un papel y empezó a escribir un número, más no sabían que el número que Carlos estaba anotando era el de la profesora Garza. -Aquí tienes, ah y algo más. A ella le encanta que le digan cosas romántica. - volteo a ver a Mared y ambos sonrieron con malicia. 
Helena quién estaba dibujando en su libreta, descuidadamente deja caer su lapicera al suelo. Se escuchó el escándaloso impacto de cada uno de sus utensilios, la profesora quien estaba revisando su lista para crear los equipos se detuvo y con una mirada molesta volteo hacia el origen del bullicio. 
-Lo siento mucho. - dijo Helena un poco apenada. Inmediatamente se agachó a recoger sus lápices. 
-Hola, creo que tendrás que acostumbrarte a que todos te miren. - dijo Tim mientras se agachaba para ayudarle. 
-Y yo creo que tendrás que acostumbrarte a ser el chico que sale a mi encuentro. - ambos hicieron una pausa mientras Tim sin querer tomó su mano. 
-Disculpa. No fue mi intención. - titubeó Tim. 
-Descuida, ambos sabemos que fue sin querer. - Contestó Helena en lo que se acomodaba su cabello para poder verle mejor. 
-Tu dibujo, me agrada. - dijo Tim. - ¿es una símbolo? - Preguntó 
-Ah, sí. Es algo que tiene que ver con mi familia. - Respondió Helena. 
- Ustedes dos, ya basta de cháchara. - exigió la profesora. 
Ambos tomaron su lugar, y la profesora comenzó a nombrar los grupos.
-Y por último, estará en el quinto grupo: Raquel García, Helena Arcón, Carlos García, Mared Rabiat y Simón Lagos. - La profesora ya habría terminado de asignar los grupos.