La noche llegó pronto Noah arregló su atuendo quedando impecable mucho antes que sus jóvenes amigas, Nehuem bajo las escaleras de entrada viéndolo tranquilamente sentado observando las estrellas del cielo.
-¿Ya estás listo?-Le preguntó un poco curioso causándole una sonrisa que ruborizaba todo su rostro, saco de su cinturón una pequeña bolsa mostrándole su contenido.
-¡Wow!- Su nuevo compañero de combate se sentó a su lado viendo con detenimiento el precioso collar de Amatistas relucientes al fulgor de la noche.
-¿Esto es para Remenci?- Noah asentó volviendolo a guardar.
- Es un detalle, cuando uno quiere pedir la mano de una mujer es bueno entregarle una joya con la cual se sienta admirada por las demás.
- Es muy bonito, entonces te decidiste a hacerlo esta noche.
-Será una noche difícil al fin y al cabo...porque No cerrarla con broche de oro. Ambos se rieron mirando hacia adentro oyendo los bullicios que causaban sus hermanas.
-¿Sabes acaso que están haciendo adentró? ¿Por qué tardarán tanto?- Noah se rió de sus palabras.
-Hay Nehuem estar lista en una mujer es muy diferente a un hombre, pueden estar horas hasta alistarse, asique mejor relajate y esperemos un poco más.
Ambos charlaron un poco más cuando una por una fue saliendo luciendo sus largos vestidos en sus tonos favoritos, Cala salió primero con un entallado vestido negro que marcaba su delgada figura y permitía ver un poco de su piel a través del juego de telas desde sus hombros se desprendía una larga capa fina de hilos negro que dejaban ver apenas la U que se formaba en su espalda, Liria salió tomando la cola del vestido color aqua el cual se marcaba hasta sus caderas y desprendía una cola símil sirena mientras en su cuello llevaba un collar de plata en forma de remolinos que baja por el centro de pecho hasta sus caderas donde se unia a la parte inferior como un cintillo, Remenci salió justo tras ella luciendo un poderoso vestido color púrpura con una V en medio del pecho mientras su falta abierta la hacia lucir con suma sensualidad sus largas piernas, mientras en sus muñecas resplandecian dos bellas pulseras con brillantes, Coraly salió tras ellas con un elegante vestido rosa palido largo hasta los tobillo con unas finas capas superiores que la hacia lucir como una bella flor mientras sus bucles se mantenían recogidos con hilo de oro, Nehuem quedo obnuvilado al verla tan bella y delicada como ningún otro ser, Noah lo observó de re ojo respondiendole con sarcasmo.
-Limpiate la baba se te está cayendo. Él recuperó el sentido sonrojandose y queriendo apartar pronto la mirada de la joven.
Aresma y Millet salieron charlando entre ambas alabando la hermosura de sus adornos nuevos que quedan espectaculares junto a sus vestidos de color anaranjado similar a las llamas del fuego mientras que la hija de Orfeo señalaba como su vestido azul marino resaltaba el color de su piel.
Noah miro con gran orgullo a todas sus hermanas reunidas alabando la belleza de cada una aunque sus ojos siempre favorecian a Remenci.
-Muchas Gracias Noah, realmente eres todo un caballero. Sus ojos negros resultaban suficiente para poner a volar los sueños en el joven de que un día sólo sería suya.
- ¿Bueno están todos listos?- Liria lo detuvo remarcandole la falta de Horiamy, quien apareció tranquilamente bajando las escalinatas con un vestido blanco encurvado a su cuerpo el cual se ataba al cuello y lograba remarcar sus caderas, mientras el escote de su espalda descubierta bajaba hasta su cintura, el hijo de Dionisio miró con cierto recelo aquella ropa, no podía prohibirselo con las demás doncellas luciendo atuendos similares con la única diferencia de no poseer un escote tan profundo que llegará a alterar a los dioses.
-¿Por qué me vez así Noah?- Él cerró los ojos conteniendo las palabras en su garganta hasta responderle:
- Por Nada, Mejor vamonos ya.
El Olimpo vistió sus mejores Galas luciendo todo incluso más radiante que el último banquete, Zeus hablo un poco con sus hermanos mientras bajo su trono sentada casi a la par de Hera se mantenía Serit esperando atenta la llegada de alguien por la puerta.
Al notar la preocupación en su rostro Júpiter se acercó a ella preguntándole que le ocurría.
-Padre algo ha cambiado, algo importante para ti viene hacia aquí. Él le entregó una copa de vino y le dijo:
- Lo que sea que venga puedo derrotarlo, ahora relaja tu espíritu y disfruta, eres muy bella Serit, baila y alegrate.
Realmente Zeus no mentía el producto de su creación era una mujer muy bella de cabellos rubios como cenizas y de ojos grandes color almendra pero aún así el olvidaba un gran detalle, uno que Serit no tardó en remarcar.
-Mi señor no debería olvidar que mi existencia tiene el sólo propósito de servirle, asique discúlpeme si no me divierto.
Al llegar prontamente Aresma, Millet, Remenci y Coraly se disiparon entrando en busca de sus allegados, mientras los cinco se quedaron un poco más en el jardín del Olimpo.
-¿Qué pasará con Nehuem?-Le consulto Liria a su amiga.
-Será presentado a su padre que más es lo que corresponde. Cala miro con desdén al muchacho.
-Entonces me voy a hora, no quiero ser señala como la que lo tragó. Nehuem puso los ojos en blanco.
-Podrían dejar de hablar como si no estuviera aquí, al menos les pido esa consideración. La muchacha dio una leve sonrisa.
-No hay nada que temer, ahora vamos. Horiamy tomó la punta de su vestido y subió las escaleras.
-Nehuem quédate detrás de mí.
Cala saludo con distinción al patriarca agradeciendo su invitación y se dispuso a ir hacia los brazos de su padre cuando los vio llegar.
-Mi querida niña ¿Te encuentras bien?-Ella intentó verse relajada aunque muy poco por dentro se sintiera así. Observó verlos llegar hasta Zeus quien sintió la pesada mirada sobre su espalda, volteó contemplando al hijo de Dionisio y las bellas jóvenes mostrando una cortes sonrísa ante la alegría de su visita.