Titanic: El renacimiento

Capítulo 3: La condena final

Martes: Día del encuentro con el supuesto ingeniero naval.

Saltaré la parte del desayuno, el encuentro habitual con mis padres, el saludo cortés a mí cuñada y las conversaciones típicas del momento de la situación dada.

Ya son las 2:00pm y ya deberían de estar al llegar nuestros invitados. Mi madre mandó a preparar la terraza lateral para hacer el encuentro más agradable. Ordenó que se hicieran varios aperitivos para tener de oferta, y se preparó con algunos vinos y bebidas.

Yo estoy igualmente en la terraza con mi padre, mi hermano salió a resolver algunas gestiones, Bianca no suele meterse en estás cosas así que solo estará presente para recibirlos, mientras que yo, bueno mi padre a querido que presencie la charla. Algo educativo o alguna preparación para algunas cuestiones de negocios, así lo describiría el.

También estoy conciente de que es poco probable que mi padre anticipe o acepte cualquier tipo de oferta. O quizás las intenciones del tal Thomas sean...

—Señor Milo, Señor Peter, han llegado.

—Bien, que Bianca les de la bienvenida.

Estoy algo intrigado, creo que tengo una vaga idea del tipo de propuesta que nos harán. Ese tipo no sería tan tonto como para proponer un negocio de ese tipo a mi padre.

—Buenas tardes, señor Peter, señor Milo. Mi nombre es Thomas Andrew es un placer conocerlos.

—El placer es nuestro señor Thomas. Señorita y usted es...

—Oh ella es mi hija, Beatríz.

—Hola mucho gusto.

—Un placer conocerla señorita Beatríz. —Es hermosa, su belleza opaca toda obra de arte existente en esta casa.

—Bueno, yo me retiro iré a hacerle compañía a Bianca, soy su amiga desde hace mucho tiempo.

—Bien, fue un gusto Beatriz.

—Igualmente. —Dios, de repente me quedé perplejo. Sentía como si el mundo pasara frente a mi en un segundo. Una breve sensación de insatisfacción placentera me vino desde el estómago. Oh ya es están hablando...

—Entonces Thomas, me han dicho que tiene una propuesta que hacerme. Aunque debo anticipar que no suelo invertir en negocios del tipo que usted maneja, la industria naval no es mi área.

—Es relacionado con la industria naval si. Pero no es algún tipo de negocio no, en realidad vengo a hacerles una sugerencia, en forma de invitación.

—Se relaciona con el nuevo barco. El... Titanic.

—Ya has oído hablar de el.

—Si, se a vuelto tema de conversación.

—Pues yo estoy algo desinformado.

—Señor Peter, el Titanic es un barco de gran porte y lujo. El más veloz del mundo y en una semana y algunos días dará su viaje inaugural. Serían exelentes vacaciones para usted y su familia. En realidad, estamos buscando personas como ustedes para su viaje comercial.

—Entiendo, le digo algo Thomas. Prometo que lo pensaré aunque no puedo darle una respuesta inmediatamente. Me resulta muy atractiva esa idea.

—Y a mi también, se hacerca la boda de mi hermano, sería un buen regalo de bodas.

—Las especificaciones están acá, el destino es Nueva York

Dos horas más tarde luego de la partida de Thomas:

—Padre que te parece la idea de viajar a New York.

—Me parece estupendo, precisamente tengo que resolver unos problemas personalmente en la sede de la compañía allá.

—Bien, entonces se puede dar por hecho de que iremos.

—Así es. —Abrió la carpeta con nulo entusiasmo, supongo que para mí padre estas cosas son normales. Viajar en un barco de lujo, convivir con personas elegantes y de nivel, para mí esto es algo bastante ajeno ya que no suelo viajar mucho. Tampoco es que me entusiasme la idea de las cenas y charlas empresariales o mucho menos la tediosa hora del branding. Dónde los caballeros se retiran para platicar de negocios, de mujeres de una forma hipócrita y principalmente compartir sus más grandes logros.

—Según esto zarpa el 10 de abril. Bueno mañana será 2 de abril. Sería uno o dos días después de la boda de tu hermano.

—Bien, creo que lo ayudaré para apresurar las cosas. Luego de la boda me imagino que querrá tomar un tiempo para estar con su esposa.

—Bien adelante.

Me retiré a la biblioteca a buscar algún libro interesante, sin sacarme aún la imagen de aquella mujer. Beatriz, era verdaderamente hermosa. Totalmente diferente a Bianca la señorita que nos ayudó con la casa. ¿Qué me está pasando? ¿Acaso seré uno de los pocos afortunados en casarse por amor?. Supongo que por ser la hija del que diseñó el barco también deba ir en el viaje de apertura.

 




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