Todas mis razones para quererte[completa]

Capítulo 21

Amber

Necesito saber la verdad, necesito aclarar todas estas dudas que llevo dentro de mi y que no me dejan dormir.

Llego hasta el parque que me ha dicho Hector. Mira cada árbol y cada hoja porque quizás sean espectadores de mi funeral con Hector.

¿Y si paso dentro de unos años y recuerdo las palabras de esta tarde de Otoño? Creo que tal vez no volvere a pasar nunca más por este sitio salvo fuerza mayor.

Llega Hector a lo lejos, cada paso que da es mucho más lento del anterior. Es increíble que hace unas semanas estaba loca por sus huesos y ahora no sepa ni quién es.

—Hola nena —dice como si la historia o el viento no fuera con él.

—Hola… —cuestan sacar las letras y completar cualquier frases en estos momentos.

—¿Te pasa algo? —me pregunta tan inocentemente a la vez que levanta una ceja.

—A mi no, has sido tú el que me ha dicho que teníamos que quedar para hablar —maldigo para mis adentros mientras me muerdo una lengua.

—Ah sí pero porque me han invitado a una fiesta y quería preguntarte si querías venir conmigo.

Ni rastro de lo que me ha dicho Son, quizás es que yo llevo razón y es un auténtico lunático que lo único que ha querido es dinamitar nuestra relación desde el principio.

—Claro que si, me encantaria —cambio completamente el rictus del rostro.

Dos horas más tarde

Se me echa el tiempo encima, no entiendo como teniendo toda la tarde libre vaya tan apurada de tiempo. Quizás sea porque he tenido que salir a correr porque llevo unas semanas sin apenas hacer deporte y al final voy a perder fondo. Tal vez sea para olvidarme de esas palabras de Son queriendo separarnos.

También en parte es para olvidar un poco el episodio con Hector aunque voy el ojo abierto atenta a cualquier cosa.

Termino de pintarme la raya en el ojo con el delineador y me pongo mi pantalón vaquero blanco que va a juego con una blusa beis. Esta vez no me recojo el pelo, tan solo me lo he alisado un poco aunque no lo llevo tan largo para eso, más bien lo llevo medio corto.

Hector me ha dicho que viene a recogerme aunque no quiero tener que ponerme el casco porque se me va a aplastar el pelo pero voy hacer una excepción por esta vez. También le he dicho que me recoja en la calle de detrás porque no quiero un tercer grado en cuanto ponga medio pie en casa aunque… ¿A quién voy a engañar? Mi madre me lo va hacer igual aunque no me vea con nadie porque nunca me arreglo tanto para salir a la calle. Siempre está acostumbrada a verme con chándal o mallas y el pelo recogido. Pocas veces mi madre me ha visto pintada como una puerta y con una sonrisa nerviosa.

Bajo hasta el piso de abajo pero está acostada sobre la cama y durmiendo. Es mi oportunidad para salir sin ninguna pregunta de más.

Salgo a la calle, Hector me está esperando en la puerta y sorprendentemente sin moto. Va demasiado arreglado y demasiado guapo. Lleva una camiseta, una chaqueta vaquera y unos pantalones chinos de color beigs, parece que lo hemos hecho a proposito pero su pantalon va a juego con mi blusa.

Definitivamente somos la pareja del año y no porque lo diga yo sino porque se ve desde lejos.

—¿Dónde es la fiesta?

Con todo lo que ha pasado he pasado por alto ese detalle.

—Es una amiga de Sophia, yo no la conozco pero una fiesta es una fiesta —dice guiñandome el ojo y llamando al telefonillo.

Llegamos hasta arriba, la puerta está abierta y está llena de gente.

Un amigo de Hector viene rápidamente nada más vernos.

—Venir, vamos a tomarnos algo —dice señalando la mesa llena de bebida y de refrescos.

 Yo me cojo un refresco sin cafeína y Hector coge un poco de ron con coca cola.

—¿Te gusta eso? —digo poniendo cara de asco porque nunca lo he probado pero tampoco tengo ganas de hacerlo.

—Cuando lo pruebas no puedes dejar de hacerlo.

Me resigno y abro mi lata que está bastante fría.

Cuando llevo dos sorbos me dan unas ganas enormes de orinar. Me separo un segundo del grupo que no me está haciendo ningún caso para ir a mear. La verdad es que todo el mundo está dejandome de lado hasta Hector pero supongo que será normal cuando uno está con sus amigos.

Salgo del baño que había una cola de cuatro personas y he tardado más en ir aquí que si me hubiese ido a mi casa y hubiese vuelto pero puestos ya en la cola no me ha quedado más remedio que esperar.

Llego hasta el grupo, están hablando todos entre ellos pero Hector no está.

—¿Sabéis dónde está Hector? —pregunto alzando la voz.

Todos comienzan a reírse, no entiendo nada.

Definitivamente esto se está poniendo bastante feo.

—Creo que están fuera en el rellano.

—¿Como que están? —pregunto extrañada y poniendo los brazos en jarra.

—Nada, me he equivocado —responde mientras intenta aguantar la risa.

—Está fuera en el rellano —se explica señalando la puerta.

Como si yo no supiera dónde está el rellano.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.