Son
—Bueno chicos, mañana seguimos —el profesor al fin da por finalizada la tortura.
Amber enseguida cierra el libro que sigue compartiendo conmigo y me mira.
—Esta tarde tenemos que hacer el trabajo Son.
Dice mirándome directamente. Hace días que no hablo con ella. Me está haciendo el vacío. Tampoco me he atrevido a preguntarla por miedo a la respuesta que ella me pudiese dar.
Creo que debo de dar un paso adelante pero no uno en falso.
Temo su respuesta, temo como puede reaccionar con mis sentimientos hacia ella. Se que son verdaderos pero no se como son lo suyos. Si sentira lo mismo o tan solo seré una simple persona más.
Después de estar horas y horas buscando información Amber da por finalizado el trabajo. Pensaba que iba a ser peor, estar tan cerca de ella y al mismo tiempo no poder decirle lo que siento. Me quedo mirándola mientras tiene un lápiz para recogerse el pelo y muerde otro mientras termina de escribir los las últimas cosas. Pensaba que iba a ser más duro el trabajo pero con Amber las cosas son más fácil. Está más guapa con el pelo recogido y el suéter que se puso aquella noche en la que estuvo en la montaña. No se si habrá sido casualidad o simplemente se ha puesto lo primero que ha pillado en el armario. Pero ella se ha cambiado después del instituto, yo sigo con la misma ropa que esta mañana.
—Bueno Son, luego más tarde hablamos. Me tengo que ir a correr.
Tenía que haber dado el paso, tenía que haberle pedido de quedar para ir a dar una vuelta. Maldigo entre dientes e indignado salgo por la puerta de su casa.
Me voy directamente a mi casa. Yo también me voy a poner con mis cosas. Me apetece echarme unas cuantas partidas con mi amigo Marcos. Marcos es mi mejor amigo Gamer, es de otra ciudad y todavía no lo conozco en persona. Vive en Houston. Espero algún día poder conocerlo. Aunque vive al otro lado de Estados Unidos y ahora mismo no tengo tanto dinero para poder ir.
Una hora más tarde
—Vamos Marcos que hoy estás jugando fatal —le digo casi a grito pegado por los auriculares.
—Jugaría mejor si no tuviese un compañero que no me cubre la espalda —dice entre risas y metiéndose conmigo.
—Si claro, ahora echame a mi la culpa.
—Si que te la echo porque desde que estas enamorado juegas fatal —se mete conmigo.
Sabía que decirle lo que siento con Amber no iba a traer nada bueno con Marcos a corto plazo.
—¿A que esperas a decirle lo que sientes?
—Tu lo ves muy fácil, como ya tienes —le ataco pero el sabe de sobra que es de broma.
—Tienes que quitarte ese miedo y pasar al ataque.
Me quedo pensando que aunque me duela reconocerlo lleva razón.