Son
No tengo palabras para descubrir lo que siento ahora. Está claro que me he equivocado. Pero es mucha presión lo que estoy aguantando.
Creo que tengo que ir mañana por la mañana a pedirle perdón. También darle una respuesta. No quiero nada de Ana. No quiero saber nada. Llego a mi casa después del fracaso.
—¿Hola Son ya has vuelto? —me pregunta mi abuelo que está en la cocina preparando la cena.
—Si, ha sido rápido —no tengo muchas ganas de hablar.
—Me ha gustado mucho esa chica. Es muy guapa.
—Gracias —suelto una sonrisa falta.
Es increíble que hace menos de dos horas estaba tan ricamente en el parque yendo con ella y ahora está enfadada conmigo por alguien externo a nosotros.
Al dia siguiente
Trato de levantarme lo más temprano posible, tengo que arreglar el lío con Amber. Le he enviado un par de mensajes pero no he obtenido respuesta. Supongo que no querrá saber nada de mi.
Me espero cinco minutos en su puerta hasta que observo que la hora se me echa encima y decido enviarle un tercer mensaje.
Son: <<Buenos días, estoy en tu puerta esperándote.
No tarda ni dos segundos en responderme.
Amber: <<Estoy en el instituto ya.>>
Creo que por ahora no voy a poder arreglar el malentendido.
Me voy indignado al instituto.
Llego a la clase, las cosas de Amber están sobre la mesa pero ella no está. Supongo que habrá salido por algo. Ana y su grupito si que estan aqui.
También Hector con su cara de memo.
—¿Qué estás esperando al perro? —toda la clase comienza a reirle la gracia a Ana.
No aguanto más, todo ápice de paciencia que me quedaba lo acaba de gastar.
—¡Ana que no te aguanto más, que no quiero saber nada de ti, que me dejes en paz! estoy enamorado de Amber y solo quiero pasar mi vida con ella. Así que déjanos tranquilos —digo gritando en medio de toda la clase.
No me he dado cuenta de esto último hasta que he levantado la vista de ella. Cuando me doy la vuelta observo que Amber está en la puerta mirándome boquiabierta.
Me siento en mi sitio y ella hace lo propio. No se que decirla, tampoco sé si lo ha escuchado o no pero por la cara que ha puesto creo yo que si.
Cuando filamento decido hablar entra el profesor por la puerta.
Salimos al patio y Amber va a mi lado, creo que ya no está tan enfadada como antes.
—Son te pido perdón por desconfiar de ti. Después de lo de Hector no me fio de nadie.
—Él que tiene que pedir perdón soy yo, no te hable bien.
Me siento en una de las paredes del patio.
—También Ana ha estado metiendo mierda y no ha ayudado —le reconozco.
—Bueno ya está, ha quedado muy claro cuales son tus intenciones —me golpeo con el codo.
Empieza a ponerse roja.
—Me ha gustado la verdad —Amber se sienta a mi lado.
—¿Y nosotros que vamos hacer?
—Pues…
—Perdonar —la inoportuna pesada nos vuelve de nuevo a molestar.
—Esto es increíble —añado.
—Vengo a deciros que me voy de este instituto, vine aquí por ti. Pero ya no puedo estar tan cerca sin que pase nada. Espero que os vaya bien. Adiós…
Enseguida se marcha y desaparece de nuestra vista.
—Bueno, un problema menos —me sale decir.
—¿Por dónde íbamos?
—¿Que para que correr si tenemos toda una vida por delante?
No quiero negarle la pregunta pero en el fondo se que lleva razón. La pregunta que me hago yo es que.
¿Por qué tardo tan poco en salir con Hector y se demora tanto conmigo?
Tal vez tenga eso que ver. El daño que le hizo Hector le hace ir ahora lento.
Yo no tengo ninguna prisa pero me preocupa que realmente después de un tiempo no quiera nada conmigo.