Capítulo 66

Son

Hace unos días saqué a Amber de las garras de un baboso. Aguante bastante la compostura, sino fuese porque muchas de las amigas de Amber estaban en esa fiesta seguramente le hubiese soltado alguna que otra ostia. Desconozco lo que le diría Amber porque no lo quiero saber. Tampoco quiero ahora días después mover el pasado.

Hoy es San Valentin, le he comprado a Amber un par de cosas. Está a punto de venir a mi casa. Mis abuelos se han marchado a una cena con unos amigos. Al final les he contado que estaba trabajando en el restaurante y quiero ayudaros.

Voy a preparar una cena especial, solo Amber y yo. Me he comprado para esta noche una cosa para brillar.

Llega Amber. Es tan deslumbrante como siempre o incluso más. Le brillan los ojos cada vez que me ve. LLeva un vestido amarillo con estampado y lleva unos zapaos de tacón que le va a juego.

—Hola cariño —dice con su mejor sonrisa.

—Hola mi vida —Amber entra y va directa a la cocina.

—A ver que estas cocinando.

Amber levanta la tapa y observa los macarrones a la carbonara.

—Mmm… que buena pinta tienen.

Se relamen los labios. He puesto unas patatas y unas aceitunas de aperitivo. También he puesto un poco de pan de ajo que me vuelve loco.

Nos lo cenamos rápidamente. Amber quiere abrir los regalos. Lleva toda la noche deseando abrirlos.

—Venga, saca tus regalos primeros.

Amber se sienta sobre el sofá.

—¿Porque yo primero? —le pregunto con un tono burlón.

—¿Por que lo digo yo? —pone también un tono gracioso.

—Esta bien esta bien —añado mientras me dirijo a la habitación para coger los regalos.

Salgo de la habitación e intento que no se vean mucho los regalos. Amber cierra los ojos y yo me siento a su lado.

—Bueno Amber hace cuatro meses apenas hablamos. Incluso te caía mal por las caras que ponía —intenta hablar mientras se ríe pero no la dejo—. Pero miranos ahora celebrando juntos nuestro primer San Valentin.

Amber comienza a ponerse roja, seguro está recordando todos los momentos que hemos vivido juntos. Yo también lo hago, muchas veces durante el día.

—Por eso mismo quiero decirte que quiero pasar a tu lado, por eso quiero darte esto.

Amber abre los ojos, yo me levanto y me pongo con la rodilla en el suelo.

—¿Amber Taylor quieres pasar el resto de tu vida a mi lado?

Abro la caja y le enseño el primer regalo, es un anillo. Pero un anillo muy especial porque es de caramelo. Amber lo coge con mucho cuidado. 

—Ahora es un caramelo, pero podemos construir un futuro a raíz de esto. Amber lo coge y lo parte por la mitad.

—Por eso mismo lo vamos a construir desde ya. Tu una parte y yo otra para estar juntos siempre.

Ella mientras una sonrisa de oreja a oreja. No me esperaba esta respuesta pero ha sido mucho mejor.

—Necesito ahora que cierres los ojos.

Me acerca a ella mientras coge el segundo regalo.

Pongo mis manos sobre su cuello y le pongo el colgante que le he comprado.

Es un colgante de una noria en honor a nuestro primer beso. Ese día no lo voy a olvidar nunca.