Peyton
Me quité la ropa para bañarme, una vez aseada me puse un pijama sencillo que tenía aquí. Aún estaba muy sorprendida con las disculpas y las palabras de Ryan. Decir que no estaba feliz por eso sería una mentira. Después de un día muy movidito tanto para mí como para Ryan, el me llevo a su casa donde me estoy quedando a dormir. Yo acepte con gusto.
Sonreí, aun no puedo creer que el planee pedirme matrimonio en algún momento. Lo amaba, sabía que lo hacía y esperaba que él lo hiciera con la misma intensidad. Aunque no tenía un buen recuerdo acerca del matrimonio, sabía que algunos funcionaban hasta el final, pero en algunos casos –como uno que conocía –no lo hacía. Era triste, pero así sucedía.
Después de hablar con los cinco y aclararle todo lo que había pasado acerca de mi pelea con Ryan, todo volvió a la normalidad. Claro no sin que Ryan recibiera una de tantas amenazas de parte de ellos. Reí
En la mañana siguiente no sé porque me dio de apagar mis dos celulares. Solo tenía encendido el nuevo móvil que había mandado a comprar hace unas cuantas semanas atrás sin que nadie supiera la existencia del mismo. Suspiré mientras me trataba de levantar hacer mis necesidades básicas e ir al armario a buscar algo de ropa que ponerme. Mire a Ryan que estaba dormido boca abajo mientras abrazada una almohada y con el otro brazo me tenía sujetada la cintura, como si quisiera impedir que me vaya.
Me sorprendió mucho lo que me había dicho hoy y sobre todo lo que había dicho a los paparazzis. Estaba un poco dolida por todo lo que había pasado con él, pero me alegro haber escuchado sus disculpas. Sé que yo tuve un poco de culpa por vestirme de aquella manera, pero él también tenía sus celos que lo hacían cegar por completo.
Estar sin él fue un calvario que no quisiera que vuelva a suceder. Respire profundamente, así me daba cuenta que cada día lo amo más.
–Cariño vuelve a dormir –dijo mirándome somnoliento. Asentí.
– Está bien –accedí – Déjame y me saco la blusa para ir contigo –dije suave mientras me desvestía. Ryan me dio una de sus camisas que se utilizar cuando me quería quedar todo un día en la cama.
Una vez vestida nos acostamos juntos a dormir. El me abrazaba de una forma que me hacía sentir protegida. Me sentía feliz.
Y por primera vez en todos estos meses pude dormir tranquila.
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Editado: 11.04.2019