"Yo también sentí lo mismo que tú anoche... Te espero en una hora en el parque junto al pequeño muelle del lago."
Me levanté de la cama y corrí en dirección al baño, me di una ducha, me vestí, agarré mi celular y salí de la casa.
Mientras caminaba por la calle, sentía una pequeña emoción en mi pecho.
Al llegar a mi destino, me acerqué con pasos lentos al pequeño muelle, observando y pensando en que iba a pasar.
Miraba a todas las personas pasar de un lado a otro y, entre esas personas la vi a ella, mi ex novia se acercaba a mi de forma misteriosa... La miré de arriba abajo extrañado, vestía totalmente diferente, no vestía sus ropas frecuentes, ahora vestía un vestido blanco, que hacía ver en su rostro una extraña palidez. Traía unos zapatos impecablemente limpios del mismo color del vestido...
Miré sus ojos, los cuales reflejaba una paz inmensa, lucía tan hermosa.
Era como si destellara rayos de luz...
Quería decirle algo, un hola tal vez, pero ella se me adelantó...
—Me gusta mucho este lugar, me trae muy buenos recuerdos —comenzó la conversación.
—El día que comenzó nuestra historia de amor —acepté con nostalgia.
Extiende su mano y la abre, dejando ver dos pulsos sobre su pequeña palma.
—¿Que es eso?
—Algo para ti —tomo uno de los pulsos y lo miro con curiosidad, en el se hallaba nuestros nombres y una pequeña frase "Lucía y Matteo juntos por siempre" —Para asi recordar los momentos que hemos vivido juntos y para que pienses en mi cuando la veas.
—Nunca he dejado de pensar en ti.
—Aveces olvido que todas las historias tienen un final y me siento tranquila, porque se que alguien me amó con todas sus fuerzas. Cómo lo hice yo.
Me entregó el otro pulso que descansaba sobre su mano y me miró a los ojos.
—Te amo y quiero que la conserves contigo por el resto de tu vida...