ÚLTIMO CAPÍTULO DEL MARATÓN 3/3
KAT FOSTER
A decir verdad, mi vida es bastante monótona, no tengo muchos amigos y tampoco tengo mucho tiempo libre como antes. -pero no es como si antes también tuviera tiempo- pienso.
Hoy es el día de la cena y sigo esperando el mensaje del señor Kim, dijo que el se encargaría del vestido, mientras sigo pensando en cuando me mandara un mensaje alguien toca a mi puerta, miro con pereza la puerta y con la flojera de mil demonios me levantó para ver quién es. En cuanto abro la puerta soy empujada con una fuerza y siento como soy tirada al suelo el dolor que siento en el trasero en estos momentos me hace pensar- acaso quedé plana ya?- y para mí sorpresa son dos pequeños monstruos rubios con ojos azules que sin evitarlo comienzo a besar sus pequeñas frentes, y sus risas no se hacen esperar.
Me levanto con "ayuda" de los dos pequeños para saludar a dos personas que se rien de mi.
Alexandra y Bruno, mi querida hermana y cuñado.
–¡Hola Kat! ¿Como estás linda?- dice con entusiasmo mientras me abraza
–Como te podrás dar cuenta no siento el culo por tremendo golpe– digo malumorada
Me suelta de entre sus brazos para sonreír y buscar a sus hijos por algún lado de mi casa.
–Katherine hace bastante que no nos veíamos–, dice Bruno sonriendo mientras me estrecha también en sus brazos.
–Lo se, hasta tus cabellos rubios parecen que se ven canosos– me río cuando miro su rostro ofendido
Conocí a Bruno cuando estaba en mi primer año de universidad y el en último, fuimos mejores amigos y cuando visito mi casa quedó totalmente flechado por mi hermana, gracias a mí, años después se casaron y formaron una familia.
Tanto Alex como Bruno tienen 28 años y sigo sin creer como es que se ven frescos con dos pequeños diablos de 2 años.
Los miro atravez de la barra de la cocina el como ambos son tan sincronizados con ambos niños y sin pensarlo sonrió- en algún momento me veré igual que mi hermana- Pienso.
–Oye kat como está el trabajo en la editorial?– pregunta Alexandra mientras peina el cabello de uno de los gemelos.
–La verdad está muy bien– Y también ya se cómo es mi jefe– aunque ahora estoy más tiempo trabajando a excepción de hoy– le digo.
–Tu madre nos llama casi a diario para saber por qué no los visitas– dice Bruno sonriendo
–¡O sea que por eso están aquí!– exclamó ofendida con una mano en la parte de mi corazón digo– y yo que pensaba que me extrañaban– finjo llorar y Angelo y Apolo los gemelos no tardan en llegar corriendo y abrazarme.– Niños ustedes no sean como sus padres– les digo mientras miro a sus padres ofendida– Ustedes si serán buenos con la tía y la visitaran cuando quieran verdad?– pregunto con una sonrisa en los labios y los miro con ternura.
–Shii– exclaman ambos para al final besar cada uno una de mis mejillas y volver a correr por los pasillos de la casa.
Cuando me levanto del suelo miro a ambos padre frente a mí con una sonrisa.
–¿Que?– pregunto desconcertada
–Oh nada– dice Alexandra mientras intercambian sonrisas cómplices.
Mientras Bruno se va a buscar a los niños Alexandra va a la cocina y la sigo para ayudarla.
Horas más tarde...
– Y de nuevo estoy sola– digo al aire mirando el techo
Pase la tarde con Alex, Bruno y los gemelos y cuando se fueron volvió todo a estar en silencio.
Son las 7:30 pm y aún no se nada de mi jefe, me levanto del sofá donde estaba recostada y antes de comenzar a subir las escaleras suena el timbre de la casa y al mismo tiempo mi celular, tomo el celular mientras camino a la puerta y cuando abro está, frente a mí se encuentra el señor Lee el segundo secretario del señor Kim.
–Secretaria Kat, Buenas noches– saluda con una leve inclinación
–Oh Señor Lee pase– saludo y le indico la sala
Sonríe y no duda en tomar asiento en uno de los sofas de la sala.
– Tuvo mucho trabajo hoy?– pregunto mientras le ofrezco un vaso de agua tibia por el frío.
–Fue más cansado hoy que no estuvo hoy señorita– dice mientras veo como un suspiro cansado sale de sus labios– la agenda del señor estuvo llena el día de hoy, además de que llamaban bastante.– dice impresionado
Sonrió por qué posiblemente no esta acostumbrado a recibir tantas llamadas para pedir un tiempo en la agenda del Señor Kim
–Suele ser así casi todos los días– digo con sinceridad– pero que lo trae por aquí?– pregunto.
Y como si recordara que hacía aquí se sienta correctamente– El señor Kim me mandó a entregarle las cosas para la cena que es dentro de 3 hrs Señorita.– me extiende una gran caja roja– dentro de la caja esta su atuendo y los estilistas no tardan en llegar– dice mientras observa su reloj
– Entien...
No puedo terminar la oración cuando el señor Lee se levanta con rapiez y abre la puerta para que unas 4 personas entren cargadas de cosas, y como si estuviera en una película un hombre igual a Paolo de El diario de la princesa, toma mi rostro y comienza a examinarlo al igual que mi cabello y cuando termina de verme grita.
–È tempo di lavorare ragazze! – las dos chicas que estaban detrás de él comienzan a abrir los cofres con maquillaje, mientras la tercera toma la caja que sostenía en mis manos y sube a lo que creo que será mi habitación y después de unos minutos veo que baja sin la caja en manos.
El señor al que llamaremos paolo me sienta en una silla y es cuando siento como comienza a hacer su magia.
En cada cosa que hace Paolo mira al señor Lee que esté haciente con afirmación y el continúa con su trabajo.
Cuánto terminan de hacer la magia, las chicas me empujan delicadamente por los hombros hasta mi habitación y sin poder mirarme al espejo y sin mirar el vestido me ayudan a vestirme.–no puedo creer que me estén ayudando a vestirme– pienso.