Todo de mí – Park Sunghoon

5: Es el Comienzo

 —¡Muy bien, Hoon! –elogia el entrenador Jung cuando él acabó la rutina–. Ahora sí se ve perfecta. Ganarás el oro, lo verás.

 Sunghoon asintió sin más, algo desanimado, su rostro lo hacía notar a distancia. Volvió a las bancas en busca de agua.

 —El mes que viene habrá una presentación aquí en el domo –comentó el entrenador–. Será un pre-nacionales, algunos de los competidores de las nacionales vendrán y se presentarán para hacer publicidad, ganar seguidores... ya sabes.

 —¿Cree que debo presentarme? –cuestionó Hoon.

 —Sería estupendo para tí –asintió el mayor–. Puedes presentarte con una de tus antiguas piezas. No habrá categoría, será a libre elección.

 Park asintió sin decir nada por enésima vez, considerando la propuesta.

 —Hoy el ensayo fue bueno, así que podemos terminar el ensayo por hoy. Puedes irte a casa temprano.

 —Gracias, señor. –se despidió de su entrenador con un vago movimiento de mano.

 Se sentó para quitarse los patines y suspirar ruidosamente. No se sentía bien con la rutina, le enojaba lo básica que era. Tal vez ganaría pero no sería el mejor.

 Oyó su celular interrumpir sus pensamientos deprimentes y contestó de mala gana.

 Qué.

 —Vaya humor que te cargas –era Jake– Hye In se pasó de lengua suelta –comentó, a lo que Hoon rodó los ojos–. ¿Sigues practicando? Es raro que hayas contestado.

 —Acabo de terminar. ¿Qué quieres?

 —Niki se ha peleado con Eunseok y voy a su casa, ¿quieres que pase por tí?

 Sunghoon resopló con cansancio. No era la primera vez que Niki le hacía algo a esa chica y ella lo manda al demonio, y en todas esas veces el más afectado siempre era el chico.

 

 —¿Por qué no solo terminan y ya?

 —Oye, no seas así –le regañó el otro–. Hay que animarlo. ¿Voy por ti o qué?

 —Ya qué.

 —Excelente, llego en diez minutos. –colgó

 Al llegar a la casa de los Nishimura la mamá de Niki fue quien los recibió y les informó que el menor se encontraba en su habitación desde la mañana.

 Ambos chicos subieron agradeciéndole a la señora Nishimura y abrieron sin tocar, encontrándose a un enorme cuerpo cubierto por sábanas blancas.

 —¿Niki? –habló Sunghoon cautelosamente.

 —Arriba, Riki. La vida sigue. –Jake se tiró encima del bojote de sábanas y palmeó dónde supuso que había un trasero.

 —¡¡Estás demente!! –se levantó como resorte, sosteniendo su entrepierna.

 —Perdón, perdón –se rió el insultado–. Pensé que era tu trasero. En serio.

 —¿Ahora qué hiciste? –Hoon fue al grano, porque sabía que él había iniciado la disputa.

 —Me dijo que si no iba a ser serio con la escuela que me buscara a otra que me hiciera las tareas. –sorbió sus mocos haciendo un puchero dolido.

 —Así que ya se dió cuenta. –murmuró Jaeyoon intercambiando miradas incómodas con Sunghoon.

 —¿Qué dicen? –ojeó a sus amigos de hito en hito–. Ustedes piensan que yo me aprovecho de Eunseok, ¿cierto?

 —Pues...

 Ambos amigos volvieron sus miradas a otra cosa que no fuera al menor y Niki les pegó un zape a ambos.

 —¡Yo no me aprovecho de mi novia! No soy un patán como ustedes dos.

 —No, eres peor –replicó Jake sobando la parte posterior de su cabeza–. Ya, en serio ¿cómo que no te aprovechas? Nunca has escrito un trabajo en todo lo que llevas de relación con Eunseok. Ella es la razón por la que has subido tus notas.

 —Nunca lo hice con esa intención y ella lo sabe –abrazó sus rodillas y hundió su cara entre los brazos–. No puedo creer que me haya dicho eso.

 —Amigo, ya basta –suspiró Sunghoon volteando los ojos–. Esta es una más del montón de peleas que han tenido. Mañana de seguro y vuelve contigo después de que le regales uno de esos peluches raros que le gusta o no sé.

 —No es tan fácil. Las chicas buenas nunca son fáciles. –se quejó Niki.

 —Ni lo digas. –Hoon rodó los ojos a lo que Jake se ríe.

 —Te perdiste algo genial esta semana –le comentó a Niki–. En la clase de literatura Hye In acusó a Hoon de falsificar el informe.

 —¡No es cierto! –exclamó con asombro el menor y se carcajeó junto a Shim.

 —Sí, sí, sí. Ríanse –resopló disgustado–. Ya no soporto a esa chica. No quiero saber nada de ella en lo que resta del año.

 —Y eso que apenas comienza. –suelta Jake y ambos amigos vuelven a reír.

***

 A Jake y Sunghoon les tocaba hoy física, la clase que más odian, y no solo por la materia, también por el profesor que era un dolor en el culo.

 —Masa inercial y masa gravitatoria –escribió en la pizarra–. Será su tarea para el final del mes describir la igualdad de estás dos masas. Harán un trabajo de investigación sobre este tema.

 Los quejidos de sufrimiento no tardaron en hacer presencia en todo el salón.

 —¡Silencio! –vociferó el maestro–. Para que vean que soy considerado con ustedes el trabajo será en pareja. Pueden escogerla. Tienen tres minutos para emparejarse y traerme sus nombres en un papel.

 Antes de que terminara su oración los estudiantes comenzaron a emparejarse a la desesperada. Sunghoon miró con entusiasmo a su mejor amigo y este le devolvió la mirada algo apenado.

 —Lo siento, hermano. Ya me hice con Sang Hee. –señaló a la muchacha que escribía ensimismada en su cuaderno.

 No pudo estar más indignado. Su mejor amigo lo acaba de traicionar por una chica. No pensó que sería tan molesto como la humillación que le hizo pasar Hye In.

 Pasó el tiempo que estimó el profesor y todos al parecer tenían pareja. Se dirigió discretamente al señor Min y le susurró muy bajo que no tenía pareja.

 –Oh ¿Quedaste tú solo? –dijo el profesor y pensó un momento–. Hye In, harás pareja con Park Sunghoon.




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