Día 15
Nessa:
Las heridas en mi manos siguen palpitando, si bien ya se ha cortado un poco la sangre, sigue doliendo igual, incluso va empeorando o eso creo. Pero eso no me importa mientras voy manejando con destino a Covell, una ciudad vecina, para quedarme un par de noches en este coche. Además de que compraré un boleto de avión para huir a otro país, como lo he pensado.
No debería preocuparme más de lo que ya estoy. Seguro que en alguna parte del lugar a donde me mude hay alguna persona que pueda reemplazar a Elian mientras no esté ahí. No lo sé. No me convence del todo pensar así. Pero la idea de usar a alguien para olvidar a Elian, me resulta reconfortante y no tengo idea de que parte de mí viene eso.
No estoy bien. Y eso lo sabemos. Yo, mis amigos, mis conocidos, mi familia.
Miro al retrovisor.
Jake. Si, viene, se ve que acelera para alcanzar a mi auto más y más de lo que ya está. Llega un momento en que está a mi izquierda, sin importar lo que está haciendo. No puede ponerse por ese carril, es el otro sentido. Creo que en realidad si se va a arriesgar para no decepcionar a Xan. Me sorprende lo que hace para lograrlo.
No puedo creer que sea tan inutil.
Yo no soy estúpida. O tal vez sí. Es por eso que acelero un poco para volver a tomar la delantera. Se me escapa una sonrisa al ver que lo he dejado atrás.
Espero que no haya algún policía de tránsito que me atrape acelerando de esta manera porque entonces tendré una multa y ya no podré irme de aquí sin pagar. Y tener que regresar incluye a Elian furioso por tomar su coche y, además, me haría preguntas sobre qué estaba haciendo y a dónde iba. No pienso responderle.
Entonces Jake acelera y vuelve a estar a mi izquierda. Me hace unas señas que supongo que son para darme a entender que es para que baje el vidrio y poder hablar. Y yo sigo ignorando lo que hace.
Acelero aún más.
Él acelera.
Yo acelero.
Voy a ciento veinte kilómetros por hora, ya no sé qué más hacer para que me deje en paz. Está claro que no se rendirá.
Mi teléfono suena en pocos segundos. Miro por el retrovisor y veo que se ha quedado atrás, por mucho. Ha dejado de manejar un momento, cada vez que avanzo más se aleja mi auto del suyo. Bajo la velocidad, pensando en tomar mi móvil para ver de qué se trata la notificación.
Es Jake. Me pregunto qué quiere.
Necesitamos hablar
12: 15 AM – Jake.
Sobre qué?
12: 16 AM – Nessa.
Detengo el auto para poder esperar bien el mensaje que está escribiendo.
Baja del auto
12: 16 AM – Jake.
Te alcanzaré
12: 16 AM – Jake.
Me llevo las manos cerca de mi boca para comenzar a morder mis uñas. ¿Qué le digo? Puede ser un imbécil, pero no me mandaría mensajes si no fuera algo necesario. Tengo ganas de enfadarme con él por hacer que le mande el siguiente mensaje:
Okey
12: 16 AM – Nessa.
Miro por el retrovisor: ha comenzado a avanzar a una velocidad permitida. Tarda en llegar más de lo que espero, pero no me quejo porque esa podría ser yo.
Me bajo del auto como él me lo ha pedido en cuanto apaga su auto detrás del mío. Me cruzo de brazos teniendo cuidado de no rozar con mis heridas, cuando veo que baja de su vehículo y camina hacia donde estoy. Quedamos cara a cara. Espero que me diga algo que me llame la atención, pero por unos segundos no habla, solo permanece parado, viéndome de una manera que no puedo identificar bien.
—Xander no está bien —suelta después de verme toda de manera descarada.
—Eso es obvio —digo. No es cosa nueva.
—No sabes a lo que me refiero, así que te pido que me prestes atención, ¿vale? —me pide y yo asiento en cuanto lo escucho—. Ayer lo escuché hablar por teléfono, no sé con quién hablaba, pero decía que pronto todo comenzaría que ellos no le ganarían y que se va a vengar del asesinato de Yeisy cueste lo que cueste.
—No es nada nuevo. Todo eso ya lo sabía.
—Y ayer también encontré un tipo diario —sigue sin que le importe lo que he dicho—. Creo que está obsesionado. He leído algunas páginas, menciona mucho a la familia Ingold: la familia loca.
—¿Obsesionado?
—Si. Así como escuchas: No creo. Lo está —me asegura —. Y no solo eso. También está o estaba obsesionado con Yeisy, ¿sabes? He tenido que soportar cada palabra de acosador loco que tiene ahí.
Me detengo a analizar sus palabras. ¿Obsesionado? ¿Con Yeisy? Eso si que no me lo esperaba.
—¿Estás seguro que está obsesionado? —dudo por un momento de que sea verdad. No es la clase de chico que conocí.
—Con solo decirte que hay fotos de ella pegadas con cinta —me asegura de nuevo. No veo rastro de mentira, pero aun así lo dudo. Yo he sido novia de Xander y nunca se ha demostrado así, nunca lo he visto escribir algo en un diario, por lo menos no cuando fuimos pareja. —. Y creo que eran pareja, acaban de serlo. Es lo que leí.