10. Todo está bien

El último descanso antes de salir a las vacaciones de mitad de año acaba de empezar.

Corro para llegar rápido al árbol donde me acostaba a ver el cielo, las mariposas y escuchar música junto a Félix cada descanso, aunque sea el último fueron momentos que cambiaron mi vida para bien y me ayudaron a conocerme a mí mismo, a conocer lo que puedo sentir y que no todos son una mierda.

Félix está ahí, sus ojos y su cabello verdoso moviéndose con el viento que está haciendo, se dejó el color de cabello solo porque a mí me gustaba.

Lo tomo de las manos y le doy un pequeño beso en su mejilla, cosa que lo hizo ponerse rojo. No puedo pensar en nada ni en nadie más, únicamente estamos él y yo, disfrutando ese momento juntos y en paz.

Él me mira un poco extrañado y alejado de todo lo que está pasando, parece que se está tomando muy normal que no nos volveremos a ver. Lo tomo más fuerte de la mano entrelazando nuestros dedos.

—¿Estás bien? —Pregunta al ver el taxi estacionado.

—Todo está bien, mejor que en mucho tiempo y eso es porque te conocí, sigue siendo la gran persona que eres, yo ahora soy una mejor y eso no habría pasado si no te hubiera conocido.

No me puedo ir sin antes hacer algo, le doy un beso, un beso que me hace recorrer electricidad por todo el cuerpo. 

Mi primer beso y el último con él, quien podría decirse que fue mi primer amor.