Pablo
Solo nos quedaban tres días y ella regresaría y yo debía volver.
No quería ser egoísta, quería hacer algo por los dos, pero ahora todo o parte se me estaba saliendo de control.
Después de recoger a Óscar al aeropuerto fuimos a un café, necesitaba saber que hacia aquí, además debía idear como dejar oculto a valentina mi vida de Londres, al menos por ahora.
- porque no pudieron esperar a que volviera? Solo me quedan tres días de paz!!! Que insoportable son!!!
- es, insoportable, es, no son, tu sabes que ella controla muchas cosas, hay que tenerla contenta.
-ya lo se, Óscar solo déjame, dame tiempo y privacidad no quiero que valentina sepa, aun no, por favor – dije un tanto alterado por la situación - le dije que venia un amigo a pasar unos días conmigo, a conocer el lugar, por favor apégate al papel, no me quedes mal por favor.
- pero si somos amigos – dice mientras toma más de líquido de su taza mirándome divertido - y si vengo a conocer, no todo es sobre ti bro.!! Además era ella o yo, así que tranquilo de mi parte esta es una visita normal, no es una en la que cuido de las espaldas de mi amigo, hermano o patrón, seré lo que tu quieras, además me caes bien, y se que también lo harías por mi
Después de ese encuentro las ansias y el estrés ganaron la partida, cada vez me queda menos tiempo, mi verdad se asoma, se interpone y la realidad de mi vida choca contra la razón.
No pude dormir, otra vez me vi saliendo de madrugada a correr, no podía escapar de mi verdad, pero aun no confiaba en valentina, y aun ni siquiera sé si esto que siento es amor, no estoy seguro de que pasara cuando sepa quién soy en verdad, aunque hemos cumplido el rol de amigos y ella ni siquiera ha dado la iniciativa ni un mal intento de demostrarme que siente algo por mi aparte de amistad.
Es posible que todo lo hubiera imaginado?, que ella y yo?, nuestro pasado?, pero y sus miradas?, oh Dios!! Esto es tan confuso.
Sé que la quise, y sé que mi corazón no la quiere dejar ir aunque la razón sabe que esto no es posible no hasta saber que ella me ama, como para aceptarme y hacer una vida en la que no me tenga que ocultar.
Tal vez vale no me olvido del todo, pero sus sentimientos, ella se cerró a amar, aun no me queda claro porque, pero me quedan tres días para entender que hacer y si será lo correcto.
Quizás debe ser así y al igual que el pasado dejar que ella decida por los dos.
Esto es muy poco tiempo para saber que quiero pero el tiempo en Londres también es poco para tomar decisiones
Estoy cansado!
Me a acuesto sobre la arena, y cierro los ojos esperando que el viento y la música de las olas se lleven mis pensamientos y me traigan repuestas, pero todo es silencio
-parece que no soy la única que le gusta el amanecer?, Solo que yo disfruto de la vista - abro los ojos y con una sonrisa inevitable la vi, no , no la vi ,la mire, me deleite en la vista que tengo en frente, agradeciendo la repuesta que me trajo el mar - si lo hago, pero me gusta el escuchar las olas romper – respondo mientras me apoyo en los codos para verla mejor ,- se sienta a mi lado, si esto es mejor, y seria todavía más si pudiera abrazarla, necesito calmar mi ansiedad y de alguna forma siento que ella, es mi medicina
- entonces, llego ayer tu amigo? – con voz nerviosa intentando seguir la conversación con esa familiar del pasado que ahora es nuestro presente
- si – soy escueto al responder pero la luz en su mirada me tiene ido, entrándome más allá, creyendo que siente igual al notarla nerviosa acomodando su cabello tras la oreja
- mmm, y sus ronquidos te hizo querer cambiar tu suave cama por otra al aire libre y algo dura, digo como es de arena, - lo dice soltando una risita, sé que está nerviosa tiene sus mejillas rojas, y ante mi monosílabo fue lo mejor que se le ocurrió para romper el hielo, puedo decir que la conozco, sus gestos, su tono de voz, sus ojos, su mirada.
Hay silencio, no puedo dejar de mirarla, de estudiarla y aún tengo esta sonrisa de payaso que no se me quita, no puedo soportarlo, me inclino hacia ella y acaricio su mejilla, ella cierra los ojos y suspira, los vuelve abrir y ahora distingo temor, confusión tal vez, debo hablar con ella, dos días, solo quedan dos días.
- quedan dos días! - Dice ella como leyendo mi mente
-así, es, - quito mi mano de donde estaba, y ella baja su mirada - hay que hacer algo, esta vez necesito tu ayuda con Óscar, no crees?
-que propones?
- cine, cena fiesta, baile, esta será nuestra última salida y luego empacar, así que hay que sacar provecho, así que pasamos por tú a las tres.