Todo lo que él nunca sabrá

Veinticuatro

Así continuaron los días.

Así continuamos hablando.

Así continúe sintiendo cosas por ti.

Así continue teniendo miedo de enamorarme.

Así continue teniendo miedo de dañarte.

¿Pero te cuento algo?

Tú hacías que me sintiera segura.

Tú hacías que a tu lado nada importará.

Todo mi mundo se paraba cuando estaba contigo.

Todo mi mundo se paraba cuando llegaba un mensaje tuyo.

Todo mi mundo se paraba cuando entraba una llamada tuya.

Era increíble la sonrisa de idiota que se formaba en mi cara cuando eso pasaba, era instantánea.

Los nervios me consumían viva, pero claro no podía demostrar eso.

Era tan increíble la reacción instantánea que causabas en mi.

La verdad...

Aun cuando por alguna casualidad de la vida estoy cerca tuyo o me cruzo contigo por algún pasillo es imposible no ponerme nerviosa.



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En el texto hay: historiacorta, mejoresamigos, historia real

Editado: 11.06.2018

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