Había llegado el día.
Se supone que iría al aeropuerto a buscarte.
Pero luego concluí que era mejor ir al otro día a tu casa.
Digo...
Ibas a llegar cansado y no quería intervenir entre el recibimiento de tus padres y tu hermano.
Al otro día te vería.
Al otro día te tendría frente a frente.
Oooh...
Estaba tan nerviosa.
Estaba tan contenta.
Estaba tan emocionada.
No veía el momento de que llegaras.
Y por fin llegaste.
¡Ay! Que nervios.