Tu amor ilumina mis días.

Ni siquiera encuentro las palabras para expresar esta agonía que estoy pasando, no sé cómo puedo hacer para expresar el enorme dolor que estoy sintiendo y que no me cabe dentro del pecho.

Te has ido, y contigo se ha ido mi vida. Sigo viva por ti y no puedo dejar de cuestionarme si debería seguir viviendo o si ya es momento de irme ahora que ya te has ido.

No dejo de preguntarme por qué tuviste que irte en este momento cuando más lo necesitaba y no puedo dejar de culparme por tu partida.

Dibujaste estrellas sobre mis cicatrices y ahora estoy sangrando.

Me estoy muriendo, sí, me estoy muriendo de amor. Puede que tú nunca lo entiendas porque eres tan cobarde que te niegas a admitir que amas con locura a una persona como yo. Sin embargo, al menos en el fondo de tu corazón sabes que no hay nadie que puede ocupar mi lugar.

Porque yo soy un maldito desastre y un desastre como yo no merece ser amado ¿cierto?

Dijiste que nunca ibas a dejarme sola, que siempre iba a poder contar contigo cuando me sintiera mal. Me prometiste ser mi punto de partida una y otra vez, dijiste que yo era tu estrella. Dijiste que yo era la única estrella que nunca iba a dejar de brillar para ti, que yo era lo que siempre habías buscado, que mi amor iluminaba tus días.

Entonces no dejo de preguntarme porqué me dejaste.

¿Acaso ella puede amarte de la manera en la que yo te amo? Ella nunca podrá darte el mismo amor que yo te di. Pero si la has elegido a ella, y en parte puede que yo tenga la culpa de aquello, no hay nada que pueda hacer para que recapacites.

¿Acaso la soledad hizo que la buscaras a ella? Nunca lo admitirías, no obstante, sabes que ella jamás va a poder darte todo lo que yo he podido darte. Porque de qué sirve que puedas verla todos los días, abrazarla o besarla si ella nunca va a poder iluminar tu mundo como yo lo hacía. De nada sirve que te alejes porque los sentimientos no cambian solo porque te vayas. Porque tú me amas como a nadie.

Tu amor ilumina mis días.

Tu amor iluminaba mis días.

Y ahora que te has ido me pregunto cómo voy a sobrevivir.