La busqué, la busqué y finalmente la encontré… después de buscarla tanto por mucho tiempo, claro no me di cuenta en seguida la busqué por todos lados, la busque en medio de las sombras, cuando ella se encontraba en medio de la luz, tan brillante, esperando ser vista. Creo que soy muy tonto de hecho, pues demore tanto tiempo en notar los posters gigantes y toda la publicidad llena con su imagen, hasta que escuche el nombre de una cantante llamada Sarina, bueno no me importaba la vida de ningun famoso, ya tenia demasiados problemas con la mia como para estarme fijando en la vida de alguien mas, hasta que un dia vi un poster suyo, es verdad había cambiado mucho pero eso no impidió que la reconociera de inmediato.
Lo que más me sorprendió era saber que ella era Sarina, en ese momento todo tuvo sentido su nombre y su seudónimo eran muy parecidos en realidad, por que no lo pensé antes. Quería ir corriendo a verla en ese preciso momento, pero estaba seguro de que si me presentaba asi como asi nadie me prestaría atención, asi que decidi volver a casa y utilizar mi influencia para poder contactarla nuevamente, ya saben no es que le den información privada sobre un artista a un fan desconocido, y la mejor forma era presentandome como lo que realmente era. Además no quería que pensaran que era un acosador o algo parecido.
Cuando volví a casa mamá aún parecía muy enojada pero al parecer todo el tiempo que pasó le había ayudado a poner un orden y refleccionar sobre todo lo que había hecho, aunque papá seguía sumergido en su profundo sueño el doctor dijo que ya no corría ningún peligro, al parecer había comenzado a reaccionar poco a poco y era solo cuestión de tiempo para que despertara. Lo esperaba con ansias de cierta forma todo se iba arreglando de a poco y yo debía poner de mi parte para que fueran mucho mejor primero me dedique a estabilizar la empresa que durante mi ausencia apenas había logrado mantenerse en pie, tambien hable con mamá, esta vez se comportó mucho más comprensiva y aunque no todo era completamente de su agrado parecía entender mis sentimientos. Me esforcé mucho durante varios días, además no es que pudiera dormir así lo quisiera, un montón de pensamientos invadían mi mente y no me permiten descansar.
Pero valió la pena, pronto la empresa tuvo un gran progreso, y… encontré la excusa perfecta para contactar con su agencia, era una oferta tan tentadora que era imposible que se negaran.