05: Cásate conmigo
Narrado por Marianne:
Mi padre aún sigue internado, según los doctores, no quieren arriesgarse a que pase a mayores, según mi padre él está mejor que nunca.
No hemos hablado del tema de la empresa, ya que ellos no saben que yo lo sé y es mejor así, porque si es que ellos lo saben no me dejaran hacer nada para ayudarlos.
Y yo haré lo que sea para que la empresa de mis padres no quiebre.
Narrado por Joshua:
Me levanto temprano hacer un poco de ejercicio antes de ir a la empresa. Salgo a correr y mientras lo hago me pongo a pensar en lo que voy hacer ¿Cómo voy ha mentir a mi madre? Si ella es la más emocionada para que su único hijo se case y cuando se entere de que todo esto es una mentira para conseguir la empresa, es capaz de desheredar me.
Mi cuerpo choca con otro ya que estoy tan sumido en mis pensamientos que ni se donde estoy parado.
- ¡Hey! Bro ¿Qué tal?—. Que bueno que fue con Adam.
- Jodido, no quiero ni pensar en lo que me hará mi madre cuando se entere de la farsa que voy ha armar—. Me va ha matar.
- Que bueno que no estoy en tu posición, la señora Margareth da miedo cuando se molesta—. Se burla.
- Si me hundo, tú te hundes conmigo, así que ayúdame a que lo haga perfecto—. Lo miro burlón y este me da un empujón amistoso.
- Bueno ¿Ya pensaste en como se lo vas ha decir?—. Oh mierda .— Por la cara que pusiste defino que no lo hiciste, pero no te preocupes yo te voy ha ayudar, he visto muchas telenovelas—. Hace una pose extraña y me río.
- Habla rápido que no tenemos mucho tiempo—. Con su paciencia llegaré tarde a la empresa.
- No me jodas, eres el jefe—. La puntualidad es lo mejor.— Bueno, primero haste el que no sabía nada—. Paso uno.— Luego haste el sorprendido—. Paso dos.— Apoyala—. Paso tres.— Luego hazle la propuesta—. Paso cuatro y último.
- Por eso eres mi mejor amigo idiota-. Nos carcajeamos y luego recuerdo la hora—. Ahora sí, vete a alistarme para ir a la empresa.
- Como mande capitán—. Hace una seña de militar y se va trotando a su casa.
Me rio de las ocurrencias de mi amigo y lo imitó hacia mi casa.
***
Salgo del ascensor y mi vista cae en mi perfecta secretaria que parece que está sumisa en sus pensamientos, la voy ha asustar.
- BUENOS DÍAS SEÑORITA BROWN—. Quise reirme de su cara pero si lo hacía ella era capaz de dejarme sin hijos.
- Buenos días señor O' Donell—. Respondió entre dientes.
Le guiñe un ojo y me adentré en mi oficina.
∆
La mañana paso tranquila y ocupada, ya era hora de almuerzo y iba a poner en práctica mi plan.
Salí de la oficina y me dirigí al escritorio de mi secretaria.
- Alistese señorita Brown, irá a almorzar conmigo—. Le reste importancia.
- ¿Llevo mi libreta? ¿Veremos a unos clientes?—. Siempre pensando en trabajo.
- No, solo yo y usted, así que apresurecé—. Por favor que diga que si.
- Bueno—. Dicho esto se levantó y me acompañó. Yo célebre en mi mente.
Narrador omnisciente:
La tensión en la mesa era palpable, Joshua no sabía que decir y Marianne se mantenía sumisa en sus pensamientos.
- Bueno... ¿Cómo está tu padre?—. Joshua quiso romper el silencio.
- Mejor, pero sigue internado, los doctores dicen que no quieren arriesgarse a que vuelva a pasar—. Marianne aún seguía sin entender el porqué Joshua la había invitado a almorzar, no era muy común en él.— ¿Cómo le fue con el abogado de su abuelo?.
- Mal—. Joshua está sacando la conclusión de que Marianne no sabe de la quiebra de la empresa de su padre.— ¿Y ya sabe que paso para que su padre reaccionara así?.
Marianne lo pensó y creyó que sería inútil mentirle a una persona como Joshua, igual se iba a enterar ¿Para que mentirle?.
- No te voy a mentir—. Joshua agradeció en silencio.— La empresa de mi padre está en la quiebra.
Ahora Joshua se preguntaba en seguir el plan o hacerlo a su cuenta. ¡A la mierda el plan de Adam!.
- Pues entonces mí problema no es tan grave como el tuyo, tengo que buscar una esposa para que mis padres me a prueben---. Joshua no supo el por que le mintió pero sintió que era lo correcto .--- ¿Te puedo hacer una pregunta?.
Marianne asintió.
- ¿Qué serías capaz de hacer para salvar a tus padres de la bancarrota?—. Joshua pensó que había sido muy directo.
Pero Marianne ni lo pensó.
- Lo que sea—. Respondió sincera.
- Cásate conmigo—.