Todo por el maldito contrato (ae #1)

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10: ¿Reconciliación?

Narrado por Marianne:

Ya paso una semana desde la cena, la verdad resultó hermosa, su familia un es todo un caso, pero después de la cena, Joshua no me dirigió la palabra.

Bueno nuestra interacción es estrictamente profesional, de Jefe-secretaria. De ahí no pasa.

No quiero hacerme ilusiones de que por mi va ha cambiar, en toda esta semana he visto mujeres casi sin ropa andar por la oficina de Joshua.

Mentiría si dijera que no me duele, me duele una mierda. Odio lo que siento, me odio a mi misma por caer en su juego.

Pero lo disimulo muy bien.

Narrado por Joshua:

Ha pasado una semana, una puta semana en la que no he hablado con Marianne, sé que he sido un puto sin corazón. Pero después de la fiesta creí que era mejor darle su espacio para pensar. Y no se que se me pasó por la cabeza al traer a tantas mujeres a mi oficina, pero un hombre tiene necesidades.

Pero pudiste haberlo hecho en un hotel lejos de la vista de Marianne, como estipula el contrato-. EL CONTRATO SE EJERCE CUANDO NOS CASEMOS, NO AHORA- Entonces ¿Te gustaría que te haga lo mismo? ¿Que se pase con cualquier hombre? ¿Que la bese? ¿Que la toque como tu no lo haces?-. LO MATO, NADIE PUEDE TOCARLA, SOLAMENTE YO-. Entonces déjate de tonterías y arregla las cosas con ella.

Mi conciencia tenía razón, debo arreglar la cosas con Marianne, pero no creo que quiera escucharme ahora después de todo lo que le he hecho pasar.

Escucho unos leves golpes y se perfectamente que la única que toca así es la mujer que inunda mis pensamientos, Marianne.

- Pasa-. Respondo con un nudo en la garganta.

- Señor O' Donell, le recuerdo que a las 12 tiene que almorzar con el señor Travis Park-. Dice con voz profesional sin despegar la vista de su libreta.- Luego lo llevara a recorrer las instalaciones de la nueva constructora.

La miro unos segundos y después suspiré frustrado.

- Tendrás que acompañarme a la reunión, claro después de que tu y yo hablemos-. Me levanto y veo como me examina con la mirada, bajo esos hermosos ojos hay ojeras que demuestran la falta de sueño.

- ¿De que tenemos que hablar señor O' Donell?-. Su voz profesional me pone mas ansioso de lo que ya estoy.

- De nosotros Marianne-. Me acerco más a ella pero ella se aleja.

- No hay ningún nosotros Joshua-. Como me gusta escuchar mi nombre en sus labios.

- Claro que lo hay Ann, no lo intentes negar-. Me acerco más rápido y la aprisionó contra mí cuerpo, ella intenta soltarse de mi agarre pero lo único que logra es que su cabeza quedé en mi pecho, estoy seguro que los latidos de mi corazón están apresurados, es lo que ella produce en mí.- ¿Escuchas eso Ann? ¿Escuchas como mi corazón se vuelve loco cuando tú estas cerca? Eso solo tú lo provocas.

- Yo... No te entiendo Joshua, aveces me tratas bonito, luego te olvidas de mí, y sigues con la misma rutina-. Se tranquiliza.- No quiero entregarte mi corazón, porque sé que luego me lo vas ha tirar en la cara.

- Nunca haría eso Ann-. Susurro con tranquilidad.- Te estás convirtiendo en lo más importante que...

El maldito teléfono no me deja continuar, lo contesto de mala gana.

- Joshua O'Donell-. Respondo en tono profesional.

- Señor O'Donell, le habla la secretaria del señor Park-. ¿Y a que hora que quiere?.- Le llamaba para avisarle que ha surgido un problema. El señor Travis dice que si ahora puede reunirse con él, luego tiene otro asunto.

- Dentro de 30 minutos estoy ahí-. Colgué.

Marianne se había alejado mientras yo hablaba por teléfono. Gruñí por la lejanía.

- Marianne... -. Comencé.

- ¡No! Ya no quiero escucharlo, mire que sin que hallamos formalizado una relación ya me hizo daño-. Auch .- Desde ahora la relación que tendremos sólo será por el contrato y la deuda que le debo. Sin sentimientos ni nada por estilo. Por que al parecer lo único que te importa a ti es el contrato.

- Pero Marianne... -. Quise acercarme, pero ella se alejó.- Yo...  No sé que me pasó, nada puede justificar mí falta, te imploro que me perdones por todo lo que te hecho pasar estos días. ¿Crees que en algún momento tengamos una oportunidad? .

Ella me miró pensativa. Suspiró y dijo:

- No lo sé... ¿Me darías un tiempo para pensarlo?.

- El que quieras Marianne .- La estreche en mis brazos y ella se mantuvo rígida.

- Te pido que mantengamos el contacto físico muy lejos-. La mire extrañado.- No quiero que me toques. Quiero pensar mejor.

- No creo poder aguantar cariño mío-. Se alejó de mí.

- Pues te tendrás que acostumbrar-. Umm .- Ahora es mejor que vallamos a la reunión. Se nos está haciendo tarde.

- Oh si, claro-.

***




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