28: Metida de pata.
Anne pagó el taxi y se recordó una vez más que debería ir a recoger su coche del taller. Se le había estropeado hace más de una semana y ella no podía gastar más en pasajes.
Entro a la empresa con un humor de perros, no había podido conciliar el sueño en toda la noche. Joshua no había vuelto al departamento y ella estaba preocupada.
¿Y si le había pasado algo? —. Pensó Anne mientras se dirigía a recepción.
- Hola Samanta —. La joven recepcionista le lanzó una sonrisa falsa .— ¿Sabes si el jefe ya llego?
Sam dudo unos minutos en contestar su pregunta, hoy había visto al jefe con un humor terrible y no quería que se las apañara con ella, suspiró: - Si, llego hace media hora.
- Gracias Samanta —. Se dirigió al ascensor, un poco molesta pulso el botón de su piso y espero ansiosa.
Las puertas se abrieron y ella no dudo en salir corriendo hacia la oficina de su jefe, ese tarado la había dejado con una preocupación tremenda durante toda la noche.
Azorada abrió la puerta de la oficina de Joshua sin siquiera molestarse en pedir permiso.
Joshua alzó el rostro con el ceño fruncido ante aquella entrada y miró fijamente a su prometida queriendo decirle con la mirada que se fuera.
- Bueno, creo que yo mejor me voy. Hablamos luego —. Adam se levantó de su asiento, ya que había estado conversando con Joshua sobre la economía de la empresa, al parecer había una falla en los ingresos últimamente. Paso por el lado de Marianne y la saludo con un asentimiento de cabeza .— Marianne.
Apenas la puerta se cerró, Joshua esperó a que ella se disculpará por haber irrumpido así en su oficina, pero espero en vano por que al parecer a su prometida el gato le había comido la lengua, o tal vez Connor.
Molesto por sus pensamientos, prosiguió a regañarla: - ¿Que maneras son esas para ingresar a mi oficina, señorita Brown? —. Soltó con frialdad .— ¿Que tal si hubiera estado con un socio importante? ¿Acaso no se pone a pensar antes de actuar?
Anne agachó la cabeza apenada, la verdad era que se había dejado llevar por sus impulsos y no pensó bien las cosas: - Lo siento, no volverá a pasar.
- Eso espero o si no me veré obligado a tomar otras medidas con usted —. Joshua se giró y se dirigió a su gran ventanal con una vista preciosa de toda la ciudad .— Eso es todo, te puedes retirar.
Anne lo miro atónita, él nunca la había tratado así, mucho menos en el trabajo y se enfado cuando recordó el motivo de su visita: No —. Su prometido giró rápidamente y la miró molesto .— ¿Donde estuviste toda la noche? ¿Sabes lo preocupada que estaba? ¡No regresast...
Joshua la interrumpió aún más molesto: - Número uno: Le pido amablemente que me trate con respeto, recuerde que soy su jefe y puedo despedirla por negligencia al hablar —. Anne abrió la boca para contestar pero la cerró al instante cuando vio la mirada encolerizada de su prometido .— Número dos: Mantenga la vida privada apartada de la vida procesional, señorita Brown. Hablaremos de ese asunto fuera de las instalaciones de la empresa.
- Pero...
- Puede retirarse, estoy muy ocupado para perder mi tiempo —. Soltó Joshua mientras se dirigía a su escritorio a revisar algunos papeles, fijo la vista en su secretaria que aún seguía de pie en su oficina .— ¿No me oyó?
Anne lo miró molesta y salió de la oficina antes de matar a su prometido con sus propias manos.
Caminó hacia su escritorio y ni siquiera tuvo tiempo de sentarse por que ya se vio corriendo hacia una modelo que acaba de llegar y se dirigía a la oficina de su jefe.
Seguro era una de sus tantas amantes en el pasado y como ella era la encargada de despacharlas antes de que llegaran a la oficina, corrió y la tomó del brazo. La morena fijo la vista en la mano que esta enrollada a su brazo y luego la miro amenazante.
- Disculpe señorita no puede entrar ahí —. Aseguró Marianne al mismo tiempo que retiraba su agarre.
- ¿Esta Joshua? —. Preguntó la morena al mismo tiempo que movía su pie impaciente.
- No puedo darle esa información señorita —. Dijo Anne con los dientes apretados.
- Okey, entonces aparta que estorbas —. Anne no se movió de la puerta .— Tengo que hablar con Joshua de algo importante.
- Déjeme le avis...
Anne se vio interrumpida por el sonido de la puerta siendo abierta.
- ¿Que sucede? —. Preguntó Joshua.
- Esta señorita dice que tiene que hablar con usted algo importante, le dije que se...
- Te puedes retirar, yo solucionare esto —. Joshua se acerco a la modelo y le dio dos besos en sus mejillas .— Hola Rachel, pasa por acá.
Atónita, la rubia vio como su prometido agarraba de la cintura a esa chica y la guiaba hasta su oficina, después que cerro la puerta sintió su cara arder de furia.
¿Acaso no era él el que proclama su amor ayer? ¡Ahora se ha encerrado con una modelo en su oficina! —. Pensó Anne mientras bufaba.