Isabella quedó sorprendida al ver aquel joven en el mismo salón que ella. Se preguntó en ese momento que hacia aquí, pero más era su curiosidad el saber porque su prima conocía al joven sentado a su lado que lucía como si estuviese en una novela dramática
- Bueno jóvenes amigos me retiro, parece que aquí estoy de más y no me gusta ser el mal tercio. – Aquel joven se paró de su asiento y se dirigió hacia Isabella. – Isabella un gusto conocerte, nos vemos en la siguiente clase. - Se dirigía hacia la puerta cuando se detuvo al frente de Melanie. – Princesa se te antoja escapar de este ambiente incomodo y pasar una tarde conmigo. – Y antes de que Melanie responda se la llevó del salón, dejando a los jóvenes en aquella sala con su ambiente tenso.
Ambos jóvenes se observaban fijamente y no dijeron palabra alguna en minutos hasta que Antonio decidió romper el ambiente tenso creado por ellos.
-No sabía que asistias a esta universidad. – Antonio le preguntó a la joven pensando que es algo obvio. Cómo iba a saber a qué universidad asistía, si no tuvieron una conversación a fondo.
-Es la mejor del país y la más aplicada para la carrera. – Isabella le contestó rápidamente sin saber porque le dio esa información. – Recuerdo que me comentaste que estudiabas en USA, no en Colombia. – Le preguntó ya que era el único recuerdo decente que tenía.
-Me transferí por asuntos familiares y por las clases del parcial, solo que no pensé encontrarte en el mismo lugar. – Le respondió dándose cuenta que no quedaba ningún joven en el salón. – Quisieras tomar algo, la siguiente clase empezará pronto. – Le pregunto esperando que acceda a su invitación.
Isabella pensó en rechazarlo, pero en ese momento tuvo apetito de chocolate.
-Me apetece mejor una comida, no he desayunado. – Isabella le contestó recordando algunos fragmentos de aquella noche.
-Me parece perfecto yo invito. Solo que tendrías que guiarme porque no conozco el campus. – Le respondió levantándose junto con Isabella.
-Claro, salgamos del salón antes de que nos saquen a la fuerza. – Le contestó guiandolo hacia el restaurante. –De donde conoces al joven que estaba conversando conmigo. - Le preguntó esperando saber el nombre de aquel joven que se fue con su prima.
-Es Lucas, mi mejor amigo, el más joven en su clase por lo mismo está cursando estas clases siendo menor de edad. – Le respondió caminando por un callejón algo oscuro.
-Cuántos años tiene, no parecía mayor a dieciocho. – Le preguntó saliendo del callejón.
-Tiene diecisiete pero es más maduro que yo, técnicamente es más maduro que sus propios padres. – Respondió Antonio murmurando, pero Isabella sí lo alcanzó a escuchar.
-La edad de una persona no justifica su madurez y los adultos tienen más conocimiento porque han vivido más cosas que los jóvenes. – Isabella le respondió recordando su historia.
-Aunque hay veces en las que los jóvenes viven más cosas que los adultos, o en algunos casos cosas que nadie ha vivido. – Antonio respondía esperando poder cambiar de tema.
-Te entiendo y comprendo. Pero, cómo aceptaron a Lucas si no está en la universidad, ah no ser que se traslade a este campus. – Respondió Isabella con una emoción y en ese momento tuvo un mareo tan fuerte que tuvo que detenerse ya que fue muy fuerte que tuvo que sostenerse de Antonio para no caerse, pero no funcionó ya que terminó desvanecida en el suelo del campus.
-Por Dios Isabella, te sientes bien. – Antonio le preguntaba sosteniéndose de su cintura.
-Sí, creo que es porque no he comido nada en días, ya era hora que me pasara algo así. – Le contestaba al joven, poniéndose de pie con la ayuda de él.
-De que estas hablando, te llevare al hospital. – Hablaba con firmeza Antonio poniendo de pie a Isabella sin lastimarla.
-No te preocupes, es algo pasajero. - Le contestaba sujetándose de él ya que se sentía muy débil.
-No es algo pasajero, me dices que llevas días sin comer y aun así no le das importancia. Te llevaré donde un médico. – Le contesto mientras se dirigía hacia su auto.
-Un médico no, Antonio por favor no un... - Y no pudo terminar la oración ya que se desvaneció encima de Antonio perdiendo el conocimiento de inmediato.
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Melanie se encontraba en la cafetería del campus conversando cómodamente con Lucas, ya que para haberse visto hace unas semanas tenían mucho por contarse.
-Estoy muy feliz por ti, por fin te le declaraste. – Le hablaba animosamente no haciendo caso al ruido de su teléfono. - Y ella te aceptó. – Terminó de hablar, sacando su teléfono de su bolso y cuando quiso ver quién era, este se apagó dejándola sin teléfono celular.
La batería se había agotado.
-Claro que sí, nuestro amor es mutuo y espero que nunca muera lo que sentimos. – Lucas le respondía sintiendo que su teléfono emitía su vibración cuando estaba entrando una llamada. -Discúlpame unos segundos Mel, ya que parece que es importante.
En ese momento entró otra llamada a su celular y se dio cuenta que era su amigo.
-Lucas, aún sigues con Melanie. – Al otro lado de la línea se encontraba un alterado Antonio que llevaba en su auto a Isabella al hospital.
-Que tienes Antonio, que sucedió. – Lucas de inmediato entendió que algo había sucedido.
-Isabella se desmayó y la estoy llevando al hospital. Por favor si estás con Melanie ve directo al lugar. – Antonio le respondió a Lucas mirando a su lado donde se encontraba Isabella inconsciente.
-Qué pasó con Antonio, Lucas. – Preguntaba Melanie a su acompañante.
-Isabella se desmayó y la está llevando al hospital. – Le respondió Lucas levantándose de su asiento y pagando la cuenta.
-En el campus hay un hospital, porque no la llevo ahí. – Le preguntaba Melanie con curiosidad a Lucas.
-No lo sé Mel, pero Antonio sonaba preocupado y él nunca se preocupaba de nada. – Le respondí observando cómo la joven dudó en levantarse.
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Editado: 18.06.2021