Las jóvenes estaban preocupadas y asustadas por el ruido que escucharon y aunque intentaron abrir la puerta esta no abrió. Lo que escuchaban eran pasos, murmullos y el sonido de una puerta cerrándose. Melanie intentó gritar, pero Sofía se lo impidió.
-Silencio Melanie. – Le dijo y le tapó la boca con su mano.
-Qué estás haciendo, suéltala. – Le decía Isabella empujándola y alejándose de su amiga.
-Cállense y escuchen. - Les dijo y escucharon voces arriba de ellas.
-¡Donde mierda están! – Gritaba un hombre y lo identificaron como Alfonso, su tío.
-No lo sé señor, Melanie e Isabella quedaron en la habitación y cuando regresé para la revisión encontré a Sebastián en el suelo. – Identificaron la voz como el médico que atendió a Isabella.
-Está muerto. – Le preguntó.
-No señor, solo inconsciente por el golpe. – Le contestaba el médico, y las jóvenes no entendían nada de lo que pasaba.
-Bien, revísalo y cuando despierte llámame para interrogarlo. - Se escuchaban pasos y el sonido de la puerta.
-Que mierda- Sofía volvió a interrumpir a Melanie haciendo una seña con la mano.
-Muy astutas, pero juraron su sentencia de muerte. – Escuchaban la voz del doctor y el sonido de la puerta.
Las jóvenes no decían nada solo siguieron a Sofía que empezó a caminar en la oscuridad. No veían nada y unas veces Isabella tropezaba, Melanie la sostuvo de su brazo y perdieron a Sofía.
-Sofía. – Hablaba Isabella intentando ver algo.
-Aquí, caminen recto unos tres metros. – Escuchaban su voz y caminaron hasta su amiga.
Llegaron donde Sofía y esta le dijo que faltaba poco para llegar a su salida.
-Llegar a donde, Sofía donde estamos. – Preguntaba Isabella.
La joven no contestó y caminaron hasta que no escucharon nada y se preocuparon. Todo estaba oscuro y cuando llamaron a Sofía, está no contestó. Se preocuparon más cuando se sintieron observadas y gritaron cuando la luz se encendió.
-Porque gritan. - Preguntaba Sofía sobándose los oídos por el eco del lugar.
-Donde mierda estabas y porque no contestas. – Isabella hablaba con rabia.
-Estaba buscando el interruptor y no lo encontraba, hemos llegado. – Les decía mostrando el lugar con sus brazos abiertos.
-Donde mierda estamos Sofía. – Le preguntaba Melanie mientras Isabella observaba el lugar.
Le parecía conocido el lugar y se dio cuenta que tenía lo mismo que el refugio anterior. Todas las cosas en el mismo lugar, parecía una copia. Regresó a ver a Sofía y se acercó a Melanie.
-Tu estas con ellos. – Le decía a Sofía y esta no entendía nada. – Sabías la verdad desde el principio. – Seguía hablando.
-De qué estás hablando. – Le pregunto a Isabella, ya que no entendía nada.
Melanie observaba el lugar y entendió de qué estaba hablando Isabella.
-Sofía tu estas con ellos, estas de su lado. – Una alterada Melanie hablaba.
-No entiendo de qué están hablando. - Sofía empezaba a alterarse y a defenderse de las acusaciones de sus amigas.
-Cómo conoces este lugar. – Le preguntaba y Sofía no contestaba. – De donde conoces este lugar, quién te lo mostró. – Isabella le gritaba y aun no contestaba.
-Es la copia del refugio al que Antonio nos llevó cuando Isabella estuvo en el hospital. – Le decía no queriendo pensar mal de su amiga. – Para ser el mismo lugar tiene que pertenecer a su familia. – Le termino de decir y Sofía entendía poco a poco.
-Sebastián me dijo como llegar y del plan para escapar. – Le decía mientras buscaba donde le había dicho. - Me dijo que cuando lleguemos busque en el cajón del mueble y me lleve la cartera, que nos ayudaría a escapar hasta que él nos llame. – Les decía encontrando la cartera y llevándose la sorpresa al leer el nombre marcado en esta. – No es posible. – Susurraba para sí misma.
-Qué es eso. – Isabella le quitó la cartera leyendo el nombre grabado. – Antonio Sánchez, no, no puede estar con él. –Se repetía a cada rato.
-Mierda, debemos salir de este lugar. – Decía Melanie intentando encontrar una salida. –Que más te dijo Sebastián, tienes que decirnos todo. – Le dijo sosteniéndola de los hombros. – Todo Sofía. – Le volvió a repetir ganándose un asentimiento por parte de Sofía.
-Cuando entraste a ver a Isabella, me llevó hacia la cafetería y me dijo que tenía un plan. - Les decía mientras Isabella las llevaba hacia el sofá. – Me dijo que tenía una salida para nosotras, pero incluía que salga algo afectado. Me contó sobre el plan de mi tío al querer intercambiar al bebé por Gabrielito, y sobre que ellos te habían encontrado. Me dijo que cuando estemos todos en la habitación nos entregaría un bolso y las instrucciones que nos dijo que ustedes ya saben, incluido que se golpearía muy fuerte la cabeza para hacerse pasar por herido y así poder escapar. No deberíamos volver hasta recibir su llamada o hasta que el bebé nazca, me entregó una dirección y un teléfono para comunicarnos si regresamos después que el bebé nazca. No debemos preocuparnos por Gabrielito, mi tío hará lo posible para rescatarlo y vengar la muerte de la familia. – Les dijo observando la reacción de las jóvenes. – Y lo más importante, debemos salir del país, porque ellos fácilmente nos pueden encontrar en la ciudad, pero fuera del país no son tan poderosos.
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Editado: 18.06.2021