Verónica Leiva
A pasado una semana desde la pelea,hace dos días Onur,me llamó diciéndome que hoy viajariamos a Italia.
Tengo las maletas hechas,pero no tengo ganas de levantarme,hoy no es un buen día para mí,no quiero salir de mí habitación.
A duras penas me levanté para arreglarme,debo hacerlo,no puedo dejarme caer otra vez.
Bajé las escaleras con mis maletas en mano, y las coloque cerca de la puerta.Al poco tiempo el timbre sonó,me acerqué y abrí encontrándome con Onur,vestido con uno de sus trajes que le quedan fenomenales.
Hoy es la primera vez que lo veo en esta semana,solo a llamado un par de veces y listo.
—¿Lista?
—Sí.
Tomó mis maletas y las llevo a su auto colocandolas en el maletero.
Cerré la puerta y caminé hacia él,quien me abrió la puerta del copiloto,entre y cerró la puerta,se montó a mi lado y encendió el auto.
—Quiero hacer una parada,antes de ir al aeropuerto—dije mirándolo.
—¿Donde quieres ir?
—Al cementerio.
[.....]
Estar aquí siempre me da escalofríos,cuando cruzas el gran portón del cementerio,es como si todo fuera más pesado,se siente frío y tétrico,que a veces da miedo.
Camine entre las lápidas,con Onur siguiendo mis pasos,me detuve al estar frente a aquella lápida que frecuentaba mucho.
Teo Smith
Descansa en paz pequeño angel.
17/02/2009 2/03/2014
Mi pequeño angel,está aquí.
No,no era mi hijo,bueno al menos no biológico.
—Hola pequeño—me arrodille delante de aquella fría lápida y acomodé las flores que se ven frescas.No soy la única que lo visita—Sólo vengo a despedirme,no creas que me olvidaré de tí,volveré algún día,lo prometo.—Bese mi mano y luego la apoye sobre el frío cemento.
—¿Era tú hijo?—murmuró Onur arrodillandoce a mi lado.Lo mire,tenía unas inmensas ganas de llorar.
Onur Steins.
Seguí sus pasos en aquel cementerio hasta que se detuvo frente a una lápida.La vi arrodillarse delante esta y observe la foto de un niño de no más de cinco años dentro del cristal.
—¿Era tú hijo?—murmuré arrodillandome a su lado, luego de escucharla despedirce.
No se ve como la mujer que conocí,ni la que vi sobre aquel ring,esta mujer está vulnerable,rota.
Me miró y noté sus ojos cristalizados.
—Sí—respondió mordiendo su labio inferior bajando la cabeza por un segundo—Bueno,era mi hijo de corazón.
—¿Cómo?
—Pues...Yo toda mi vida estuve en un orfanato,sola,hasta que un día llegó una mujer cargando un bebé de no más de dos semanas de nacido,lo entrego a la madre y se marchó,la madre me lo dejó a cargo ya que era mayor entre todos los niños,las primeras noches que se quedó conmigo lo odié,sí,odié a un bebé—rió—No sabia que hacer con él,lloraba en todo momento y no sabia como tratarlo.Solo tenía 13 años en ese entonces.Poco a poco fui acostumbradome a él,aprendí sola a cuidarlo.—se detuvo un momento—En ese tiempo estaba en cosas ilegales,sí,era una niña,pero ¿que importaba?,estaba sola,no me importaba nada,me hice novia de uno de los líderes de una pandilla muy peligrosa y cuando llego Teo,lo dejé todo,lo dejé a él,la pandilla,todo por mi pequeño.Pasó el tiempo cuando comenzó a decir sus primeras palabras y luego dar sus primeros pasos—sonrió—Comenzó a llamarme mamá y yo no podía estar más feliz—una lágrima rodó por su mejilla izquierda,sin pensarlo envolví su cuerpo con mis brazos—Cumplió sus cinco años,y a los días yo cumplí mis dieciocho,lo que significaba que debía irme del orfanato,el problema estaba en que no podía llevarme a Teo conmigo,pero a la madre no le importaba el amor que le tenía a ese niño,a a rrastras me sacó de ahí, y me marché escuchando sus gritos suplicar que no lo deje, que se portaria bien, él creía que me iba por que había echo algo malo.Me fui con la promesa de que volvería por él.—tomó una larga respiración,y se aferró a mi camisa—Un mes después volví por él,conseguí papeles para que me den la custodia,pero cuando llegué—sollozo—cuando llegué me encontré con una masacre,habían ambulancias y patrullas por todos lados.Solté los papeles y corrí entre todos los muertos,los oficiales quisieron detenerme,pero no pudieron,corrí solo buscándolo a él,pidiendo a quien sea que él estuviera bien,llegué a su habitación—se aferró más a mí—Llegué a su habitación,y lo encontré...lo encontré en el piso—sollozo—Tenía sus ojitos cerrados,y una herida de bala en el pecho.Fue mi ex,él lo hizo,sabía que no se quedaría quieto,que no estaría contento al saber que dejaba todo.—se separó de mí,y llevo su mano al bolsillo de su abrigo,sacó un papel y lo desdobló—Este dibujo...estaba en su mano—eran unas personas dibujadas con un círculo y palitos arriba de cada uno estaba escrito con mala caligrafía Mamá y Teo—Fui cobarde y huí de la pandilla a la cual pertenecía,fui cobarde y por eso me lo quitó,para que aprenda que de eso no se sale nunca,fui cobarde y por eso él ya no está conmigo—sus sollozos aumentaron al igual que sus lágrimas.
—No fuiste una cobarde...
—Si lo fui.
—No—tomé su rostro en mis manos—Lo dejaste todo por él,por el amor que le tenías—negó con la cabeza—Nada de lo que pasó fue tú culpa.
—Yo...
—Es hora de irnos—la interrumpí,limpiando sus lágrimas con mis dedos.
La tomé de la mano ayudándola a levantarse,se despidió una vez más y luego salimos del frío cementerio.
[....]
Observe su perfil un momento antes de despertarla,se quedó dormida de camino al aeropuerto,no lloró más después de salir del cementerio,salió de ahí como si nada hubiera pasado,tragándose el dolor que a de estar sintiendo.
—Verónica—la moví.
—¿Mmmm?
—Ya llegamos.
Restregó sus ojos con sus manos y luego fuimos a esperar el llamado para nuestro vuelo.
Apoyó su cabeza en mi hombro,y no dije nada,solo la dejé ahí.
—Oye.
—¿Mmm?—murmuré.
—Gracias por escucharme.
—No fue nada—respondí luego de unos segundos.
<<Pasajeros del vuelo 309 rumbo a Italia,favor abordar por la puerta 019,Repito,Pasajeros...>>
—Bien,vamos a Italia—dijo levantandoce con una sonrisa.
Sonreí sin saber la razón,y fuimos a abordar el avión.No se la razón por la que estoy haciendo esto,pero nada de esto es necesario.