Narra Charlotte:
Al llegar al hotel GLAD MAPO, que es el mejor calificado de Seúl, un joven nos estaba esperando, como imaginan Nathan venía a mi lado todo el tiempo, supongo que también reservó aquí, su amiga se fue a otro hotel.
Al llegar a mi habitación, vi que habían pantuflas en la entrada, me quité los zapatos que ya me estaban matando y me las puse, se siente tan cómodo, por eso les gusta andar así a los asiáticos, dejé mi cartera en un recibidor que había, lo primero que vi fue un cuadro que colgaba de la pared, decía “I´m so glad I never feel important, it does complicate life” (“Estoy tan contento de nunca sentirme importante, complica la vida”) me gustó mucho la frase, porque tiene razón, luego seguí a mi habitación, pedí la suite, si venía a pasarlo bien, necesito un lugar en el que pueda descansar a gusto.
Desempaqué y luego hice lo que quería hacer desde que entré a la habitación, me tiré sobre la cama, es tan grande y espaciosa que me encanta.
Luego de un rato dormitando sobre la cama escucho que suena el teléfono que se encuentra sobre la mesa de noche, me acerco y lo tomo
Xx: Buenas señorita – reconozco su voz de inmediato - ¿Cómo se encuentra la mujer más bella de Corea?
Char: Creo que se equivocó de número joven – digo aguantando la risa – le sugiero que rectifique el número
Na: Eres Charlotte – dice seductor – mi sexy compañera de viaje
Char: Idiota – río al fin – si soy yo, pero te equivocas en algo
Na: ¿En qué? – Dice riendo – supongo que en compañera de viaje
Char: Exactamente – río de buena gana – porque créeme que seré lo más sexy que verás en Corea
Na: De eso no hay duda – dice realizando una pausa – entonces señorita sexy, ¿Tomarías un trago conmigo en algún lugar de Corea?
Char: Mientras sea Corea del sur, no tengo problema – bromeo – ni de chiste me voy a meter al otro Corea
Na: Créeme que yo tampoco – ríe – te espero en la recepción del hotel, ponte aún más sexy, porque iremos a un lugar que me recomendaron mucho unos amigos que sabían que venía a Corea
Char: Entonces, en media hora, en la recepción – digo mirando mi reloj de muñeca – quedarás babeando – digo con una sonrisa estampada en la cara
Na: Iré con grandes expectativas – corta la llamada
Ahora que prometí que iría hermosa, debo ver qué ropa me pondré, Cristina me regaló un vestido bastante lindo, creo que me pondré ése, lo busco en el armario y me lo pruebo, wow, es muy lindo, a decir verdad, lo dejo sobre la cama junto a lo demás que me pondré y corro a la ducha, debo salir aseada, ya lista me pongo la ropa y zapatos elegidos, me maquillo un poco, seco mi cabello.
Me aseguro que la tarjeta de la habitación vaya en mi cartera cuando cruzo la puerta, tomo el ascensor y bajo a la recepción, lo veo a lo lejos, su espalda ancha destaca entre los coreanos, su cabello se ve húmedo, seguro se ha bañado luego de hacerme la invitación.
Char: Nathan…
Narra Nathan:
Viajar a Corea no estaba en mis planes, para nada, pero cuando Cristina me contó que Charlotte planeaba escapar por unos días con ese destino, quise ir de inmediato, primero porque siento cierta atracción hacia Char, tendría que ser muy ciego como para que alguien como ella no me llame la atención, su figura, su estatura tan adorable, su forma de vestir, a veces tan deportiva suelta, otras tan sexy y arrebatadora, pero su forma de ser, Dios, me encanta como es.
Cuando la vi en la recepción del hotel quedé impactado, se veía tan sexy, ese vestido se ajusta a cada una de sus hermosas curvas, amo ese vestido, alabado sea el diseñador desemejante obra de arte.
Char: Nathan… – amo escuchar mi nombre en sus labios, pensamientos impuros vienen a mí, pero logro apartarlos
Na: Pero que mujer más sexy es la que está frente a mí – le sonrío amplio – te vez preciosa Charlotte
Char: Y tú no te quedas atrás – dice dándome una mirada de pies a cabeza – te ves muy guapo
Na: Muchas gracias – me acerco y beso su mejilla – ¿vamos? – digo ofreciendo mi brazo, el cual toma
Char: Vamos joven Nathan – me sonríe y emprendemos viaje al restaurant que mis amigos me recomendaron
Narra Nathan:
Subimos al auto que arrendé anteriormente, le abro la puerta y espero que se suba para cerrar, trato de comportarme como un caballero, para que más tarde no se niegue a la propuesta que le haré, me subo en el asiento del conductor.
Na: ¿Cómoda? – La miro y sonríe – puedes poner la radio si gustas
Char: Gracias, estoy bien – dice achinando los ojos – aún se siente extraño que te comportes tan bien conmigo
Na: Deberías acostumbrarte – le sonrío de lado – pretendo comportarme así toda la velada
Char: Lo intentaré – dice sonriendo – entonces, ¿A dónde vamos?
Na: Vamos al restaurant “Jungsik”, está ubicado en el centro – la miro de lado – es comida tradicional coreana, te encantará, unos amigos me lo recomendaron de sus viajes anteriores