I
¨Todo empieza¨
Evelyn
La alarma suena. Hoy es 23 de septiembre el día que tanto amaba y odiaba… es hora de ir a la Universidad, ¿Por qué lo odio?, porque adiós tardes de cine, adiós dormir, adiós lectura de 10 horas. Pero por otra parte, la universidad me encanta, siempre mi sueño ha sido poder crear un futuro, no depender de alguien, trabajar, viajar sin preocupaciones, etc… y después de todo lo que aguante, necesito avanzar.
Tengo 19 años y a lo mejor se preguntarán, ¿Por qué ahora va a la universidad, no debería estar ya estudiando?, pues tuve unas “vacaciones”, no me sentía muy bien emocionalmente para poder ir a la universidad, así que me tome un descanso para trabajar en mí misma. Sam, mi mejor amigo desde pequeños, me ayudo en todo. Talvez suene egoísta para otras personas, pero para mí no, lo necesitaba. Sam se quedó conmigo todo un año para sentirme mejor, en conclusión, él tampoco fue a la universidad cuando correspondía.
Los primeros días de mi caída emocional fueron horribles, no me levantaba de la cama, no comía, ni siquiera hablaba. Si Sam no hubiera estado conmigo, habría vuelto a hacer algo estúpido. Todo esto duró 2 años y medio en total, pero donde peor la pase fue el último año. Con el tiempo fui mejorando, empecé a comer y a hablar, de igual forma seguía y sigo teniendo un vacío en mi pecho. Por ahora no quiero contar a detalle por lo que pase, todavía no me siento preparada. Se que va a llegar el momento en el que este obligada a hablar, pero por ahora voy a hacer como si nada hubiera pasado.
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Desde pequeña me ha gustado la psicología, mi madre decía que era una estupidez y que no iba a llegar a nada, pero miren, ahora me estoy preparando para estudiar mi carrera favorita en mi universidad favorita, Oxford.
Todo este verano me he consumido la cabeza pensando si tenía que dejar mi hogar hasta que acabe la carrera y rentar una habitación en la universidad, o viajar todos los días desde temprano para no dejar mi dulce y precioso hogar, como sabía que tenía que escoger la correcta, pues elegí la opción uno; la habitación que rente es para dos personas--que por suerte se puede elegir--voy a vivir un año completo con mi mejor amigo, Sammy; la verdad mi mejor amigo siempre va a mi departamento a quedarse por semanas, así que no va a ser mucho cambio.
El día anterior me puse a hacer las maletas, si les soy sincera, siempre he sido de esas personas que necesitan tener todo bajo control, tener horarios, rutinas, etc… La verdad no me desagrada, amo como soy. Lo que más me gusta de tener rutinas para absolutamente todo es poder organizarme, algunas personas dirán que me estoy obligando y forzando, pero en verdad no, mis rutinas consisten de tomar un desayuno decente (aunque muchas veces se me olvide), leer unas horas, ordenar mi habitación y si tengo alguna tarea pendiente, la hago; mi secreto es tener la meta de completar todas las actividades que tengo que hacer, no importa la hora el cual haga las cosas, simplemente me preocupo de completar todo, y lo mejor es que hasta me da tiempo de hacer lo que me dé la gana, leer, ver películas, ver series o simplemente dormir.
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Me levante a las 7 de la mañana y ya me dirijo hacia el baño para darme una ducha y arreglarme, obviamente sin antes poner mi playlist en los parlantes, no tengo un gusto musical definido, mi playlist es de esas que tienen música clásica combinada con música pop.
Prendo la ducha esperando hasta que el agua este a una temperatura considerable, me deshago de mis prendas de ropa y me meto al agua tibia y deliciosa que me recibe. Siento por algunos minutos el calor del agua corriendo por mi cuerpo, es una sensación que nunca dejaría. Al salir de la ducha fui hacia el armario donde la noche anterior había dejado la ropa lista, consistía en unos pantalones de jean suelto azul claro, una sudadera lila, unos botines altos de color negro y por supuesto algunos que otros accesorios.
Cuando terminé de ponerme la ropa escuché el timbre que me alertaba que Sam había llegado. La noche anterior habíamos planeado juntarnos a las 8, creo que me pase de la hora tan solo unos minutos.
Doy los últimos retoques en mi maquillaje y voy hacia la puerta para abrirle a Sammy; me encanta llamarlo así.
--¡Buenos días querida hermosa preciosa de mi corazón!—Sam dio unos pasos adentro del departamento mientras me abrazaba y dejaba un beso corto en mis labios.
--Hola Sammy—Le di unos golpecitos en la espalda para obligarle a soltarme.
--Princesa—Habla caminando hacia el sofá.—Faltan 3 horas para partir a nuestra queridísima universidad—
Caminé a donde estaba y me recosté a su lado.
--Entonces, me encantaría saber si vamos a ir a visitar a tu grandioso papá y bicho—Termino de hablar girando su cabeza para mírame.
--Si, vamos a ir aunque sea unos minutos, odio ir a despedirme pero Ángel me va a volver loca si no lo hago—Cierro mis ojos pensando un momento.
--Okey, entonces voy a prepararte mi delicioso plato para desayunar.--
Escucho como se levanta para ir hacia la cocina.
--No hay tanta comida, no quise comprar las reservas este mes—Le avisé en un susurro para cerrar mis ojos.
Todo cada vez se volvía mas negro y calmado, mi mente se cerraba para entrar en un lindo sueño de libros gratis y estanterías gigantes..
--¡Señorita Evelyn!—
Me sobresalte y abrí los ojos de un golpe.
--¡Por dios Sam! Me asustaste.—
--Nada de que te asusté, ayúdame a picar la fruta—Me miró desafiante.
Me encantaría decir que no, pero Sam tiene un cuchillo en la mano, nadie es bueno con un cuchillo en la mano.
--Ya voy.—Dije para levantarme y caminar hacia donde estaba mi acompañante.