A mí me costó tener empatía, hasta ahora me sigue costando, pero hago el esfuerzo por entender a la otra persona, y como debería actuar para comprender su situación y darle ánimo para que pueda tener resiliencia.
Ponerte en los zapatos de alguien es para ayudarle, aconsejarle, darle ánimos, fuerza y cariño. Si existe esto, la otra persona que está vulnerable o pasando una mala situación en su vida sepa que no está sola, y pueda salir del problema y recuperarse. No es juzgar, no es señalar, no es transmitirle negatividad. Es darle solución a su momento crítico, es estar ahí presente hasta que pueda volver a la normalidad. Si es un amigo, bueno, hazle saber que estás para el o ella y no solo en los momentos buenos. Sé una buena persona, haz el bien y te irá igual o hasta mucho mejor.
Pero, ojo, cuidado con las personas que algunas pueden ser aprovechadas y te van a ver como alguien fácil de manipular y manejar, así que mantén tu distancia y no seas una persona filántropa. Recuerda, que no porque des mucho, será suficiente, porque a algunas personas se soles olvida que les diste la mano en su momento más vulnerable. Con esto, no digo que no ayudes a tus amistades, familiares, solo sé con medida y no exageres mucho.
Editado: 19.07.2024