Capítulo 56

— Bien, ¡Comencemos con la reunión estratégica!

Sacó una fibra y usándola como si fuese un puntero señaló el cartel de brillitos.- Todos sabemos que la elección de una pareja es muy importante. – Mientras ella hacia su active de maestrita yo trataba de aguantar la risa.- ¡Pero tu caso es más especial!– dijo apuntándome de repente,- Puesto que es la primer pareja que tendrás en tu vida…. Por lo que quieres pensártelo bien para no tener un trauma con los hombres después, como le pasa a la aquí presente.- Se señaló a si misma.- Es por eso que analizaremos a todos estos tipos y yo me encargare de abrirte los ojos de ilusa virgen enamorada.

— ¡Auch!- Dije fingiendo dolor en el pecho.

— Lo siento cariño, pero mejor una verdad que duela antes que mentiras endulzadas.- dijo sin signos de arrepentimiento pero sin maldad tampoco.- Tú ves todo color de rosas ahora, pero yo te daré una dosis de realidad.- golpeó la fibra contra su mano.

— Está bien, confío en ti.- mi amiga sonrió y añadió.

— He aquí a los siguientes candidatos:- golpeo con el puntero la primer foto, y me miró esperando que yo contestara.

— Héctor Centurión.

— Bien, ahora descríbelo.

— Bien, -carraspeé y me acomodé en la silla mientras miro la foto y comienzo a hablar.- Podría decir que es un empresario, famoso, tiene 45 años, es divorciado, con 2 hijos. Es muy atento y caballeroso y tiene un cuerpo envidiab… ¿qué haces?- mi amiga abrió nuevamente su carpeta y saco un cartel que pego bajo la foto de Héctor. El cartel decía: “Sugar Dady”.

— Todo lo que dijiste se resume en que es un Dady: Es mucho mayor que tú y está podrido en dinero, perfecto con el término. - Odiaba reconocerlo, pero tenía razón, sobre todo después de que me haya regalado el vestido, coincidía perfectamente con ese mote.

— Bien, ahora veamos los Pros y Contras de ser su pareja: Los pros son bastante claros- alza las cejas mientras señala la foto.- Cualquiera querría salir con un tipo así, a pesar de su edad se conserva en excelentes condiciones. Tiene experiencia, por lo que asumimos que sabe lo que quiere en esta vida. Otro pro es su dinero. Está podrido en dinero y puede consentirte en todo cuanto quieras.

— Sí pero no es algo que me guste,- digo mientras me cruzo de brazos,- cuando me regalo el vestido y cuando me invita a comer me siento… en deuda, no me gusta.

— Guada, amiga, eres demasiado buena para este mundo. debes ser una de las pocas mujeres que se le acercan sin intenciones de usar su dinero. Tal vez por eso se interesó en ti….

— Pude ser…- contesté meditativa.

— Bueno, ¡ahora los contras!- dijo frotándose las manos, parece que esa parte le gusta.

— Lo malo es que su fama de este tipo no es chiste.- Vanesa asiente con la cabeza,- Todo lo que hace es de público conocimiento, y no sé si estoy lista para afrontar esa presión social. Lo del programa de televisión fue algo muy lindo, me alego ver que ya no se critica los cuerpos ajenos… al menos en la pantalla. Pero aun así sé que hay gente que piensa distinto…- recordé los comentarios hirientes de las mujeres en el baño del teatro.

— Es cierto.- confirmo Vanesa cruzándose de brazos.- Necesitaras volverte fuerte para tolerar todo eso. Cosa que no me parece mal, después de todo, cuando te enfrentas a dificultades es cuando creces. Sin embargo no estaría bien hacerlo por el motivo incorrecto. – la miro sin entender. Por lo que ella aclara. - Si no es por la persona que amas… Hace un momento me dijiste que no estabas segura de salir con él… ¿paso algo más en ese teatro no?

— Humm…- dudé un poco en contarle pero finalmente lo hice, le hable sobre la actitud autoritaria que tomo cuando entré en pánico antes de entrar al teatro y como en otras ocasiones también se ha mostrado dominante.

— O sea que es un tipo de carácter muy fuerte, tendrías que lidiar con eso en el futuro, puede que no sea fácil decirle que no con tu naturaleza amable y bonachona.-No me agradaba esa palabra, es como si me dijera ingenua.

— Yo no soy bonachona…

— Si lo eres, y eso no es algo malo.

Vanesa se incorporó y volviendo a la pared señalo la fotografía de mi jefe.

— Bien, piénsalo luego. Ahora pasemos al siguiente.- Suspiré y continué.

— Alejandro Da Silva.

— ¿Cómo es él?

— Él es mi jefe, es el Gerente de contabilidad de la empresa Mausser Company, es un tipo muy responsable en el trabajo, ama los gatos. Tiene 30 años, sin hijos y es muy amable conmigo…. – mientras hablaba mi amiga tomo otro cartel de su carpeta, con ansiedad esperaba a ver que mote le habría otorgado cuando veo escrita la palabra “Robot Aburrido”.- ¡Oye! ¿Por qué le pusiste eso?

— Le puse esto porque es un robot, un tipo que está en automático siempre. Por lo que me dices no hace más que trabajar todo e l día y lo más “atrevido” que ha hecho fue gracias a su amigo que lo arrastro a mi trabajo… O sea es aburriiiiiiiiiido.- lo pega con desagrado bajo la foto de Alejandro.

¿Qué tiene de malo que sea un tipo tranquilo?

— Pues, para empezar, que será siempre el pasivo de la relación. Una contra es que Tú siempre tendrás que ser la que lleve la iniciativa y él solo se limitara a aceptar todo. Eso, en principio parece bueno… pero con el tiempo…

— ¡No hay forma de saber eso!- dije a la defensiva.- Además él esta con planes de mudarse al sur para su nuevo puesto, me ha propuesto ir con él. Yo creo que eso es tener bastante iniciativa.

— ¿En serio? – asentí con la cabeza y mi amiga se queda pensativa un momento, llevando la mano a su barbilla comienza a decir.- Eso solo empeorará todo, estarás lejos de tus seres queridos y tu único apoyo será un tipo que solo piensa en trabajar.- suspiró pesadamente.- Tendrás una vida monótona y lo terminaras aborreciendo. Créeme, sé de lo que hablo.- Tragué grueso. No lo había pensado así. Sin embargo me molestaba que fuera tan dura con la persona que siempre es amable conmigo. Sospecho que simplemente está proyectando su mala experiencia con algún compañero de trabajo en Alejandro y yo.