Toma mi alma

XVIII

El sábado no pude progresar mucho en mi investigación. Mis padres insistieron en que debíamos ir a casa de mis tíos al cumpleaños número tres de mi prima.
Estar rodeada de mi familia me reconforto mucho y me distrajo bastante de lo que había vivido los últimos días, sin embargo durante todo el día, muy dentro de mi mente, aquel chico de ropa oscura y piel pálida rondaba en mi cabeza.
Era innegable. Su imagen ya estaba prendida en mi mente.




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