3. Explicación de Casa

Rose Granger Weasley

-¿Podría llevarla y darle un Tour por el Castillo?- propuso el Director Dippet. Al escuchar tal cosa tanto yo como Dumbledore estábamos dispuestos a negarnos, lo que menos queria era tener trato alguno con equel sujeto. Pero antes df poder decir tan siquiera una palabra, Voldemort adolescente se adelantó.

-Encantado Director- asintió con una voz encantadora, amable y aterciopelada que tanto cautivaba a los demás- Maldito hipócrita- pensó con enojo la joven.

-Si me lo permite Señorita Walmsley- ofreció amablemente su mano abriendo consigo la puerta del Gran despacho.

-Se lo agradezco- tranquila Rose. Comente de manera amable declinando su mano, saliendo a sí mismo del despacho. Podia sentir la mirada alterada del azabache, sin embargo, no era algo que me alterará

- Con su permiso- escuche que se despedía, ahora entiendo el porque era tan querido y manipulador. Una vez fuera hizo una señal para que lo siguiera. Debo admitir que en estos años el colegio si que ha cambiado bastante y no es para menos, después de la Batalla en Hogwarts obviamente todo debía cambiar.

-Así que, Walmsley ¿Cierto?- las explicaciones pararon por unos segundos para escuchar su abrupta pregunta. ¿

-Si- respondí de manera monótona esperando a que no volviera a dirigirme ni la mirada. 
Veo que fallo cuando de nueva cuenta me vuelve a preguntar-¿Puedo hacerle una pregunta señorita?-  asientó tratando de verme lo más desinteresada posible- ¿Usted es acaso hija de muggles?- ¿De verdad me ha preguntado tal cosa? ¿Qué le ocurre a este tipo? Por primera vez lo miro, y no de manera bonita.

-¿Qué es lo que le hace pensar eso?- pregunto entre dientes.- Oh ya se, es porque mi apellido es muggle ¿cierto? Pues, tu también tienes esa clase de apellido Tom Marvolo Riddle y no por eso quiere decir que seas hijo de muggles ¿o si? Al igual que tú, soy mestiza- aclaro de manera molesta y sin decir más continuó el camino por mi misma.-ESPERA se supone que soy nueva y no conozco el castillo. Que tonta- me reprendo mentalmente. Paro en seco dispuesta a regresar con él, cuando siento como de manera brusca me toma del brazo.

-Ven aqui. ¿Cómo sabes que soy mestizo?- Tonta, tonta, tonta ¿Porque fui tan descuidada? En su mirada se reflejaba enojo, era poderosa y superior, me intimidaba no lo puedo negar, sin embargo tampoco le daría tal gusto. De cualquier manera no sólo soy hija de dos héroes de guerra, tambien soy una gryffindor y como tal no dejaría que ese sujeto lo notará.

-Si fueras muggle probablemente no pertenecerias a Slytherin- dije lo más convencida que pude, de cualquier manera era algo cierto ni siquiera en mi generación un hijo de muggles ha pisado la casa de las serpientes.

-Veo que el profesor Dumbledore te ha hablado sobre mi- inicia con un suspiro cansado. ¿A quien cree que intenta engañar? - ya me imagino lo que te habrá dicho.- Como puede ser tan hipócrita? Ni siquiera es necesario que el profesor me diga algo, yo se la clase de persona que es

-¿A que te refieres?- fui lo más indiferente que pude, podía notar la frustración que empezaba a provocar en el azabache y a decir verdad esperaba que con eso se alejara lo más lejos de mi.

-A que probablemente, te ha comentado cosas erróneas sobre mi.- sonrió con galanteria. Quien imaginaria que Voldy sería un gallardo con las chicas.

-No, para nada. Además Riddle- inicie escupiendo su apellido- Creo que soy lo suficientemente capaz de reconocer a quienes quiero como amigos- dije de manera amable, aunque no me cayera bien, tampoco quería hacer enojar al futuro señor tenebroso. Abrió la boca dispuesto a protestar cuando el llanto de una chica se escucho por los corredores, pude ver como él rodaba los ojos cansado. Quizás Riddle sabía de quien se trataba y eso era algo que me preocupa, sin esperar un segundo más corrí hacia donde provenía el llanto. Por alguna extraña razón se me hacia bastante familiar. Pude sentir como Riddle caminaba detrás de mi, pero no me importaba, lo único que me interesaba era saber lo que le ocurría aquella persona.

-Myrtle- Era ella, era Myrtle la llorona o bueno aun cuando estaba quien era molestada por varios con las túnicas de Slytherins.

-Sólo eres una sangre sucia- decía  divertida una joven de tez pálida y ojos oscuros disfrutando al ver a Myrtle cabizbaja sin poder contener lágrima alguna.

-Dejenla en paz- sabia que no estaba bien que una slytherin defendiera a una "hija de muggle" y menos en esta época, pero no pude evitarlo, me enojada ver la manera tan vil de aquellos sujetos. Camine furiosa hacia ella empujando a las dos chicas del grupo para así llegar a lado de Myrtle- ¿Estas bien?- pregunté de manera calmada, intentando que se fiará de mi. Sin duda todos los demás se hallaban extrañados al igual que molestos.

-¿Quien eres tú?- pregunto temerosa con su típica vocesilla.

-Mi nombre es Rose Walmsley- al ver el escudo de mi uniforme sus ojos se tornaron sorpresivos, por lo cual rápidamente aclare- tranquila, no te haré daño.-

-Será mejor que se vayan a las mazmorras, no me apetece en estos momentos bajarle puntos a Slytherin- se escuchaba enojado, ¿Acaso realmente le importaba lo que hacian con Myrtle? Quizas no era tan malo en sus años de estudiante como pensaba. Al ver su semblante pude ver que realmente le guardaban un gran respeto.

-Pero Riddle- se quejó una chica chillona de cabello y ojos oscuros. Realmente una bella chica, al ver su bello y liso pelo  No puedo evitar sentir una gran envidia hacia ella. Yo solo tengo un arbusto pelirrojo.

-Ahora- su tono era autoritario, su mirada dura como un roble; todos obedecieron, no sin antes inclinar un poco la cabeza como acto de respeto. No pensé que desde ya pudiera ser tan manipulador.

-Deberías ir a tu sala común Myrtle- ¿Qué? El tono amable en que se dirigía a ella realmente me sorprendía, sin duda alguna un gran actor. Al parecer la joven revanclew si creyó en sus palabras, secó sus lágrimas que aun se esparcian en su rostro, y camino lejos de nosotros.