Tormenta

Capítulo 39

Tormenta

Juntamos un montón de cosas que podríamos necesitar, Luke me pidió que lo ayudara con todo esto. Revisamos un par de veces el plan y todo parece que saldrá de la mejor manera posible.
Algo incomoda el ambiente y no parece ser exactamente el plan, Rayo ha estado distante y extraño.

—Tenemos que apurarnos —dice Luke— ayer Yaser apareció en la habitación de Lilith y eso no es bueno.

—¿Le dijo algo? —pregunta Kann.

—Una amenaza, tenemos que apresurarnos, cada segundo que perdemos irá en nuestra contra —advierte—, le dije a Lilith que saliera hace unos diez minutos, tenemos un punto de encuentro.

—¿Con quienes fue? —pregunta Rayo.

—Salió con Nightmare, Darek, Dimitra, Rex y Lluvia.

—Entonces aquí falta Trueno —menciona Kann.

—Los veo en unos minutos, creo que los otros ya están cerca de su destino.

 

Dimitruk

 

Convocamos una reunión secreta en una sala subterránea, tenemos todo lo necesario aquí.

—Se nos está saliendo de las manos, ¡Anoche amenazó a todos los científicos para que trabajaran para él! —informa Dimitri—. De seguir así obtendrá el control de todo.

—Dimitri, si me lo permites decir claro está; él no ganará el control de nada —explica Terri—. Es aquí donde tenemos la ventaja nosotros, Keyla puede cortar toda la energía en cuestión de minutos y, para cualquiera recuperar todo el daño hecho tomará horas si están de suerte, tú puedes crear una inundación cerrándole el paso a cualquier intruso.

—Terri —la interrumpe—. Aún eres muy joven y no entiendes estas cosas.

—Solo quiero recordarte que tengo la misma edad que su hija mayor. Si vas a quitarle el valor a un argumento solo por la edad de quién proviene, en algo estamos mal —se defiende.

—Paren a esta absurda discusión, necesitamos estar unidos, no pelear por idioteces —intervengo—, tenemos que lograr encontrar todos los contactos de Yaser lo antes posible.

—¿Tienes idea de cuantos son? —pregunta Dimitri.

—Sinceramente, ni la más mínima idea, tampoco sé dónde podrían estar.

—Creo que los jóvenes les llevan la delantera —dice Lia, quién había estado escondida hasta el momento— Luke logró encontrar a unos cuantos, los ubicó y en este momento fue con unos chicos a buscarlos, al parecer la “inexperiencia” les va ganando —comenta con una sonrisa.

—¿Cómo estás tan segura? —pregunta alguien al fondo.

—Los he visto, recuerda que soy un fantasma; yo veo a todos pero a mí nadie me ve —responde.

—Genial —dice sarcástico otro al fondo— un montón de niños nos va ganando. ¿Qué sigue? ¿Qué los de Hunter manejen la electricidad?

Terri se queja.

—Escuché eso.

—Los jóvenes trabajan más en equipo que nosotros, por eso es que Luke obtuvo las ubicaciones que buscaba —menciona Lia—. Pero tenemos un problema; sospecho que Yaser ya sabe que chicas busca. Es un problema porque sabemos quiénes son.

—Yo no —responde Terri.

—¿Cómo?

—Ella no fue ese día, recuerdo que se le complicó —la defiendo.

—Bien, las chicas son… —Un fuerte estruendo proveniente de arriba interrumpe lo que iba a decir Lia.

 

Rayo

 

—¿Te sientes bien? —pegunta Trueno.

No puedo mentirle, es mi hermana mayor. Algo me tiene confundido y si alguien puede saber qué hacer, es ella.

—Estoy algo confundido, pero, ¿podemos hablar de esto en un sitio más privado? —miro a los costados y allí está Tormenta— no me siento seguro —susurro.

Caminamos por la maleza mientras le cuento los sueños recurrentes que estoy teniendo desde aquella vez que esa mujer me habló. Me cuenta y me muestra cosas de mi vida que no recuerdo, que podrían ser mentira también. Trueno me sigue expectante, no ignora ni una sola palabra. Omito un sueño extraño, uno donde Tormenta me llamaba “amor” porque no era ella, era una chica con mechones blancos, es imposible que sea mi Tormenta. Ella esa vez jugó con mi mente y desde ahí empecé a desconfiar.

—Yo creo que no debes aceptar su propuesta, nadie te ofrece algo así por tan poco, por su nombre también deberías desconfiar, no caigas en estupideces —responde.

Piensa lo mismo que yo, pero era de esperarse, ella tiene más experiencias de vida que yo, desde la relación más toxica, hasta la más sana antes vista. También ha pasado por muchas cosas que si no las hubiera visto, no le creería. Siempre la consideré como mi ídola, mi ejemplo a seguir. Ella es muy fuerte, más de lo que yo podría ser en esas situaciones.

—Tienes razón, pero a la vez me da curiosidad.

—Ya sabes lo que dicen, la curiosidad no te mata; lo que te mata es ver que la respuesta resulta ser lo que esperabas.




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