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Búnker 1002
A las afueras de la trinidad
02/2056

Actualidad

Ela seguía en shock por las palabras que había leído. ¿Cómo podía ser que Byron fuese un sobreviviente del primer intento? No tenía sentido alguno, Byron ni siquiera poseía poderes como lo decían los archivos de Ron. Pero, si los tuviera, ¿por qué esconderlos de ella? Se suponía que ninguno le guardaba secretos al otro. Se suponía.

— Debes hablar con Byron, el pie de Chloe se está hinchando — pidió Ryder a Ela.

Pero la psíquica seguía inmersa, leyendo una y otra vez la hoja de papel en sus manos sin poder procesar una conclusión concreta. ¿Qué significaba todo aquello? ¿Era por eso que los ayudaría a salir del lugar?

— ¿Ela? — la llamó Daren tratando de sacarla de su inmersión.

El pirómano caminó hasta ella, observó que la vista de la chica estaba en la hoja y se la arrancó de las manos para leerla. Pero al terminar, él quedó igual o peor que Ela.

— ¿Alguien me puede decir que sucede? — Ela al fin reaccionó, haciéndolo al haber escuchado la voz de Piper.

Ella se giró a ver a los demás y con un tono suave lo aclaró todo — Byron es uno de nosotros.

Los otros tres chicos se miraron extrañados. ¿Qué podría hacerle creer a Ela que Byron fuese igual que ellos? Pero cuando Daren se giró y dijo "Tiene razón" comenzaron a dudar en serio.

— El documento avala el intercambio de nombre. De Ron, a Byron — Chloe abrió los ojos impresionada, Ela seguía sin creérselo por eso volvía a leer el documento, una y otra vez — Si es Ron, es un psíquico como yo.

— ¿Por qué no decirnos? — preguntó Piper en la esquina de la habitación. Se notaba apagada. ¿A caso ya había sufrido muchas decepciones en su corta vida?

— Hablaré con él ahora — sentenció Ela. Todos trataron de detenerla, con el argumento de que podría estar ocupado o con las personas equivocadas. Pero al instante que los ojos de Ela se volvieron blancos supieron que estaba colocando toda su energía en encontrarlo.

— *¿Dónde estás?* — gritó al vacío — *¡Byron!*

El hombre estaba solo, en su oficina llenando papeles sobre temas diversos cuando escuchó su nombre en su mente con la voz de Ela. Levantó la cabeza y extrañado por el tono de voz de la chica contestó.

— *¿Ela? * — contestó — *Gracias al cielo están bien. Creí que les había pasado algo al no saber nada de ustedes... *

No sabía que le diría, la chica esta confundida y ahora más que nunca. Byron había sido Ron en un tiempo pasado. Levi estaba muerto y el hombre no parecía estar enterado de aquello. ¿Qué demonios le sucedía al búnker?

— *Levi está muerto* — un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Byron al instante de escuchar aquello.

— *¿Qué?* — mustilló el hombre preocupado.

— *Y sé que Ron y tú son una misma persona* — Byron no escuchó la última frase.

Estaba tan concentrado en lo primero dicho por la chica que lo segundo ya le parecía ajeno. ¿Cómo había podido haber pasado eso?

— *¿Cómo que Levi está muerto? *

Fuera de sus mentes, Ela mantenía los ojos en blanco al estar dentro del trance de su psicokinesis, y las lágrimas comenzaban a salir de ellos sin que pudiese pararlas. No quería llorar delante de los demás, pero tocar el tema de Levi la hacía sentir de tal manera.

— *Lo mataron. Murió de la manera más estúpida. Es, era un maldito idiota* — Byron, seguía sin creerse aquello.

Nadie la había informado nada y eso ya comenzaba a darle mala espina. Nuha entró en la oficina del hombre y él, con un gesto le dijo que guardara silencio.

— *Yo le dije a Levi que era un sobreviviente del intento uno.* — comenzó el hombre — *Para este instante creí que todos ya sabrían. Perdona por no decirles.*

— *¿Es malditamente en serio?* — bufó la chica — *Prácticamente eres mi mejor amigo, y ¿no pudiste decirme eso en algún momento libre que tuvieras? ¿O cuando decidiste ayudarnos la primera vez? ¿Ninguna de esas ocasiones fue buena para decirme la verdad?

La charla fue a dar punto muerto donde la chica solo se quejaba del gran secreto que Byron le había tenido. Y aunque el hombre tuviese sus razones, no lo dejaría hablar por mucho que insistiera. Una, otra, y otra queja salían de la chica para poder hacer sentir mal al hombre: parecía funcionar pero él solo quería que Ela se desahogara antes de explicarle.

— *No te dije porque me tienen prohibido hacerlo. Solo pocas personas lo saben. Lo lamento.*

Ela se relajó un poco ante la explicación tan breve. No era lo que buscaba pero estaba satisfecha con lo que Byron le había dicho. Sintió algo caliente sobre su labio y así supo que se comenzaba a pasar del rango de distancia que sus poderes la limitaban.