Capítulo IX

-No puedo creer que todos sean unos incompetentes- dijo la demonia golpeando a sus vasallos que la miraban aterrada- cómo es posible que no lograran atravesar la luxem- dijo furiosa- debemos despertar lo más pronto posible a Natasha- dijo furiosa.

-Tienes que tranquilizarte cariño- dijo una voz muy similar a la de Alec Gregory detrás de la muchacha- no lograras nada si los terminas matando, son los únicos que han logrado pasar a ese animal.

-Se nos está acabando el tiempo Alec- dijo Jane enojada, Melier rodó los ojos al recordar el papel que tenía que interpretar si no quería que Jane se enterara de su error- mi estúpida hermana menor no tardará en encontrarnos y en hacernos picadillo.

-Cualquiera diría que le temes- dijo el demonio con burla.

-No seas prepotente Alec- dijo ella – me encantaría que me encontrara y me viera a tu lado- dijo con sorna-  ella es la guardiana es más fuerte que cualquiera de nosotros- dijo preocupada- No dejaré que mi ego sea un arma que me aniquile- dijo- debo encontrar la debilidad de mi hermana y atacar- dijo pensativa, era un secreto la existencia de los gemelos, afortunadamente Cassandra había escondido muy bien la aparición de sus parejas y era prácticamente imposible vincularlos con ella.

-Su familia es su debilidad- dijo el demonio- desde que mates a alguno de ellos ella sufrirá- dijo sonriendo.

-No sé si morir y volver a la vida te volvió idiota- dijo Jane enojada- eso sería desatar su furia- dijo preocupada- cuando moriste la primera vez ella arrasó con todos y se volvió más fuerte.

-Te dejo vivir- dijo el demonio- ¿por qué lo haría? - dijo curioso.

-Por mi padre- dijo ella con tristeza, al recordar como la única persona que la amaba hoy está dándole caza como a una rata- ella ama a mi padre y no quería verlo sufrir, solo me encerró en esos asquerosos calabozos, un error muy estúpido de su parte ya que yo conozco el infierno más que a mi cuerpo.

-Entonces tu deberías ser quien libere la esencia de Natasha y de sus hijos- dijo el demonio- si tanto lo conoces deberías ser tú.

-Al escapar mi padre y Cassandra reforzaron la entrada al cielo y al infierno- dijo Jane enojada- no voy a poder poner un pie en ese lugar sin ser encarcelada nuevamente y esta vez sí será para siempre- dijo suspirando- por ahora solo tenemos que seguir distrayendo a mi padre y a mi hermana con ataques en Azaurus, en el mundo humano y en el paraíso, alejándolos de la luxem.

-Con el tiempo te has vuelto mucho más lista- dijo el demonio ronroneando y acercándose a Jane desprendiendo lujuria.

-Me encanta cuando me halagas- dijo Jane soltando gemidos de placer al sentir los besos del demonio esparcirse por su cuello- quisiera que mi hermana te viera- dijo la muchacha, el demonio soltó una carcajada en su cuello, en realidad la demonia no se había vuelto para nada lista, seguía siendo una idiota con sed de venganza.

Ella sería quien se llevaría la sorpresa de su vida al enterarse que era Melier quien estaba en el cuerpo de Alec y que no había regresado para ayudarla, si no para arruinar todos sus planes, y por primera vez ayudar a su hermano Abadon, quien lo había amado hasta el final de sus días.

-Connor por Dios quédate quieto- dije frustrado- vas a terminar abriendo un hoyo en el suelo de tanto caminar.

-Es que ella no regresa- dijo preocupado- y si algo malo le sucedió- dijo aterrado, rodé mis ojos suspirando, cerré el libro que estaba leyendo, estaba acabando mis deberes, esta semana solo habíamos estado bajo la supervisión de Mikael, Jasón, Abadon y Damon, Cassie había tenido que ausentarse con el resto de entrenadores por una emergencia, nos habían dejado varias asignaciones teóricas y los días libres de sus clases.

Excepto magia, estrategia y trabajo físico, me levante y camine hasta mi hermano tomándolo por lo hombros.

-Tienes que tranquilizarte- le dije serio- no te olvides de quién estás hablando-  dije- pareces un crío de diez años- suspire- tranquilízate que ella regresara cuando termine de trabajar.

-Lo sé- dijo mi hermano suspirando resignado, sus hombros dejaron de estar tensos, él recostó su frente en mi hombro- solo que estoy preocupado y tenerla tan lejos me causa estrés- dijo él con su voz apagada.

Connor no era conocido por expresar sus sentimientos, él era muy serio y reservado, pocas veces se le podía ver en este estado de nervios; yo era su hermano, lo había visto en cada una de sus facetas.

-Hermano debes tranquilizarte- le dije palmeando su espalda- también me preocupa cada vez que ella sale de cacería- dije-  no tienes que olvidar de quién estamos hablando-  dije, sentí como sus nervios disminuían y se relajaba, levantó se frente y me abrazo dejándome sorprendido.

Él no era particularmente muy cariñoso, ni siquiera con mamá y papá.