Colonización

La historia de la colonización en la región Mixteca de México marcó un momento crucial donde las tradiciones indígenas ancestrales se entrelazaban con las influencias y creencias impuestas por los colonizadores españoles. 

La cosmovisión mixteca arraigada en el anime, mismo que sostiene que todas las cosas poseen un espíritu o alma, chocó con la introducción del cristianismo durante la colonización. 

Para la tradición mixteca, la naturaleza, los elementos y los seres vivos e inanimados serán considerados como portadores de un espíritu. Cada mañana, río o árbol tenía un significado y una conexión espiritual en su cosmovisión. Esta creencia, el animismo, era fundamental en su vida diaria, sus ceremonias y rituales. 

Sin embargo, con la llegada de los colonizadores españoles y la expansión del cristianismo, se produjo una superposición de creencias. La tradición católica impuesta por los colonizadores coexistió con las creencias prehispánicas, dando lugar a una sincretiización religiosa. 

Para adaptarse los mixtecos a adoptar un aspecto de la religión católica, a Menudo fusionándolos con sus propias prácticas y creencias. 

Así, muchas de las deidades y espíritus de la cosmovisión mixteca fueron equiparados o asimilados a los santos católicos. Las festividades y rituales indígenas se adaptaron a las celebraciones cristianas, permitiendo que elementos del animismo perdurarán enmascarados bajo el manto de las prácticas católicas. 

Este sincretismo religioso permitió a los mixtecos preservar en cierta medida sus creencias ancestrales, incluso cuando se veían obligados a adoptar la fe cristiana. Esta convivencia de creencias demostró la capacidad de adaptación y resiliencia del pueblo mixteco ante el impacto de la colonización, conservando en su identidad una amalgama única entre su herencia ancestral y la influencia católica impuesta por los colonizadores.