Quería que me tragara la tierra. Estaba sentada junto al idiota de Valek,intentando fingir que la ensalada frente a mi era lo más magnifico del mundo,lo unico que yo quería era darle de cachetadas a Valek para que me dijera donde diablos estaba mi hermano. Suspire. Por el rabillo del ojo mire al supremo idiota.
Estaba sentado recto,una sonrisa burlona se había formado en sus labios mientras charlaba con mi madre, dios ¿acaso había cometido algun pecado para que me castigara así?
-Isobelle,¿estas bien?- Despistada sali de mis ensoñaciones y mire a mi madre.
-Perfectamente ,madre. Solo me siento abrumada por una presencia no deseada.-Dije sarcasticamente, mire a Valek y le sonreí ferozmente.
El alzo una ceja hacia mi.
-Tal vez deberías salir a tomar aíre.-Dijo Valek.
-Tal vez deberías tu salir a tomar aíre y perderte por ahí.-Le dije mordazmente. Sus ojos violeta brillaron.
-Podría perderme en ti.-Repuso,tomo su copa con vino sin despegar sus ojos de los míos. ¿Perderse en mi, que signi..? Hijo de puta.
-Tal vez ambos deberían salir y perderse hasta que sepan comportarse.-Replico mi madre.
Senti como el color subia a mis mejillas. Valek carraspeo y artículo un lo siento.
Pero mi madre seguia frunciendo el seño y opte por no mirarla y seguir comiendo.
La cena transcurria lentamente, a cada segundo que pasaba crecia mi ansiedad,no podía estar un solo segundo mas en esa silla. La presencia de Valek hacia que mi piel picara y mi corazón se acelerara,este hombre causaba estragos en mi y no podia controlarlos.
Todo parecía tan relajado,pero yo no era tonta. Sabia que esta reunión no era casualidad, La Hermandad no solia visitar en forma amistosa, había algo detras de esta "amigable" visita.
La cena transcurrio sin incidentes,Valek y yo ignorandonos mutuamente.
Alguien carraspeo,levante mi vista y vi a mi padre levantandose de su silla.
-Amigos mios,ah sido un honor tenerlos esta noche en mi hogar acompañandonos a mi bella esposa Samantha y mi hija Isobelle. Para mi la familia es lo más importante,ya que la mía esta conformada por 1000 cambiantes.-Sonrio-Ahora les invito a pasar al salón donde habra musica y un delicioso champagne.-Dijo.Mi padre irradiaba poder y encanto.
Todos los invitados comenzarón a ir hacia el salón,la musica ya empezaba. Pero Valek seguia sentado sin decir una palabra,solo bebiendo vino y dandome miradas asesinas. Deseaba patearlo.
-¿Te gusta lo que ves,Vinodragov?- Pregunte molesta.
- Tanto como me gustaría un tiro en la cabeza.-Sus ojos violetas lanzaban chispas.
-Puede que tengas suerte y te lo de yo,le haría un favor al mundo.-Contraataque.
El sonrió,solto su copa de vino y posiciono su mano en mi menton. Me estremecí pero no baje la mirada. Un Belikov nunca bajaba la mirada y menos la futura Alfa.
Nuestros ojos seguían conectados en una lucha de poder, dicen que los ojos son la ventana del alma pero en los impresionantes ojos violetas de Valek solo había oscuridad. Eran los ojos de alguien que solo había visto lo malo del mundo. Corrian rumores sobre el,sobre que era el bastardo de alguien de las grandes familias,que había crecido solo en el bosque y cuando La Hermandad lo encontro el ya era así, se decia que en forma de lobo era despiadado. Yo no creía nada de eso,solo era un chico con un pasado tormentoso y ¿Quién era yo para juzgar?
-No hagas enojar al lobo feroz.-Susurro.
-No te tengo miedo.-Le conteste.
Apreto su mano en mi mandibula y se acerco mas a mi cara. Olía a jabon y a bosque,algo oscuro que hacia que mi vientre se contrajera de placer. De cerca pude apreciar más su cara. Sus ojos violeta estaban increiblemente tupidos de pestañas negras como el ebano, su cabello negro liso y recortado,tenía barba del mismo color que su cabello,pero la traía recortada y de verdad le quedaba bien. Y sus labios oh dios apiadate de esta pobre chica, hechos para las mejores fantasias. Diria que era perfecto pero sería mentira,no hay nadie perfecto, tenia un cicatriz que empezaba en el pomulo derecho y terminaba en la mandibula,era tan fina que tenias que poner atención para notarla. Pero lo cierto es que era muy guapo.
Casi me paralizo cuando solto mi mandibula y acerco su boca a mi oído.
-Es porque eres debil,tener miedo siempre viene ligado al temor a la muerte, si no le temes entonces estas hueco,estas vacio.-Susurro. Mi piel se puso de gallina y lo aleje bruscamente.
-No te proyectes Valek.-Estaba cansada de sus juegos.
Lo mire una ultima vez antes de levantarme y salir del comedor.
Ya fuera me fui a mi habitación. Yo era una persona controladora pero justo aparece el supremo idiota y pierdo el control. Tenía el orgullo herido, mi corazón ya estaba roto desde que mi hermano Kyee se fue. Oh Kyeerean Belikov, bastardo idiota traicionero me dejaste aqui.
No iba a llorar,yo no lloro. Estaba tan enojada. Y eso solo significaba una cosa...
Mi próximo celo estaba cerca, lo que significaba que mi madre me llevaría con Anya, ella era la doctora de la manada y quien se encargaba de cortarle el celó a las mujeres que no deseaban tener sexo con nadie. De no hacerlo era imposible controlar el deseo sexual, aquellas que tenían pareja era su oportunidad de procrear o solo de hacerlo por placer. Solo de entraba en celo cada 2 meses, el resto del tiempo era imposible quedar embarazada, tampoco teníamos que enfermedades de transmisión sexual por lo cual no era necesario usar protección.
Yo por mi parte aún soy virgen, este sería mi tercer celo y definitivamente no deseaba pasarlo con nadie.
Alguien toco mi puerta, me levante a abrir y me encontré a Urich
-Qué?.-Pregunte molesta mirando al moreno.
-Hola Urich,que gusto que me visites, yo estoy bien gracias por preocuparte.-Dijo sarcasticamente.