La noche había caído y la luna se despertó, pintando el mundo de plata, y haciendo que las cosas parezcan más vivas.
Un enorme árbol seco, con cientos de años de antigüedad, ocultaba en su interior, la entrada a un extenso pasaje subterráneo; construido enteramente con magia de la subclase tierra.
Este pasaje tenía apenas un metro de ancho, pero cientos de metros de recorrido subterráneo; hasta desembocar en un gran salón, apenas decorado, donde decenas de personas convivían diariamente.
Dos jóvenes estaban en un rincón, separados del resto, mientras esperaban algo; con actitudes totalmente opuestas.
Killian West se paseaba por este lugar de forma impaciente, mientras miraba de reojo a su rubio amigo cada cierto tiempo; como esperando obtener alguna respuesta que aclare todas sus dudas de inmediato.
“¿Seguro que no puedes decirme nada más? Te lo aclaro desde ahora, no es que no me agraden estos sujetos, pero… ¡Realmente quiero saber que estamos haciendo dentro de la base de la facción Nebulosa!” declaró Killian, algo confundido.
Las posiciones de las bases secretas de las distintas facciones, generalmente eran algo totalmente oculto; que no se les revelaría ni siquiera a los propios aliados de dicha facción. Pero ahora estaban dentro de la base de una facción medianamente poderosa, y que tampoco era aliada a la de ellos.
Aunque Killian no era conocido por ser muy listo, todavía pensó varias veces en la posibilidad de estar cayendo en una trampa mortal de algún tipo mientras se dirigía hacia aquí.
“Aldair se niega a decirme más, así que estoy tan perplejo como tú. Lo único que sé con seguridad, es que, luego de que escapamos de nuestra base, la facción Nebulosa y una nueva facción aliada desconocida para mí, de alguna forma, lograron derrotar a todos los invasores y poner las cosas en orden.” contestó Cedric Modric, en un tono lleno de asombro, mientras cambiaba la posición de descanso de su pierna y se acomodaba mejor en la silla de madera donde estaba sentado.
“Derrotar a semejante cantidad de enemigos no es algo fácil de lograr. ¿Quiénes podrían ser tan poderosos para lograr semejante proeza?” preguntó Killian, intrigado, mientras caminaba en círculos de forma frenética.
“Como te he dicho antes, no lo sé. Pero, según Aldair y Dillan; pronto deberían estar llegando los responsables de salvar nuestra base hoy y sabremos toda la verdad.” respondió Cedric. Y cuando notó que Killian estaba a punto de preguntar algo más, agregó rápidamente en un tono lleno de sarcasmo:
“Si tienes más preguntas, ve a molestar a tú buen amigo, el tartamudo psicópata, y no omitas ninguna.”
Killian lo miró recelosamente y, en un tono fastidioso, objetó:
“Dime tonto, lerdo, torpe, impulsivo, carente de cerebro, o lo que quieras, pero jamás me llames amigo de ese bastardo sin escrúpulos. ¿Acaso te olvidas como me hizo sufrir durante los primeros años después de que te convertiste en el líder de la facción? Para ser correcto ¡Apenas comenzó a respetarme un poco más cuando me volví un tercer círculo! Pero el hijo de puta me molestó por casi 3 años enteros debido a lo que sucedió con Tullido, por lo cual, incluso si Aldair no fuera un completo psicópata, igualmente lo odiaría mucho.”
Cedric sonrió amargamente. Con una mirada llena de comprensión, asintió levemente con la cabeza y en un tono suave, que intentaba aflojar el enojo de su amigo, declaró:
“Sabes algo, parece que los detalles sobre aquella misión donde perdimos a Káel y Tullido, fueron filtrados por alguien y ahora muchos lo saben en el pabellón.”
“¿Filtrado? ¿Cómo te enteraste de esto?” preguntó Killian, algo pasmado con tal situación. Después de que hubieran pasado 3 años y medio. ¿Por qué saldría ahora a la luz este asunto?
“Sencillo, hace poco estuve en el mercado alternativo y me compré el último tomo de Las muertes más absurdas en la historia de la Academia Celestine, y ahora Tullido aparece en la decimotercera posición. De hecho, gracias a este nuevo tomo, pude descubrir algo que nunca nos preguntamos antes… ¡Me refiero a conocer el verdadero nombre de Tullido!” Cedric explicó esto, intentando controlar el tono burlón que salía junto a su voz.
Realmente había magos muy estúpidos, que habían muerto de formas mucho más absurdas que Tullido. Además, Cedric sabía que la mayor parte de la culpa probablemente había sido de Killian, pero el libro solo mencionaba que Tullido había muerto debido a su propio objeto mágico, al caer tontamente de un árbol y todo después de lograr escapar vivo de una enorme avalancha de nieve. El escritor del articulo lo hacía sonar como algo divertido y ridículo, que hasta a Cedric le provocó una leve sonrisa al leerlo por primera vez.
Killian se mostró interesado en esto, y comentó:
“Nunca se me ocurrió preguntarle, ya que lo conocimos por su apodo desde un inicio. Dímelo ¿Cómo era su verdadero nombre?”
“Claro, el verdadero nombre de Tullido creo que era… espera, parece que alguien viene. ¡Quizás sean de la facción que nos salvó hoy!” Cedric cambió su expresión, y se puso serio, al ver que había movimiento en la entrada de la base secreta de la facción Nebulosa. Killian también se mostró enormemente interesado.
Pero a pesar de que no lo demostraba abiertamente, era Cedric quien tenía más ansiedad y curiosidad sobre la conocer a la facción que los había ayudado tanto hoy.
Él sabía que no podía ser nadie de la alianza Guardianes de la Noche, o de lo contrario no estarían aquí ahora. Lo más probable es que se trate de un nuevo jugador principal en el pabellón, y que quiera pedirles que formen una nueva alianza con ellos. Además, probablemente esperarían recibir una compensación económica por haberlos ayudado tanto. Él creía que usarían los objetos valiosos secuestrados de su base como parte de la transacción. Pero, sea como sea, Cedric sabía que tenía las de perder en la pronta negociación por venir. Debido a la magnitud del favor que le habían hecho hoy, sería difícil rechazar cualquier solicitud de la facción que los ayudó, peleo por ellos y salvó a su base.