Tras las rejas del Amor

Capitulo 5

Después de completar el retrato de Dante, la dinámica entre Bonnie y él pareció cambiar sutilmente. Aunque seguían siendo cautelosos el uno con el otro, había un nuevo nivel de entendimiento que se había desarrollado a través del arte. Bonnie encontró que sus sesiones de pintura con Dante eran momentos de calma en medio del torbellino emocional en el que se encontraba.

Una tarde, mientras estaba en el estudio trabajando en un nuevo cuadro abstracto, María entró con una expresión seria en el rostro.

—Señorita Bonnie, el señor Moretti desea hablar con usted en la biblioteca. —anunció María.

Bonnie asintió, sintiendo una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Guardó sus pinceles y siguió a María hasta la biblioteca, donde Dante la esperaba junto a una de las estanterías, mirando un libro con atención.

—Bonnie gracias por venir. —dijo, cerrando el libro y colocándolo de vuelta en su lugar.

Ella lo miró expectante, preguntándose cuál sería el motivo de esta reunión.

—He estado pensando en nuestra situación. —comenzó Dante, su voz calmada pero firme—. Y me he dado cuenta de que no te he dado muchas respuestas sobre por qué estás aquí.

Bonnie se mantuvo en silencio, esperando a que continuara.

—Mi relación con tu padre era complicada. No solo se trataba de una deuda. Él y yo éramos socios en algunos negocios, y su desaparición me dejó en una situación difícil. —explicó Dante, mientras su mirada buscaba la de ella—. Cuando supe de tu existencia, supe que podía usar eso como una forma de asegurar mis intereses.

Bonnie frunció el ceño, procesando la información.

—¿Asegurar tus intereses? ¿Qué significa eso?

Dante suspiró, como si estuviera decidiendo cuánto decir.

—Hay personas que no están contentas con ciertas decisiones que he tomado en el pasado. Tu padre era alguien en quien confiaba, alguien que podría haber ayudado a mitigar esas tensiones. Pero su desaparición cambió las cosas.

Bonnie lo miró fijamente, tratando de entender el panorama completo.

—Entonces, ¿me tienes aquí como garantía de que esas personas no te atacarán?

Dante asintió lentamente.

—Algo así. Pero también, como te dije antes, quiero que veas esto como una oportunidad. No quiero que te sientas atrapada Bonnie. Quiero que encuentres algo aquí que te haga sentir como en casa.

Ella lo miró, sus emociones en conflicto. Había una parte de ella que quería creer en las palabras de Dante, en su deseo de protegerla. Pero otra parte seguía siendo cautelosa, consciente de las complejidades de su situación.

—Entiendo. —dijo finalmente, su voz apenas un susurro.

Dante pareció aliviado por su respuesta.

—Gracias por escucharme Bonnie. No quería que te sintieras confundida o perdida aquí.

Ella asintió, agradecida por la explicación pero todavía insegura sobre qué hacer con toda esta información.

—Puedes tomarte un tiempo para pensar en todo esto. No quiero presionarte. —añadió Dante, su tono suave.

Bonnie asintió de nuevo, sintiendo el peso de las palabras de Dante sobre sus hombros. Salió de la biblioteca en silencio, con la mente llena de pensamientos y preguntas sin respuestas.

Esa noche, mientras cenaban juntos como de costumbre, Bonnie sintió que había una nueva capa de entendimiento entre ellos. Aunque todavía había muchas cosas que no sabía sobre Dante y su mundo, al menos ahora entendía un poco más sobre por qué él había decidido mantenerla en su mansión.

Después de la cena, mientras caminaba por los pasillos hacia su habitación, Bonnie reflexionó sobre las revelaciones de esa tarde. Aunque la situación seguía siendo complicada y desconcertante, había algo reconfortante en saber que Dante había compartido parte de su verdad con ella. Era un pequeño paso hacia la confianza mutua, algo que Bonnie sabía que sería crucial si alguna vez quería entender completamente al hombre que ahora dominaba su vida.




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