Acostumbrándose nuevamente al pueblo, el señor Nicolas Davis como auxiliar enfermero en el hospital Line Falls no estaba muy contento, en su anterior hogar trabajaba como Doctor cirujano, pero por lo ocurrido lo retiraron del cargo. Tenía que agradecer que en ese hospital le hubieran dado trabajo aun así con sus problemas y su hoja de vida arruinada.
El señor Davis no esperaba quedarse mucho tiempo en el pueblo, pero sin embargo las circunstancias no estaban a su favor, la casa en vez de beneficiar a la familia la estaba perjudicando con los daños que cada día aparecían, las paredes tenían humedad, había nido de ratas en el sótano y el techo goteaba cada vez que llovía. Pero que se podía esperar de una casa tan grande y tan antigua.
A pesar de los muchos intentos de vender la casa, las inmobiliarias no atendían a su llamado y las que si lo hacían no les podían ayudar por una serie de documentos que decían que les hacía falta.
(POV NICOLAS)
Agradecía a mis padres demasiado por el testamento y por dejarme su casa, la casa en la que crecí, pero yo no podía quedarme un segundo más allí y menos en el pueblo. Sería la maldición para mi familia.
Chloe no paraba de decir que veía cosas y que sus compañeros no querían creerle y que tenía miedo, yo entendía perfectamente lo que le estaba sucediendo, pero tenía que ignorar sus quejas porque mi hija no podía saber la verdad, ni Mary ni Matt, todo se tiene que quedar tal y como esta porque nos largaremos pronto de este lugar y todo esto quedara en el pasado.
No esperaba nunca tener que volver a este lugar, en mi niñez no paraba de pensar en cuando iba a poder largarme de aquí y olvidar todo lo sucedido, pero cada día vienen más y más recuerdos a mi mente de lo que paso cuando viví aquí y de lo que soy.
Solo llevaba dos semanas aquí y todos los días sentía que no podía contener más el secreto y quería contar la verdad para que no la descubrieran de otra manera, pero no podía hablar, si decía algo ponía en riesgo a mi familia.
-Señor Davis hoy necesito que se quede hasta tarde, hay un paciente que tenemos que atender- Dice mi supervisor y jefe del hospital sin dejar de ver su computadora
- ¿No podría alguien tomar ese turno por mí? es el cumpleaños de mi hijo menor- mentí, Matt no cumplía hasta mitad del año, pero no quería quedarme después de media noche en el hospital y con noche de luna llena era muy peligroso, El señor Hawkins me mira por fin y se quita los anteojos.
-El paciente que tenemos es muy importante, puede llamar a su casa y decir que no podrá llegar- sin ninguna expresión en su rostro me responde y me deja sin nada que decir. El Señor Leonel Hawkins era una persona con mucho poder, además parte de la familia fundadora del pueblo y alguien extraño, humano.
Agarre mi teléfono para llamar a casa y avisar que no llegaría temprano, la señal siempre era mala, pero en este momento ni siquiera tenía señal. Salí al estacionamiento para intentar llamar desde allí pero tampoco salía la llamada.
-Estúpido teléfono- lo guarde agresivamente en mi bolsillo y saque un cigarro y el encendedor para fumar un rato e intentar tranquilizarme
Escuche un sonido que venía de los arbustos, me acerque para ver lo que era, pero no había nada lo cual me preocupo y me obligo a apagar mi cigarro y correr rápidamente hasta el hospital de nuevo, el viento empezó a soplar más fuerte y hojas caían de los árboles. Un sonido que conocía se escuchó en el lugar, no quería volver a pasar por esto, pero ya era demasiado tarde.
-Nicolas, creí que no volvería a verte- su voz estaba tras de mí, esa voz cruel y dulce a la vez, la voz de mis pesadillas y el recuerdo de mi ser oculto
-Kate, no has cambiado nada- dije volteando a verla, habían pasado 20 años desde la última vez que la vi, su cabello rojo seguía encendido como un atardecer, no había una sola arruga en su cara y parecía que aun tuviera 17 años
-Y tu envejeciste cariño, que extraño- empezó a caminar hacia la entrada del hospital, las curvas de su cuerpo se notaban demasiado por su vestido negro pegado -te ha afectado el sol, te dije que no nos favorece el sol
-A dónde vas no puedes entrar ahí, Kate detente- la agarré del hombro y dejo de caminar
-Enserio Nick que viejo estas, ¿puedes dejar de ser tan ridículo? - se movió y quito mi mano de su hombro
-No dejare que entres al hospital Kate
-quien va a detenerme ¿tu? - empezó a reírse, esa risa que me recordaba aún más lo malo
-Sabes que puedo- la agarré fuerte del brazo, más fuerte de lo que recordaba que podía hacerlo
-Bien, me iré- se soltó de mi agarre fácilmente -pero tienes asuntos pendientes con Bastian, solo quería advertírtelo.
El viento empezó a soplar fuerte de nuevo y las hojas de los árboles se venían hacia a mi rostro, cerré fuerte los ojos, pero todo acabo y ella ya se había ido.
Entre de nuevo al hospital y camine hasta la oficina de Hawkins, íbamos a atender a uno de sus pacientes más importantes y yo no sabía lo que eso significaba, pero yo creía saber porque me necesitaba a mí y solo a mi junto a él en este caso.
#20665 en Fantasía
#8199 en Personajes sobrenaturales
#11984 en Thriller
#6754 en Misterio
Editado: 27.03.2020