Tráspaso: Destino Fronteras

Capítulo 5: Laberinto de infectados

Camino en línea recta y veo algunos movimientos poco uniformes, supongo que son personas que llevan infectados por unos 4 meses y deben ser recientes quizás esto sea una prueba de habilidades para pertenecer al clan de la tipa que me encontré, pero tengo que pensar rápido para rescatar a Sky lo más pronto posible.

Me acerco al tipo y lo estrangulo hasta que lo dejo sin aliento y tomo algunas cosas que me parecen interesante: balas, un mapa, un par de dagas, dejo el cadáver y me voy cauteloso con mi confiable 9mm que tiene unas cinco balas por suerte todos estos años sobreviviendo me ayudaron a desarrollar habilidades que pocas personas poseen, ni los militares lo poseen: escuchar a distancia, peso de un arma cargada y de uno que no lo está, armas improvisadas y algunos golpes estratégicos para ayudar a matar más rápido, percepción de infectados, distinción de síntomas y muchos más que ayudan a estar más tiempo vivo en la ciudad.

Poco a poco admiro la estructura en donde tiempo atrás pondría mi próxima sucursal para poder ganarme la vida de forma decente pero ahora son simples escombros, las cafeterías que estaban aquí eran alegres cualquier día, gente tomándose un café después de un largo día de trabajo y otros pasando el tiempo en familia. A cada lugar que voy comienzo a pensar que fue lo que hicieron estas personas para sobrevivir, se quedaron esperando instrucciones o huyeron como el 80% de personas en Guatemala.

Recuerdo unas noticias que dieron antes de dar como finalizado las trasmisiones de cable abierta. Noti 7 daba informes semanales sobre los lugares custodiados por los militares y como seria nuestra nueva forma de tributación y pago. Aunque no lo crean mensualmente debemos tributarles con comida, armas o medicamentos, si eras mujer podías pagarles con sexo, pero corrías el riesgo de quedar embarazada y no puedes traer un niño a este mundo lo mejor es que te masturbes con revistas pornográficas que encuentres en alguna casa para poder satisfacer tus necesidades sexuales. Por ello me uní a la resistencia para no darle nada a personas que se aprovechan de nuestra situación y además ellos tienen que servirnos por ser servidores públicos, no negare que me topé con buenos militares, pero algunos abusaban de su poder para maltratar personas y si te revelabas ante ellos te mataban en ese mismo instante.

Busco suministros en las tiendas de café, pero es muy difícil encontrar algo bueno para llevar, todo fue saqueado y veo algunos delantales que parece fueron usadas para limpiar sangre, se ve que fue muy reciente. Veo unas escaleras eléctricas que conducen a Cinepolis y Toyland de Cemaco los lugares favoritos de mi hija, que recuerdos me trae, trato de concentrar mis sentidos para poder escuchar algún infectado, pero tengo curiosidad de que dice el mapa y al parecer es un plano del cine al parecer hay algo valioso.

Me dirijo la entrada y veo los posters de películas como Iron Man, The Croods y alguna desconocida, el edificio está un poco descuidado no sé ve que las personas, pero algo me llamo la atención y es ver un sudadero de Hollister y del mismo color que Sky quizás estuvo aquí, pero creo que lo mejor es que investigue dentro de la salas para asegurarme y escucho ruidos de balas siendo atravesadas:

—Alan, Natalia ¿Qué ocurre? —

—Manada de infectados. Corre. —

Me voy del lado derecho y los chicos por el izquierdo, salen un montón de infectados por donde sea, yo solo corro y no veo atrás, pero al llegar al tope veo que no tengo ninguna salida así que lo mejor es bajar al segundo piso. Saco mi bomba casera segadora creada con pólvora de bengalas, lo lanzo para que los sujetos se aturdan.

—Corran al piso de abajo. —

Ellos deciden enfrentarlos y correr. Yo decido saltar y caer encima del techo del restaurante "El cafetalito y bajar". Se logran liberar y corremos a la entrada del parqueo en donde podemos descansar para nuestra mala suerte este tapado por una máquina de tickets así que los levantamos mientras Natalia dispara sin piedad.

Logramos salir.

—Oye, ¿Dónde estaban? — pregunto.

—Aparecimos en una tienda y luego estábamos huyendo de una trampa de infectados— responde Alan.

—Encontré algunas herramientas que nos pueden ayudar a escapar—

—Te dieron una nota— pregunta Natalia

—Si con un nombre de mujer— digo.

—Nosotros también— dice.

Al juntar nuestros papeles nos damos cuenta de que tienen el mismo nombre, "Keyla" quizás era el nombre de Sky pero considero que no es ella, tengo una sensación de mentira en toda esa historia que conto y lo que nos hizo ahora no tiene nombre. 




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