Tratado

• Presión •

—Amelia—

Amelia se revolvió una vez más en su cama, sintiendo un peso extra a su lado; viró hacia su izquierda y se encontró con él durmiendo. Por unos momentos sonrió feliz porque estaba complacida con su presencia ya que, cuando ella le pidió que salieran, él lo hizo, y no solo porque ella se lo pidiera o porque fuera su ex novia, sino porque en verdad él quiso estar con ella sin importarle que dejara plantada a su novia.

Amelia no podía decir que él no la amaba o que no la quería porque de alguna manera sabía que si lo hacía, aunque éste lo negara; sin embargo, eso era algo que ya no le importaba.

Lo miró cubierto solo con la mitad de la sábana, imaginarlo desnudo a su lado le hacía sonrojarse de vergüenza.

Tomó una de las cobijas que estaban en el suelo y la enredó en su cuerpo sin dejar de observarlo. Amelia bajó de la cama tratando de no despertarlo porque sabía que él tenía un mal humor en las mañanas así que, lo hizo con cuidado.

Agarró su bolso y llegó hasta el baño en donde se miró en el espejo.

Su cabello rojizo estaba opaco y enredado, abrió su bolso y comenzó a arreglarse.

Una vez que terminó regresó a la habitación; ella esperaba que él aún continuara durmiendo, pero cuando lo miró ya estaba despierto, Edward estaba sentado en la orilla de la cama con el celular entre sus manos, se veía molesto y estresado.

—Edward. —Lo llamó y él levantó el rostro.

Amelia le sonrío, pero él no le correspondió como ella hubiera deseado, al contrario, él la miró con seriedad, y con una mueca de fastidio en su rostro dejó su celular sobre el pequeño buró que tenía a su lado, luego se levantó y buscó su ropa en silencio.

La chica no dijo nada, tan solo se limitó a observarlo bajo el marco de la puerta mientras él terminaba de vestirse; se arregló el cabello y se ajustó la ropa.

Edward estaba a punto de tomar su celular cuando de pronto, este volvió a sonar.

—¿Quién es? —Le preguntó ella desde su lugar.

—Es Lara. —Le contestaron de la forma más simple, algo que a ella se hizo extraño porque generalmente, él nunca le respondía de esa manera cuando se trataba de ella. Amelia entornó sus ojos en él y comenzó a dudar sobre su comportamiento—. Vienes o te quedas. —Alcanzó a escucharlo.

—Voy contigo. —Le dijo buscando sus cosas.

Otra vez Edward la estaba apresurando sin notar su enojo y las lágrimas que se estaban acumulando en sus ojos.

Amelia terminó de vestirse lo más rápido que pudo, pero cuando lo hizo él ya se había marchado. Escuchó sus pasos a través del pasillo y se apuró a tomar el resto de sus cosas.

Literalmente, ella salió corriendo y como una tonta tuvo que bajar por las escaleras ya que no alcanzó a tomar junto con él, el elevador.

Pasó corriendo por recepción y el empleado que estaba detrás del mostrador se burló.

—Idiota —bufó molesta mientras pasaba por su lado tratando de ignorarlo.

Al salir del hotel vio a Edward entrando en su auto, y no es que ella hubiera esperado a que él le hubiera abierto la puerta igual que antes, era solo que él ya no podía hacer ese tipo de cosas con ella.

La chica torció una mueca en su rostro y fingidamente sonrió, eso era todo lo que ella podía hacer ante esa situación.

Una vez que estuvo dentro del auto miro el perfil de Edward, el chico realmente se veía molesto por lo que ella decidió regresar la vista al frente y quedarse callada, sin embargo, cuando volteo hacia la calle pudo mirar a Lara quien estaba un poco más adelante, fue entonces que se sintió orgullosa al arriesgarse a besarlo.

Fue un beso corto pero intenso, el cual hizo que Lara se desplomara en el suelo.

Amelia sonrió feliz, aunque luego su gesto se descompuso cuando escuchó de nuevo el celular de Edward sonar.

—¿Quién es? —Volvió a preguntar.

—Es Lara. —Le contestó con firmeza, aunque ella sabía bien que eso era mentira.

Entornó sus ojos en él y desvió la vista.

Una cosa era que él la engañara con Lara y otra muy diferente que ella le permitiera que le fuera infiel con alguien más, y eso… no se lo iba a permitir.



#42770 en Novela romántica

En el texto hay: cliche, mentiras y dolor, infiel

Editado: 05.06.2019

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