En la actualidad los hombres reciben salarios demasiado decadentes, es una vil estafa, considerando los grandes aportes que un obrero hace a su empresa.
La vida en esta selva de asfalto es cada día mas pésima, sería mucho mejor que los individuos generen sus propios recursos, que tengan huertos y aprendan a reutilizar cada uno de los elementos que tengan a su disposición, de tal manera que el papel moneda ya no sea indispensable en la vida de cada hombre.
Por mi parte puedo decir que ya no se puede confiar en nada y uno mismo debe proveerse para un futuro retiro, pues a este pasó la pobreza socavara todo intento por subsistir.
Lejos de ello el hombre trabajador ha sido menospreciado por los empleadores, dejando en sus hombros una carga existencial que el consumismo no puede llenar, es necesario por lo tanto que el obrero conozca su necesidad en esa bolsa comercial que lo mueve.