Es inevitable el amor, hombres solitarios aman al sol, la luna, las estrellas, el cielo, las flores y la música o cuanto encuentran a su paso, mas cuando el amor nace involuntariamente, es un regalo de Dios al solitario, pues ese gozo y ese deleite que producen en él no es inspirado por el cuerpo necesitado de caricias, es la fuerza divina obrando en su alma.
Es aquí cuando también se separan los amores, pues el amante entregado a las virtudes busca todo bien posible a su pareja y el amor frívolo busca para si todo bien.
Quizás pueda añadir que el acto sexual se divide de igual manera y haciendo caso a lo antes dicho el sexo por frivolidad es el que mas daña al hombre ausente de si, mientras que al enamorado lo complace y regocija su espíritu.
Se puede decir que quizás pasando el tiempo todo cambié y llegué la persona que te enseñé a ser mejor cada día, pero algo es certero y es que no se puede exigir algo perfecto, cuando se es una imperfección.
La cosa mas bella es cuando los individuos se forman juntos, cuando aprenden, cuando hablan, cuando no importa nadie mas que ambas personas y sobre todo, cuando hay amor. Me parecen vacíos los textos románticos que no invitan a los individuos a perfeccionar sus defectos, a que cada día sean menos, por que realmente cuando amas deseas todo bien a tu amado, quieres que tome un buen camino y no padezca males, mas sin embargo cuando alguien nos corrige o no nos da por nuestro lado (en el sentido de que no aprueba nuestros errores o que simplemente nos aleja de algo que nosotros consideramos un bien, cuando realmente es un mal), nos sentimos rechazados, quizás hasta odiados y lo peor de todo son esas amistades que en lugar de dar consejos loables para la pareja, su primer consejo es que dejen todo, así tal cual, que no luchen, parecieran frusilerias de mequetrefes chiflados y sedientos de desdén.