Tres Lunas, Primera Luna

Ocho, tiempo.

La vida no volvió a ser la misma desde que Verona me dejo, pero decidí que lo mejor era continuar, volví a casa y como era de esperar mi madre estaba feliz porque había aceptado casarme con la mujer que había elegido para mí. mis hermanos protestaron por mi decisión, porque de esta manera reiteraba el poderío que mi madre aún tenía sobre la casa.

Pero, ¿Que podía hacer?

Dos años después me encontraba casado, esperando a la primera camada de cachorros. solo sobrevivieron dos. pero no fue el único embarazo. perdimos demasiados hijos, al final y después de casi diez años solo fueron siete. los siete magníficos, se decían así mismos. Éramos una familia unida, que se amaba.

Pero, yo solo tenía a una persona en mi corazón.

Me sorprendió la decisión de mi esposa de cambiarnos de hogar, a Novgorod. No es que no me gustase la nueva ubicación de a casa, cerca había un lago que en invierno se congelaba. La casa era rustica y cómoda, y los niños la amaban. Pero me sorprendió la premura con la que tomo la decisión, por desgracia los asuntos que me reclamaban estaban en otra parte.

Había estado cerca de dos meces lejos del hogar que me reclamaba, asuntos competentes al liderazgo de la manada, al ser del circulo interno tenía que apoyar a mi señor. Estábamos por tener una reunión secreta con el consejo, cuando el grito de auxilio de mis hijos me puso de rodillas.

Había Lobos en la casa, y eran aterradores, estaba reponiéndome cuando una verdad me golpeo aun peor. Yo estaba a cientos de kilómetros, no llegaría a tiempo... no podría salvarles.

- ¿Qué ocurre? -. Me interrogo Grigori.

-Por los dioses mi señor, mi familia... ellos.

-Vete ahora, no pierdas tiempo. Sandra, Vadmir, Loel, Viktor, síganlo... no pierdan tiempo, es un largo camino.

Más tiempo se tardó en darnos la orden de partir, que el tiempo que me tomo salir del lugar donde nos encontrábamos. Había enviado a cuatro de sus Lobos, a cuatro de los mejores y más experimentados guerreros que tenía, no le había importado que yo le abandonara en ese momento.

Esa era la razón por la que muchos le éramos leales, ponía a los demás sobre sí mismo.

Corrimos por horas o quizá días, no lo sé. Cuando la casa entro en mi campo de visión ya estaba amaneciendo, el olor a miedo y sangre se percibía a kilómetros. Eso me impulso a correr con más fuerza, pero llegue tarde. Muy tarde, la casa ardía en llamas y no había rastro de mi familia.

"Cross, en el lago"-. Me informó Sandra.

Con paso cauteloso me dirigí de la entrada de la casa a la parte posterior, entonces vi a Sandra en cuclillas, con alguien en los brazos. No sentí que me estuviera moviendo, hasta que sentí el peso de mi esposa en mis brazos.

Mientras corría a ellos, pude experimentar el dolor y la agonía que ellos vivieron, el como la vida de uno a uno se iba extinguiendo. Use la mayor parte de mi poder, encerrando a mis hijos en mi mente, lejos del terror, de esos Lobos, de... la muerte.

Fue lo único que pude hacer, no pude salvar sus cuerpos, pero salvé su mente, su espíritu.

- ¿Quién hizo esto amor?

Le rose el rostro, apenas respiraba, las heridas que tenía en su cuerpo no sanarían. Ni con ayuda de diez sanadores juntos, para que ella se salvara se requería un milagro.

-Fue ella...-. Dijo en un susurro. -La mujer que... tu madre... escogió antes...

Una fuerte tos sanguinolenta evito que continuara, me mataba tenerla entre mis brazos y solo verla morir.

-Tranquila cariño, vas a estar bien-. Trate de consolarla.

-Ella lo sabía... ella, pudo prevenir... nos.

- ¿Ella?

-Verona, ella pudo prevenir esto... pero...

-Sí, ella. tenía una carta... dijo que ... dijo que la Oscura... la Oscura quería recuperarte... que la quemaría...

-No te esfuerces amor, ya no importa.

-No... Vladimir.... Esto importa... tu madre... ella lo sabía.

- ¿Qué?

-Verona, le informo... el ataque seria en su casa... por eso quise... menciono que... las cartas de la Oscura no dejaron...no dejaron de llegar.

-Entiendo, ahora descansa. Ve... ve con nuestros pequeños, y aguarden por mí.

-Te amo...

-Yo a ti.

Me quede allí con ella viendo como la vida se iba de sus ojos, al final, solo al final sonrió. Esperaba que... no, deseaba algún día reunirme con ellos.

Entonces el lamento de los míos llegó a mis oídos, salía de mi propia garganta. El más triste de los aullidos, las manadas de lobos comunes a nuestro alrededor, se unieron a nuestro dolor. No hubo mucho despedir de mis hijos, de modo que rogué a los dioses por el descanso de todos. No regresaría esa noche con Grigori, había algo más importante que hacer. Mi madre nos había destruido la vida desde que nacimos, con su idea de la sangre pura.

Habíamos perdido a varias hermanas y hermanos, que se suicidaron antes de cumplir con los mandatos de mi madre. Al ser el más grande de los hermanos, ellos esperaban que yo me revelara, que no cumpliera con las ordenes. Si supieran que estuve a punto de hacerlo, pero que la mujer de mi vida no me quiso.

Llame a todos mis hermanos a una reunión, nadie quería ir a casa de nuestra madre, pero cuando les mencione la razón para ello.

Cerca del anochecer, en la entrada de la casa familiar, por llamarla de alguna manera. Los trece restantes estábamos allí, ellos trataban de consolarme, pero no existía consuelo para lo que había sucedido. La amaba, quizá no de la forma que ella merecía, pero la amaba. Era mi esposa, la mujer que pasaría el resto de sus días a mi lado.

Los trece entramos en silencio a la casa, muchos de mis hermanos tenían siglos de no haber pisado esa casa, y una vez más volvían a ella. Como siempre mi madre, salió de la biblioteca. Con su perfecta ropa, su perfecto peinado. Odiaba su perfección, odiaba el monstruo en que se había convertido.



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En el texto hay: lobos, amor, magia

Editado: 24.02.2021

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