Salí del edificio
con la cabeza gacha
sumido en mis pensamientos
en mi interior sufriendo.
Cuándo por fin decido,
considerar el suicidio,
una figura se posiciona frente a mí.
Era un chica,
mostrándome una sonrisa.
Para recordarme lo que fui antes,
para recordarme que mi vida está siendo una mierda.
Y me habló,
a un baile me invitó,
No lo pensé más,
por estar deprimido,
para no sentirme culpable después,
la empuje hacia atrás,
mandándola al carajo.
Nadie es cómo tú,
Todas son otras para mí.