El día empezó con completa tranquilidad, algo incómodo debido a los sucesos anteriores, después de eso los jóvenes optaron por irse a acostar, ambos sabiendo lo sucedido, aterrados era la palabra correcta para definer lo que realmente sucedía, pasaron las horas y los jóvenes lograron conciliar el sueño, el silencio profundo habitaba toda la casa, aunque extrañamente esta vez no fue interrumpida por pasos o algo por el estilo, esta ves los gritos de horror provenientes de la chica rompieron el inmenso silencio creado, sus ojos miraban la figura, se negaba a creer lo que veía.
La chica se encontraba en un profundo sueño, soñaba que estaba en un hermoso jardín.
Narra la chica*
Era de día, el olor inundaba mis fosas nasales, era un olor suave, hermoso, los miles de olores se mezclaban entre si, las flores que veía y inclusive la que sostenía eran todas hermosas y perfectas, no recordaba aver ido a un tipo de jardín, mi madre era alérgica a estás, por lo mismo en su casa evitaban a toda costa cualquier tipo de flores, sin embargo ella estaba maravillada al ver el tipo de variedades y tamaños de todas las flores, a lo lejos vio una luz, y su curiosidad por está hizo que avanzara poco a poco.
Tal vez tratando de que está no se alejasè, pero no sucedió, cuando se percató de que está se había esfumado con el aire, miro a su alrededor estaba rodeada de blancas flores, eran hermosas, pero el pánico abrió paso dentro de la chica, debido a que sintió como su garganta era cortada, aquellas flores que antes habían tenido un color blanco perfecto, ahora estaban manchadas por un color rojizo, no creía lo que pasaba y en un leve intento de caminar tropezó cayendo de una forma para nada delicada, quería que esto fuera un sueño, pero de ser así ella ya abría despertado ¿o no? Era la realidad o solo un sueño, estaba apunto de desmayarse cuando vio la imagen del pequeño, aquel al que le había prometido salvarlo de su sufrimiento, y con ella muerta no habría mucho por hacer, sus últimos susurros fueron un lamento casi audible, ella se disculpaba con el pequeño por fallarle esperando que el pudiera escuchar lo arrepentida que estaba, se dejó vencer por el cansancio, permitiéndose cerrar sus ojos y descansar, estaba muerta ella lo sabía, lloro con todas sus ganas sin detenerse al fin de cuenta nadie la oiría llorar, lloro por qué su hijo jamás nacería, jamás conocería a su padre y viceversa, lloro por qué jamás volvería ver a su amado, jamás despertaría a su lado, jamás volvería a oír su voz, jamás escucharía sus anécdotas tanto vergonzosas como divertidas, lloro por qué sus padres se pondrían mal, lloro por qué nunca dijo lo mucho que los amaba, lloro por qué estos jamás conocerían al nuevo integrante y ella tampoco, lloro por qué no pudo cumplir su promesa, lloro por el pequeño desconocido que habitaba en su casa, lloro por qué el Pequeño la veía como su única esperanza, lloro por qué un alma dependía 100% de ella y lo único que hacía era morirse, lloro por todo lo que hizo y nunca volvería a hacer, lloro hasta quedarse dormida.
Sus ojos se abrieron pesadamente, miro a todos lados se encontraba en un túnel, ¿acaso este era el camino que debía tomar? ¿o debía correr alejándose de este? una luz intensa pero acogedora podía distinguirse a lo lejos, ella sabía lo que significaba, la luz al final del túnel solo decía una cosa, ella realmente había muerto, pero ¿y si ella corría a lado contrario de este? Tal vez y solo tal vez ella regresaría a lado de las personas que amaba pero sabía que no era así, miles de preguntas rondaban por su cabeza sin respuesta.
¿Habrá vida después de la muerte? Depende del criterio de cada persona, depende de lo que la persona quiera creer, todo depende de tu mente tienes el poder de hacer hasta lo imaginario, si crees en ti mismo, es una pregunta dejada a criterio de cada persona, le hubiera gustado haber preguntado a cada persona que se el atravesará si creía en la vida después de la muerte, sabía que cada persona piensa de una manera distinta asi que sería demasiado interesante escuchar las opiniones de cada persona, pero eso ya no era posible, su vida había sido arrebataba de sus manos, la muerte no es algo que puedas evitar simplemente las cosas pasan por algo, solo sabía una cosa ella se aferraba a creer que si existía vida después de la muerte, se negaba a morir y ser olvidada, se aferraba a la idea de seguir admirando las noches estrelladas a lado de su amado, alzó su cabeza, y camino, camino directo hacia aquella luz, camino con esperanzas, al final de cuentas estas son las últimas que se pierden, camino hacia aquella luz acogedora, camino hasta llegar y cruzarla.