Era un día como cualquiera en la vida de un pequeño de 5 Años sus padres habían decido mudarse a un casa algo más grande que la anterior y acogedora, su padre había sido movido al puesto de sargento y su madre era una maravillosa mujer, eran la familia perfecta a los ojos de todo el mundo una familia de admirar, los padres acomodaron todo y estaban listos para ir a dormir.
La escena cambio se encontraba en la misma casa corriendo y gritando de temor sus brazos tenía leves cortadas, no muy profundas pero causaban ardor y dolor en el, el pequeño huía de algo o de alguien más bien, su madre gritaba con todas sus fuerzas lo jalaba para que esté no cayera, lograron entrar a un cuarto, donde su padre se encontraba en medio de un pentagrama, su madre lo miro y le aseguro que todo estaba bien el sabía que no pero quería creer en que si, en qué su madre decía la verdad, sabía lo que pasaría sus padres harían un PACTO OBLIGATORIO : este constaba de obligar a cualquier tipo de ente alma o espíritu a firmar un pacto por obligación, Pero era peligroso se necesitaba dos almas para poder hacer eso, y en caso de fallar desatarían una catástrofe total, los padres estaban decididos a morir por su pequeño, estaban dispuestos a demostrar el gran amor que le tenían, todo paso en cámara lenta ante sus ojos, vio como aquel ser entraba dispuesto a acabar con sus vidas pero en el momento que lo hizo unas cadenas salieron del pentagrama haciendo que esté soltara un gruñido, el pacto era que dejara salir a su pequeño de la casa a cambio las almas de ellos estarían a sus dispocisión, el payaso tuvo que aceptar, el pacto fue sellado el niño era libre, su padre lo miro a los ojos trasmitiendo el gran amor que sentía, su madre le gritó que se fuera, sus piernas reaccionaron en un intento de supervivencia, corrió lejos de ellos, corrió con lágrimas en los ojos, corrió sin más, hasta que chocó con su hermana, está lo abrazo tan fuerte al final de cuentas solo se tenían a ellos mismos después de tan lamentable perdida, la casa fue invadida por una luz cegadora el pacto fue cerrado y con ello la vida de dos inocentes capaces de hacer lo que fuera por sus hijos, abandonaron la casa y con ello los recuerdos de sus padres, por alguna extraña razón su hermana se mantenía tranquila, platicando no se que, debido a que no le prestaba atención.
- Hunter, ¿estás escuchando?- dijo ella preocupada
- Perdón ¿que decías?- respondió el.
- Que mañana cumplirán dos Años de muertos nuestros padres, Hunter no puede ser que lo olvidarás, Se que es doloroso, que no superas que nuestro padres hayan muerto en manos de ese maldito pero murieron siendo unos héroes, somos hijos de dos grandes personas que murieron salvandonos de morir asesinados por culpa de ese Maldito, aúnque para los demás nuestros padres murieron debido a una misión peligrosa y secreta nosotros somos los únicos que sabemos las verdad- dijo ella mientras le regalaba una tierna sonrisa.
Hunter no sabía que hacer había pasado dos Años después del lamentable suceso y por alguna razón los demás tenían en mente que sus padres murieron en una misión secreta aunque ellos sabían que no, el joven despertó sobresaltado, otra vez como la mayoría de noche sus pesadillas volvían a el, y lo peor es que no eran solo pesadillas si no realidad, algo tan trágico y doloroso como la cruda realidad, se levantó de la cama y se dirigió a lavarse el rostro, ahí estaba el parado, media 1.90 era una persona alta, de tez blanca, sus pecas color cafes resaltaban en el, su cabello completamente negro, y sus ojos grises, sus brazos estaban cubiertos de cicatrices pequeñas pero visibles, aquellas que se hicieron cuando intentaba salir de esa casa pero por estar atado a el no podía, ya que una persona atada a el payaso no puede salir del terreno de aquella casa al intentarlo múltiples cortadas cubren sus brazos, era imposible salir de ahí, la única forma era muriendo y para un niño de 5 años eso no era opción, pero el ahora había crecido ya no era el niño miedoso de 5 años ahora tenía 21 Y ya no tenía miedo ya no necesitaba que lo protegieran ahora él tenía que proteger a los suyos, se dio una ducha rápida y se puso su uniforme se dirigió a trabajar mientras pensaba el que podía hacer para ayudar a los padres del pequeño, al final de cuentas el haría hasta lo imposible por ayudarlos no permitiría que su tragedia se volviera a repetir, no sin antes el intentará hacer algo al respecto para cambiar los hechos.
Estaba dispuesto a retar a aquel ser a arriesgar su vida a defender la vida de alguien más, estaba dispuesto a luchar y la palabra perder no estaba en su vocabulario.