32- habitantes nocturnos

Noel acompañó a los muchachos hasta el umbral de la entrada y miró hacia un lado y hacia el otro, con cierto disimulo.

- ¿Buscas a alguien?- dijo Lee- Won, con picardía.

- A nadie.- respondió secamente la joven.

- ¿ Ese mismo nadie que ahora nos espía desde aquel árbol?- preguntó Lee- Won, hablando entre dientes.

Tthor arqueó las cejas y miró hacia un árbol cercano. Noel también miró hacia allí y se puso colorada al ver un par de ojos azules que la miraban fijamente.

- ¿Se te perdió algo?- le gritó la jovencita.

Spike Shannut salió de su escondite, se alisó su uniforme y sacó pecho. A paso marcado, se acercó al trío.

- Estaba haciendo mi guardia nocturna.- pronunció con voz grave- ¿Y ustedes? ¿Cuál es su excusa para estar a estas horas en la calle?

A Tthor no le gustó demasiado el tono empleado por el uniformado. Le pareció altanero y hasta violento. Por un momento, le vino a la mente la banda del colegio y, en especial, su líder quien , por alguna razón, parecía haberle tomado odio a Tthor desde la primera vez que se vieron.

La mirada de Spike Shannut estaba clavada en Tthor.

- Ya se iban, ¿verdad?- dijo el uniformado.

- Si, ellos ya se iban.- dijo Noel, algo nerviosa.

- No, no nos íbamos todavía…- le espetó Lee- Won, dando un paso hacia delante.

- ¿Qué te pasa a ti? No sabía que los de tu…clase…tenían una pizca de valor adentro…

Tthor frunció el ceño, sin entender qué había querido decir Shannut.

- ¡Te cuidado!- lo amenazó el guardia civil- Algún día seré Alcalde de este pueblo y los de tu clase…deberán buscar un sitio nuevo para vivir.

- El día que tú tengas edad para ser Alcalde, Tthor será tu Rey y serás tú quien tenga que irse de aquí…

A Spike Shannut se le transformó el rostro. La ira parecía salírsele por los ojos. Se acercó amenazadoramente a Lee- Won. Pero Tthor se interpuso entre ambos y miró a Shannut desafiante. El uniformado pareció entender el mensaje. Y retrocedió un par de pasos. Miró a Noel de reojo y comenzó a alejarse, pero luego de recorrer un par de metros dijo:

- No sabes con quién te estás metiendo, Tthor Prayer. Y no me importa que seas un Asís.

- A mí tampoco me importa que tu papi sea Alcalde. Nos vemos cuando quieras…- contestó Tthor, enojado.

Spike Shannut dobló en una esquina a paso presuroso. Noel parecía bastante contrariada. Los saludo con un “buenas noches” un poco frío y cerró la puerta tras de sí, dando un portazo.

- ¡Mujeres!- susurró Tthor, sin entender demasiado.

Lee- Won lo miró fijamente.

- Nunca te había visto así…

- ¿Así cómo…?

- Tan…enojado.

Tthor sabía perfectamente a qué se refería su amigo.

- Es cierto. Yo no soy así. Pero…es que me molestó mucho que se metiera contigo.

Lee- Won sintió que su corazón se aceleraba y, antes de que los colores se le subieran al rostro, emprendió el regreso a Warghost.

- ¿Vienes?- le dijo sonriendo.

Tthor riendo, lo siguió.

Seguía siendo una noche clara pero bastante más fresca. Los dos muchachos avanzaban despreocupados, sin ninguna prisa, por un camino lateral que terminaba al otro lado del árbol de Creta.

- ¿Qué era eso que no me querías contar?- dijo, de repente, Tthor.

Lee- Won trató de parecer confundido.

- Aquel es el árbol de Creta, ¿no?

Pero Tthor insistió:

- Lee- Won, ¿qué es lo que no quieres que yo sepa sobre las baldanders?

- ¿Las baldanders…?

- Sí, las baldanders. ¿Por qué no me quieres hablar de eso?

Lee- Won se relajó un poco y trató de pensar en alguna cosa relacionada con aquellas estatuas vivientes. Y, en seguida, recordó algo que sabía que a Tthor le iba a gustar.

- ¿Conoces la leyenda de Uquara Asís y Frendäl Vanir?

Tthor percibió en la pregunta una aventura en ciernes. Y, en seguida, se sintió renovado; el cansancio pareció abandonarlo.

Lee- Won pareció intuir, en el rostro de Tthor, una luz de picardía. Se frenó delante de él, bloqueándole el paso.

- Tthor, ¿cuántas noches llevas sin dormir?

- No lo sé…¿A qué viene eso ahora?- dijo el muchacho, sonriendo.

- No quiero que te metas en más líos. No quiero que te pase nada malo. Los días en los que estuviste…enfermo…fueron para mí…- la voz de Lee- Won se quebró.

Tthor se sintió conmovido. Un calor en el pecho lo invadía cada vez que su amigo le hablaba de esa manera, preocupado siempre por él. Lo miró fijamente y le dijo, con voz suave:

- Te prometo no meterme en ningún lío más…si prometes contarme esa leyenda. Al fin y al cabo, esa tal Uquara Asís puede ser una pariente lejana mía.

Lee- Won no parecía muy convencido.

- ¿Qué puede pasar? ¡Son estatuas…!

- ¡…Vivientes…!

- ¡Son leyenda!- rió Tthor, manteniendo sus ojos fijos en los de su amigo.

Había descubierto que si lo miraba de esa manera, podía convencerlo de casi cualquier cosa.

Lee- Won, con evidente esfuerzo, trató de mantenerse firme pero terminó por ceder.

- ¡Está bien! Tú ganas… Vamos, en el camino te cuento sobre las baldanders. Y si tenemos suerte, veremos alguna por ahí…- dijo Lee- Won, misterioso.

Y con esas palabras, logró captar la atención completa de Tthor quien empezó a caminar pegado a él, paso a paso, para no perderse nada de lo que el jovencito le contaba.

- Hace unos…mil años o quizá…más… o menos…llegaron a estas tierras dos familias: los Vanir y los Asís.

- ¿Hace cuánto?- bromeó Tthor.

Lee- Won hizo una mueca.

- ¡Eso no es importante!- dijo, tratando de parecer enojado por haber sido interrumpido.

Tthor sonrió.

- Como te iba contando…, las dos familias se asentaron en este valle, luego de un largo viaje por mar. Y vivieron y progresaron durante mucho tiempo, en relativa paz pero separados. Y, como hecho fundamental, algunas generaciones más adelante Uquara Asís se enamoró de Frendäl Vanir.

- ¿Un Vanir con una Asís? ¿No era que no se mezclaban?- preguntó Tthor, confundido.