Llegamos a mi casa y fui a buscar a mi madre.
- Maman, me voy a estudiar a París – se quedó helada
- ¿Y quién te lo va a pagar ?– eso ahora ya no suponía un problema, mi abuela y mi padre aparecieron por detrás de maman
- Él es Damien, cazador de talentos de “Le Conservatoire de París”, me van a dar una beca.
- Chérie, ven un momento – no sé que quería mi abuela, pero parecía importante
- ¿Está bien abuela? - me preocupaba por ella
- Ahora más que nunca, ma fille. Nunca te hable sobre tu abuelo, a tu abuelo le encantaba cantar, siempre dijo que le gustaría haber estudiado canto, pero por ese entonces estaba mal visto que un chico estudiara canto. Si me pongo un poco triste cuando cantas, es porque me recuerdas a tu abuelo, lo haces con tanto sentimiento y ilusión que me alegro que hayas decidido estudiar canto, ahora petite prométeme que algún día le compondrás una canción a tu abuelo y me la cantarás – estaba muy sorprendida y mi abuela prácticamente rota
- Te lo prometo abuela – nos dimos el abrazo que nunca nos habíamos dado, ahora entendía todos sus llantos cada vez que yo cantaba. Después de nuestra charla, bajamos a la planta de abajo, donde mi madre y mi padre nos esperaban, mi madre empezó ha hablar:
- Esta bien, te dejaremos estudiar canto – gracias maman – pero con una condición – era demasiado bueno para ser verdad – la condición es que no te irás hoy haremos una “despedida”
- ¿Para que quieres hacer una despedida? - es que no sé para que la necesita
- La haremos en tu instituto – mi antiguo instituto – hablaremos con Madame Béatrice para que nos de permiso, te parece bien?
- ¿Después de esto podré irme? - espero que si no puedo esperar más a irme a París.
- Oui – le di un abrazo, no parece que nos llevemos bien pero la voy a echar de menos y ella a mi, seguro.