Capítulo#49 El despertar del Vampiro.

Un tiempo después Ardían ya estaba vestido parado frente a la cama donde estaba su mortal mirándolo con timidez.  

―Me voy, vendré siempre que pueda, lo que necesites pídelo, los empleados te atenderán como si fuera a mí en persona, si necesitas salir hay un coche a tu disposición, es tuyo, entiéndete con Frank es el mayordomo,  ya te lo presenté, ¿te acuerdas?―la joven asintió y continuo―Toma esto―le dio una bolsa con monedas de oro―es por si necesitas comprar algo, no se cuando volveré... por cierto perdona mi mala educación... ¿Como te llamas?

―Melinda Hernández.      

Eso sucede cuando se comienza al revés, ellos comenzaron con el sexo...
y se olvidaron de las presentaciones. formales...

―Yo soy Adrián Aragón... pero seguro ya lo sabías―ella afirmó.

Luego Adrián se fue, su auto quedó aparcado en el garaje subterráneo y se fue volando metafóricamente, sus alas estaban bien guardadas ya sabemos por qué... llegó a su palacio y se dirigió al salón del trono donde lo esperaban sus padres y su tío. Los saludó con un gesto educado ellos le correspondieron con el mismo aristocrático gesto con sus cabezas y aguardó a que le hablaran, se imaginó el motivo, pero había llegado a su mayoría de edad, tendrían que aceptar sus decisiones.

―Hijo, sabes que yo hablo sin rodeos—el asintió con un leve movimiento de cabeza, estaba tenso y con la mandíbula contraída, nunca le gustó que se metieran en su vida y ya era tiempo de darse su lugar, si aun no les había quedado claro―¿que piensas hacer con esa joven que te llevaste a vivir a tu palacio?

―Obvio mamá soy un hombre.

―Sí lo se, pero aquí hay normas y tradiciones que nadie, ni siquiera yo puedo cambiar.—expresó su madre en tono cortante.

«Que ni piense que me va a intimidar»

―Lo sé y no se preocupen... las tengo muy claras, creo que mis asuntos de cama no son un tema para discutir a esta índole, es personal―Habló mordiendo cada palabra y dejando bien claro su posición con respecto a su vida privada.

―Se que estás claro... sólo quería comprobarlo y recordarte... pero el asunto de esta reunión no es precisamente debatir tus nuevas experiencias... hay algo importante que no podemos posponer por más tiempo, en un sarcófago tenemos a un original... hijo único y descendiente de nuestra sangre pura, él junto a sus padres desobedecieron las reglas, se escaparon al mundo humano y pusieron nuestra especie en peligro, se dieron a conocer a los humanos... dejaron evidencia de nuestra existencia, convirtieron a varios humanos... hasta que fueron descubierto por nuestros inmortales enemigos los Lobos que les arrebataron la vida... su hijo logró escapar y cruzó el mar y anduvo vagando asustado por el continente americano, temeroso, sólo...alimentándose únicamente de animales... hasta que lo encontramos y logramos capturarlo, tiene las mismas habilidades que su padre... pero ya cumplió con su castigo, creo que es hora de liberarlo y reevaluar su comportamiento.    

―Yo en cambio opino que no se debe liberar, es muy peligroso...―manifestó su tío Augusto con tono frío.

―Sólo podemos liberarlo si tu aceptas ocuparte de capturarlo en caso de ser necesario, eres el único con posibilidades de detenerlo o atraparlo rápido para que no represente un peligro para nosotros, para todos los vampiros, para los humanos de esta ciudad y para los mortales en general...―le explicó su padre.  

―Hijo, no queremos poner un peso sobre tus hombros que no desees llevar... hace mucho tiempo que nos debatimos este tema, pero por temor... no nos atrevemos a liberarlo. Se que no es justo... le estamos extendiendo su condena por nuestra propia conveniencia... tu decides...— concluyó la reina.

Adrián los miró a los tres, esos vampiros increíblemente fuertes,  
poderosos, inquebrantables... lo necesitaban a él, «¡me necesitan a mí!», se sintió valorado, eso quería decir que lo tomaban en cuenta como adulto, «ya era hora...»  

―Sí, estoy de acuerdo―afirmó—pero necesito un año para entrenarme y desarrollar más mis poderes, aún no controlo del todo algunos.  

Todos en el salón estubieron de acuerdo, su madre se encargaría de que su equipo especial lo entrenaran bien, su hijo tenía dones inigualables, estaba segura que iba a ser muy poderoso, quizás el vampiro más poderoso que alla existido, pero aún era muy joven y ella no lo había entrenado por miedo, no quería que él se percatara de su inmenzo poder... que se revelara y no cumpliera sus órdenes. Sabía que si él quería podía hasta destruir la ciudad completa, eliminarlos a todos, temía que si Adrían, por algún motivo, renegara a su especie y decidiera eliminarla, sería más peligroso incluso que sus odiados enemigos los lobos.

Después que abandonó el salón real, Adrián decidió ir a ver a su primo, necesitaba de un amigo, de su confidente, del único que podíacontarle sus problemas, que lo conocía bien, todo ese asunto del vampiro lo inquietaba.

Llegó al palacio donde vive su primo Meliades, a sus tíos les gusta la cultura japonesa, por lo que lo construyeron similar al Palacio Imperial de Tokio, aunque este aún conserva la torre que no posee el actual, pero está remodelado muy parecido al de la actualidad, al menos en su exterior, con sus techos característico de esta región terminando en picos, unos alargados, otros cortos y por todo el rededor sobresalen, como las faldas de una bailarina clásica, rectos, duros, enmarcando su figura, con puntas sobresaliente un cada extremo, como nariz respingada, dándole un toque de superioridad, de color marrón claro, dejando apreciar claramente sus paredes, todas de blanco. Con sus dos puentes impresionantes que franquean la entrada al interior del hermoso palacio, con unos faroles como candelabros con una bombilla redondas y blancas en el centro y manos que cuelgan con más bombillas del mismo color, como un ramillete de flores colgantes en sus muros gruesos; el otro puente es más sencillo, de barandas con muritos redondeados, que terminan en una pieza curiosa, su diseño con formas redondeadas de color verde claro, sostenidos por redondos pilares que se pierden en el agua.