Tu mano - mi mano

Capítulo 8: "¿La vida tiene un significado más profundo que sobrevivir y compartir lazos?"

Desde hace ya mucho tiempo, los humanos buscamos el significado de todo lo que nos rodea, y hasta nos ponemos científicos en el bondi cuando regresamos del trabajo o de la escuela. Nos divertimos navegando por esos mares de sueños, o haciendo simples teorías que a veces nos acercan a otros, para luego terminar por separarnos de esa persona por alguna bifurcación que crea la vida o uno mismo.

Probablemente no siempre tenemos todo bien calculado a pesar de ser seres pensantes, o no tenemos en muchas ocasiones la voluntad suficiente como para poner en marcha nuestros proyectos más ambiciosos, pero en cuanto llegamos a un punto en donde estás ya harto de estar harto (como lo dice Mario Alonso Puig) podemos hacer grandes cosas hasta en la más íntima oscuridad, y la llamo de esta manera porque muchas veces ésta suele ser de nuestra propia creación.

Algunos de los grandes pensadores, llaman a nuestro lado oscuro, como “nuestros demonios”, otros autores, le denominan “Yin”, cosa que vendría a ser siempre la misma definición. No obstante, esa parte desgarradora de nosotros nos complementa y… mientras vivimos, la vamos cambiando a medida que nos realizamos como personas. Esto es completamente plausible y lo digo por experiencia propia, ya que el ser humano es capaz de realizar cambios a su persona siempre y cuando, desee hacerlo.

Por otra parte, la supervivencia como los lazos de amor o de amistad, no siempre son el tema principal en esta vida, ya que algunos se casan con su propio trabajo y son felices con ello mismo: no se ponen compromisos, no tienen un lugar al que estar ligados por obligación, y son simplemente responsables de su propia persona (cosa que lo somos todos a cierta edad).

Cuando somos jóvenes (entre los 0 y 25 años), tendemos a caer en toda clase de mapas que tienen muchas cosas que ofrecernos, y hasta a veces sin quererlo, repetimos patrones de comportamiento que no deberíamos, es decir, nos tropezamos con la misma piedra. Uno sabe que no lo hace apropósito, aun así, pasa, sin embargo, este comportamiento puede explicarse gracias a que no estamos aprendiendo de nuestros errores.

La forma más sencilla de aprender cuando nos equivocamos, es sacando una enseñanza de la piedra con la que tropezamos; esa es la forma más rápida para interiorizarlo, y si has leído los capítulos anteriores, entonces sabrás que hablo de que la misma gente que nos importunó en su momento pueden ser nuestros grandes maestros.

De cualquier forma, si hay algo que me queda por decir de esto, lo expresaré de manera subjetiva. Desde mi experiencia, y dado los años que llevo de vida, puedo decir que sí, hay algo más. Así como la piedra tiene la tarea de simplemente estar ahí, uno hace de complemento con lo que lo rodea. La piedra puede ser sólo una roca, pero junto a otras, más el pasto, y sus variados elementos naturales, crean un paisaje que forman un conjunto para luego crear un cuadro que más tarde admiraremos.

Creo que cada existencia es significativa para todos, y aunque no se esté obligado a formar lazos, lo cierto es que aquí estamos, por lo que creo, que pensar en el hecho de sobrevivir, temiendo por el mañana, no nos permite lograr nada. Hasta la más misera piedra necesita de la lluvia para mantener su forma, ya que, si no es regada, se haría polvo, y sin la lluvia, no podríamos tener un suelo fértil del cual sustentarnos. Si bien, como dije, no es esencial establecer lazos, pero el simple hecho de ser amable con el otro, cultiva un futuro para esta persona, como para uno mismo. Lo cual nos deja en evidencia, que necesitamos de los demás en algunas ocasiones para recibir apoyo, pues al final, somos seres de encuentro, así que, no tiene nada de malo apoyarse en otros. Sé que para algunos la autosuficiencia lo es todo, sin embargo, eso no significa que debas condenarte a ti y a otros que están intentando ser parte de tu vida, a una eterna soledad; en lo personal estoy segura que estamos aquí para crear un futuro juntos, y aprender de lo errado, no para castigarnos los unos a los otros.



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En el texto hay: vida, autoayuda, espiritualidad

Editado: 08.12.2021

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